Gobiernan un país que no conocen 

Día tras otro, el líder de la Manada, el propio gobernador Ricardo Rosselló pide perdón, dice que cometió un error, que no lo vuelve a hacer. Como si lo que revelaron las casi 900 páginas de sus conversaciones electrónicas privadas, con las personas más allegadas a él, — dentro y fuera del gobierno — fuese algo que podríamos llamar error.