CPI otorga tercera beca de periodismo ambiental

El periodista Gerardo E. Alvarado León es el nuevo ganador de la beca de periodismo investigativo ambiental otorgada por el Instituto de Formación Periodística (IFP), brazo educativo del Centro de Periodismo Investigativo (CPI), anunció hoy la organización que atiende las necesidades de formación y apoyo de los reporteros de Puerto Rico y el Caribe. Alvarado León, quien trabaja para El Nuevo Día (GFR Media), se propone investigar los esfuerzos del gobierno para proteger las playas de Puerto Rico como principal recurso turístico del país. La beca, de $2,000, es la segunda de tres que se otorgarán este año para impulsar la realización de reportajes investigativos que los periodistas no siempre pueden completar en su rutina diaria. Alvarado León optó por la beca junto a otros participantes del taller de investigación ambiental titulado “¿Se sostiene el turismo sostenible en Puerto Rico?”, que ofreció en junio el IFP con el co-auspicio de la organización sin fines de lucro Para la Naturaleza. Unos 15 profesionales participaron de una experiencia formativa de dos días, que incluyó una visita a la reserva natural Cueva del Indio en Arecibo, donde dialogaron con líderes comunitarios y con el desarrollista de un proyecto en esa zona.

Prometieron empleos… y trajeron cenizas

Al ir tras el paradero de las millones de toneladas de cenizas de carbón que han sido descartadas en la isla, quedan al descubierto sus efectos en la salud y su potencial amenaza sobre el Acuífero del Sur.

They promised jobs… and brought ashes

The whereabouts of the millions of tons of coal ash that have been spilled on the island expose its effects on health and their potential threat to the Southern Aquifer.

Something happened in Arroyo Barril

Eight years have passed but Amparo Andújar Maldonado does not forget. She lost her first child while she was approaching the fifth month of her pregnancy. Nor does she erases from her mind giving birth to a disfigured fetus, with cranial malformation, something incomprehensible for a healthy 27 year old woman, counting with quality prenatal care. But Amparo was not alone. From 2005 to 2008, the rate of miscarriages and premature births rose suddenly in the Encantado neighborhood of Arroyo Barril, a working-class rural and coastal town, north of the Dominican Republic.