La Administración Acevedo Vilá implantó el Impuesto sobre las Ventas y Uso, y una Reforma Fiscal. La Administración Fortuño implantó un plan de cesantías masivo y una Reforma de Permisos, inició una Reforma de la Rama Ejecutiva, y prepara reformas Contributivas y de Salud. Todo esto sin que el aparato gubernamental tenga la capacidad de generar información y estadísticas confiables sobre las cuales basar esas propuestas.
La falta de datos objetivos que sirvan para probar la razonabilidad de las propuestas y planes gubernamentales quedó recalcado en la Conferencia desde el mismo discurso del invitado especial: el jefe del Banco de la Reserva de Nueva York, William C. Dudley.
“Para poder funcionar con eficacia, tanto el sector público como el privado necesitan estadísticas económicas que se caractericen por su precisión, puntualidad, y exhaustividad. Es imposible tomar decisiones acertadas sin una sólida base de información que las respalde. Por ejemplo, el gobierno necesita información económica de calidad con el fin de potenciar un desarrollo fiscal y económico efectivo, además de políticas regulatorias. Del mismo modo, las empresas necesitan información precisa y puntual sobre cuestiones tales como los salarios, ingresos y precios, con el objetivo de facilitarles la toma de decisiones en lo que se refiere a producción, inversión y valoración. Una información de baja calidad aumenta la incertidumbre y esta incertidumbre inhibe la toma de riesgos calculados y las decisiones de inversión”, indicó el banquero.
La crítica del funcionario federal, por mucho tiempo mano derecha del actual secretario del Tesoro Timothy Geithner, viene en momentos en que el trabajo estadístico de la Junta de Planificación está bajo sospecha de manipulación (antes para dar pronósticos más positivos de lo real y ahora para darlos más negativos), y cuando al Instituto de Estadísticas de Puerto Rico, que todavía no gatea, es estrangulado presupuestariamente. El jefe de esta dependencia y el senador Eduardo Bhatia fueron los únicos funcionarios públicos que asistieron a la conferencia.
El Instituto nació por ley en 2003, pero no fue hasta 2009 que comenzó a operar con un presupuesto de poco menos de $1 millón. Para el 2010, el presupuesto se había reducido a menos de $500,000.
En una conferencia posterior a su discurso, Dudley no quiso afirmar que lo que han hecho los gobiernos puertorriqueños es tirar palos a ciega con esta serie de reformas sin datos, pero reiteró que “a mayor calidad de los datos, mayor calidad de política pública”.