La incidencia de cáncer de tiroides en Puerto Rico se duplicó en los últimos años, convirtiendo a este tipo de cáncer en el de más rápido crecimiento en la Isla en las últimas dos décadas. La incidencia mayor es entre las mujeres, aunque la tasa de mortalidad permanece baja, de acuerdo a un estudio de la Escuela de Medicina de la Universidad de Puerto Rico (UPR).
En términos generales, la incidencia de muchos tipos de cáncer ha disminuido desde 1999, de acuerdo al Centro de Enfermedades Transmisibles (CDC por sus siglas en inglés). Sin embargo, hay otros cánceres cuya incidencia incrementó de 1999 a 2008 como son los de páncreas, riñones, tiroides, hígado y el melanoma.
Fuente: CDC Atlanta, Annual Report to the Nation on the Status of Cancer, 1975–2008.
El grupo de investigadores de la Sección de Endocrinología del Departamento de Medicina del Recinto de Ciencias Médicas de la UPR, (Ramírez-Vick M, Nieves-Rodríguez M, Lúgaro-Gómez A, Pérez-Irizarry J.), publicó “Increasing incidence of thyroid cancer in Puerto Rico, 1985-2004” utilizando los datos del Registro Central de Cáncer de Puerto Rico para realizar un estudio retrospectivo de pacientes diagnosticados con el mal entre el 1 de enero de 1985 y el 31 de diciembre de 2004.
El estudio realizado en Puerto Rico concluyó que la incidencia del cáncer tiroideo, que agrupa un pequeño número de tumores malignos en las glándulas tiroides, ha incrementado de forma significativa de 1985 al 2004, mayormente el del tipo papilar, aunque la mortalidad permanece baja.
Los resultados del estudio
La tasa de incidencia de este cáncer aumentó de 3.0 a 7.0 por 100,000 habitantes (incremento de 2.3 veces), con un porcentaje anual de cambio de 5.3% durante el periodo estudiado.
La incidencia fue más elevada entre las mujeres (de 4.7 en 1985 a 10.5 por 100,000 habitantes en 2004) comparadas con los varones (de 1.1 en 1985 a 3.0 por 100,000 hombres en 2004).
Los investigadores señalaron que esta tendencia alcista se debió mayormente a un incremento en la incidencia del cáncer papilar de tiroides, tipo que aumentó de 2.4 a 6.0 por 100,000 habitantes (más del doble).
Por otra parte, la tasa de mortalidad continúa siendo baja (0.4 en 1985 y 0.3 por 100,000 habitantes en 2004), con un cambio no significativo de menos de 0.05 o un -1.1%.
Puerto Rico con la misma tendencia de Estados Unidos
La Asociación Americana de Tiroides (ATA por sus siglas en inglés) publicó en su boletín Clinical Thyroidology, en marzo de 2011, que el “carcinoma tiroideo tiene la incidencia de más rápido crecimiento de todos los cánceres en la base de datos del Instituto Nacional de Cáncer”.
El estudio reseñado por el boletín de ATA, utilizando el registro de casos del Instituto Nacional de Cáncer (Hughes DT, Haymart MR, Miller BS, Gauger PG y Doherty GM), encontró que el cáncer papilar de tiroides más común en los Estados Unidos es ahora el micro carcinoma en pacientes mayores de 45 años y su incidencia aumentó de 3.85 casos por 100,000 habitantes en 1975 a 11.99 por 100,000 en el 2007.
Sin embargo, plantea que “la mortalidad ha decrecido un poco, de 0.55 muertes por 100,000 en 1975 a 0.47 por 100,000 en 2007, sugiriendo que podría haber un incremento en la proporción de diagnósticos de tumores de bajo riesgo”.
El estudio de los casos de 1974 a 2006 en EEUU demostró que la edad más común para ser diagnosticado con cáncer papilar de tiroides se movió de pacientes en sus 30 años a pacientes de 40-50.
Hasta el 1999, la mayoría de los casos ocurrían en pacientes menores de 45 años, después de ese año el cáncer papilar de tiroides se convirtió en el más común entre los mayores de 45.
También apuntaron que debido al aumento en la población de mayor edad, la mayoría de los pacientes diagnosticados con cáncer papilar tienen ahora más de 45 años cuando a finales de la década de 1980 la mayoría eran de veinte y pico o tempranos 30 años.
La base de datos del Instituto es conocida como “Surveillance, Epidemiology, and End Results” o SEER, y fue diseñada para ser una muestra de más del 28% de la población estadounidense, con representación por sexo, raza y nivel socieconómico.
¿Qué es la glándula tiroides?
La tiroides es una glándula en forma de mariposa que se encuentra en nuestro cuello y fabrica hormonas que nos ayudan a mantener el funcionamiento normal del cuerpo. Cualquiera puede adquirir cáncer de esta glándula, pero según el Instituto Nacional de Cáncer, existen unos factores de riesgo, incluyendo los siguientes:
– Tener entre 25 y 65 años.
– Ser mujer.
– Ser asiático.
– Tener un familiar con esta enfermedad.
– Haber tenido radiación a la cabeza o cuello.
Se recomienda acudir a un médico si tiene una masa o hinchazón en el cuello. Su doctor ordenará pruebas para confirmar si tiene cáncer y de qué tipo. El tratamiento dependerá del tipo y cuánto se ha propagado, pero puede incluir cirugía, yodo radioactivo, hormonas, terapia de radiación o quimioterapia. Algunos pacientes reciben una combinación de tratamientos.
Para aprender más sobre el cáncer de la tiroides, puede acceder a esta información en español.
Las diferencias étnicas nos favorecen
El estudio “Ethnic patterns of thyroid cancer incidence in the United States, 1973-1981”, (Spitz MR, Sider JG, Katz RL, Pollack ES, Newell GR) del Centro de Cáncer M.D. Anderson, de la Universidad de Texas encontró que “las variaciones en los riesgos de cáncer de las tiroides de acuerdo al grupo étnico y la residencia geográfica puede reflejar unas influencias socioeconómicas o del medioambiente local, incluyendo la posibilidad de un agente carcinógeno en la lava volcánica”. Este último comentario se refirió a la alta incidencia en Hawaii, a través de todas las étnias.
Este estudio, publicado en 1988, sobre los patrones étnicos en la incidencia encontró que, “comparado con los hombres y mujeres blancos, los hispanos de Puerto Rico y los negros tenían una tasa significativa más baja de cáncer de tiroides. Los hombres hispanos de Nuevo México y chinos, japoneses, hawaianos y mujeres y hombres filipinos tenían tasas significativas más altas. Entre los residentes de Hawaii en particular, sin importar de qué grupo étnico fueran, había una incidencia elevada”.
Siguen los estudios clínicos
El cáncer de tiroides, al igual que muchos otros, es objeto de diversos estudios científicos en los principales centros universitarios y médicos del mundo. Estos han confirmado los beneficios de combinar la cirugía con las terapias de yodo radioactivo y hormona de tiroides, resultando en una tasa mayor de curación, menos recurrencia y más años de vida.
La información más reciente de la Sociedad Americana del Cáncer (SAC) señala que se han hecho avances en los estudios de genética, tratamiento, terapia de yodo radioactivo, quimioterapia y terapias específicas para este mal.
Del campo de la genética, el haber encontrado que existe un cáncer de tiroides medular que es hereditario permite ahora identificar familiares portadores de un “protooncogén RET” anormal a fin de remover la glándula y prevenir que se desarrolle la enfermedad. Este gen es importante en la promoción del crecimiento y la división de la célula.
Los investigadores también están optimistas, según la Sociedad, con el progreso obtenido para conocer los genes anormales que causan el cáncer esporádico o no hereditario, en particular el papilar, lo cual los llevará a desarrollar mejores tratamientos.
El cáncer tiroideo por lo general no responde bien a la quimioterapia, pero se sigue trabajando en nuevas drogas específicas para las células malignas, en lugar del tratamiento estándar que ataca todo el sistema humano. Hay varias clases de estas drogas disponibles actualmente y otras en estudios clínicos.
Para más información sobre el cáncer de tiroides vea: American Thyroid Association, la Sociedad Americana de Cáncer o el Instituto Nacional de Cáncer, que tiene páginas en español. Si quiere participar de estudios clínicos, puedes indagar el registro de todos los estudios aquí.
Para obtener más información sobre el estudio de Puerto Rico, puede escribir a [email protected].