Conversación con un bonista puertorriqueño

Imprimir Más

Desde la audiencia, en el 1er Encuento de Bonistas de Puerto Rico.

Foto por Joel Cintrón Arbasetti | CPI

Domingo Rosado empezó a invertir en bonos de Puerto Rico en el año 2009, un año después de que explotara la crisis financiera global que había comenzado en Estados Unidos. Debido a esa crisis, el mercado de bonos ya había cerrado para algunas entidades del gobierno de la Isla, como la Administración de Sistemas de Retiro. Tal vez no era la mejor época para invertir en bonos, pero Rosado hizo caso a las recomendaciones de su corredor en Popular Securities.

Entonces invirtió en bonos de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA), la Autoridad de Edificio Públicos y del Banco Gubernamental de Fomento (BGF). En total tiene $30,000 que están en vilo ante el impago del gobierno.

Rosado trabajó por más de 30 años para una farmacéutica que terminó cerrando, se acogió a los beneficios correspondientes y se retiró. Vive en el área oeste de la isla, tiene 60 años, un hijo y una hija, ambos universitarios que dependen de su ayuda económica.

El pasado lunes, 27 de junio Rosado estaba en el Centro de Convenciones de San Juan, donde se presentó el “1er Encuentro de Bonistas de Puerto Rico”, una actividad que tuvo presentaciones de jefes de agencia, empresarios, economistas y candidatos a la gobernación. Todos hablaron sobre la economía y las posibilidades que tienen o no los bonistas de Puerto Rico de recuperar sus inversiones en medio de la crisis. El encuentro fue auspiciado por El Nuevo Día, Sol Coop, Birling Capital Advisor, Tactical Media Group, HJ SIMS y American University.

Allí, los economistas Carlos Colón de Armas y Joaquín Villamil presentaron ponencias con estadísticas y gráficas proyectadas en tres grandes pantallas y que según ellos demostraban de forma científica que el gobierno puede pagar la totalidad de la deuda. Colón de Armas indicó que “la deuda se puede pagar tal y como está” y que se opone a “cualquier reestructuración y negociación con bonistas”. Su declaración arrancó aplausos del público.

 

El Centro de Periodismo Investigativo (CPI) conversó con el bonista puertorriqueño Domingo Rosado luego de que terminaran las presentaciones del evento.

¿Usted entiende que el gobierno realmente puede pagar?

Lo que pasa es que aquí el gobierno y todo el mundo como que da información contradictoria. Sin embargo vi una presentación de los economistas aquí, con datos. Y cuando tú ves toda esa presentación tú dices ‘caramba mira, el dinero hay para pagarlo’. Yo salgo hoy de aquí pensando que el gobierno puede pagar. Obviamente, que no puede pagar ahora los dos mil millones que deben, pero que sí tiene el potencial de pagarnos y quizá seguir pagando los intereses y que en algún momento en que la economía y que los ahorros que tengan que hacer los hagan, pues puede esto mejorar. La primera presentación de (Carlos) Colón de Armas, él dice datos, y los datos te dicen a ti que el gobierno puede pagar y tiene que recortar.

¿Qué piensa de lo que dicen de que si el gobierno paga sus deudas se afectan servicios esenciales como la policía y los hospitales?

Pues mira yo he escuchado y no me acuerdo del dato específico, pero la persona decía que al fin y al cabo los servicios esenciales eran un por ciento bien bajito con relación al presupuesto total. Están vendiéndonos que va a pasar todo eso pero… yo creo que es que nos están mintiendo. No nos dan toda la información completa al pueblo y está la gente a la merced de información que nos comparten a conveniencia.

¿Usted cree que Popular Securities lo pudo haber asesorado mejor sobre el riesgo de esos bonos?

Pues mira yo creo que en ciertos renglones. Por ejemplo, yo desconocía que dentro de los bonos hay unos bonos que tienen más preferencias que otros, puedes tener unos bonos que sean más seguros. Emiten unos bonos, pero dentro de esos bonos, vamos a decir (Autoridad de) Energía Eléctrica, puede haber bonos que los hayan emitido y que no necesariamente todos tienen las mismas cláusulas. Entonces hay unos que sí van a pagar, pues tienen preferencia a pagarse más que otros. Ahora mismo, yo no sé los míos en la categoría en que están, cuán seguros están, en el pago de cuando vayan a decidir pagar, si es que pagan. Pero esos detalles no los sabía. No necesariamente todo se invirtió en el momento. Ellos le consultan a uno, ‘mira tengo esta propuesta, están pagando hasta el 6%, etcétera’ y ahí pues uno decidía. Obviamente uno descansaba mucho en la parte de que eran garantizados y eso pues te das cuenta ahora de que no necesariamente es así.

Al menos, los intereses los han pagado a la fecha, todos los intereses yo los estoy recibiendo hasta el momento. Lo que valga en el mercado, ellos me envían mensualmente un estado de cuenta y obviamente acuérdate que el valor en el mercado de bonos va a estar variando. Y pues tú verás que yo tenía posiblemente 300 y ahora vale la mitad. Obviamente, eso es si uno fuera a vender ahora mismo esos bonos, valdrían la mitad. Quiere decir que uno está entre la espada y la pared, tiene que dejarlos ahí a ver qué pasa. Pero tengo otros amigos que están en UBS y es más o menos lo mismo en todos lados. Al fin y al cabo la situación del gobierno es el driver para que todo esto pase.

Lo que sí es bien significativo es que cuando la gente aquí habla de los bonistas, yo creo que se les pasa el pensar que hay puertorriqueños que trabajamos 30 o 31 años como yo con 32 años en la industria farmacéutica, ellos cerraron operaciones y cogí unos beneficios. Pero mira, yo cogí parte de mi retiro y lo invertí en el gobierno. Y entonces la gente piensa que no le paguen al bonista. No saben lo que están diciendo. Yo dependo ahora mismo para vivir de ahorros, más obviamente los intereses que me dan, más tengo dos niños estudiando, uno veterinario y el otro medicina.

¿Usted cree que la Junta de Control Fiscal pueda solucionar algo?

A mí me gustaría que no fuera así, que no la necesitáramos. Pero el gobierno se ha ganado esto. Yo creo que este gobierno, y yo no soy de ningún partido político, pero cuando este gobierno empezó hace cuatro años, como un buen administrador él tenía que decir en qué situación económica está el país, real, real, cuál es la situación real. Y la situación real es los números, qué información yo tengo financiera y a haberle presentado al pueblo mira, ‘esto es un panorama diferente, aquí es la realidad en la que nosotros estamos’. Sin embargo pues no quisieron tomar acción y cuando lo tuvieron que hacer no le presentaron al pueblo la situación que teníamos y nos llevó ante una falta de decisiones cuando tenían que tomarse. Y con una legislatura que al fin y al cabo no apoya al ejecutivo. O sea que están mal por todos lados. Con relación la Junta pues es algo que nos merecemos, que obviamente poner en tela de juicio el poder que tenemos nosotros como pueblo, el Congreso hace lo que le da la gana con nosotros y nosotros enajenados, de que esto, no queremos aceptar que es una colonia y que pretendemos que no podemos echar pa’ lante si no es en respaldo de Estados Unidos.

Y si hay una Junta ¿usted votaría por algún gobernador independientemente del partido que sea, considerando que el poder de ellos sería relativo a la junta?

Te digo algo, yo creo que no; nosotros como pueblo, esto no va a ocurrir, pero nosotros deberíamos enviarle un mensaje a los políticos no votando por ninguno de ellos dos, enviándole un mensaje de que ya estamos cansados de los dos partidos políticos, que es lo mismo.

2 thoughts on “Conversación con un bonista puertorriqueño

  1. Yo no entiendo por qué se le hace tan difícil a estos bonistas entender que lo que hicieron fue una inversión con todo el riesgo que pueda tener una inversión financiera, aún con garantías ”constitucionales”. En esas inversiones, igual que cualquier otra inversion –negocios, industrias, incluso depósitos bancarios– pueden ganar (como es el caso casi siempre) pero también pueden perder. Como para casi todo en la vida, tiene que llevar los dos sacos.

    Si su inversión hubiera sido en Wall Street, en acciones y ese tipo de instrumentos, y los índices bajan miles de puntos –como pasó recientemente con motivo del Brexit– no se quejarían, lo sufrirían pero no dirían ni pio, ni se atreverían ir al Congreso a pedir una Junta para Wall Street.
    Aaah, pero para la colonia si se puede ir donde los cangrimanes a pedir una Junta que venga a arreglar el desbarajuste colonial y así ellos puedan recuperar su inversión con intereses.

    • ¡Habéis dado en el clavo! Lo que me inquieta y sorprende, es que dos reconocidos economistas hayan alentado las expectativas de estos bonistas.
      Por cierto, ¿usted sabe cuanto cobraron Colón de Armas y Villamil por sus servicios profesionales y/o a cuánto ascendieron sus honorarios?

Responder a Iván Cancelar respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *