Más allá de especulaciones y percepciones, existe evidencia contundente producida por las mismas agencias federales que establece que el gobierno de Estados Unidos falló en su respuesta al huracán María en Puerto Rico, a pesar de que tenía planes en sitio para atenderla con efectividad e incluso había hecho un simulacro, encontró el Centro de Periodismo Investigativo (CPI).
Las críticas a la administración Trump iniciaron a solo días de que el ojo de María cruzara la isla, debido a la lenta respuesta de las agencias federales, mientras que en su cuenta de Twitter el presidente minimizaba la ola de cuestionamientos. En sus declaraciones durante su visita a la Isla y en todas sus expresiones posteriores, Trump elogió la labor de las agencias adjudicando las críticas a la oposición política, en particular a los demócratas y a la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz.
A casi un año del ciclón y como consecuencia de los preparativos federales para el impacto del huracán Florence en Carolina del Norte, Trump defendió nuevamente la gestión de sus agencias en la Isla. Luego de una reunión con altos funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional y la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA), insistió en que el gobierno federal hizo un tremendo trabajo en Puerto Rico, y lo calificó como un “éxito no reconocido” que estuvo lleno de retos. Durante la rueda de prensa adjudicó los problemas a la debilidad del sistema eléctrico previo a María, así como al hecho de que la isla está en bancarrota.
“De hecho, creo que fue uno de los mejores trabajos que se han hecho con respecto a lo que se trata todo esto”, dijo el presidente.
Veamos por qué las expresiones del presidente Trump son falsas.
- El CPI encontró que el Ejército de los Estados Unidos, el Departamento de Seguridad Nacional, incluyendo a FEMA, y otras agencias federales ya habían anticipado un escenario similar al que dejó María durante un simulacro militar realizado en abril de 2012 en el Fuerte Sam Houston en Texas. El ejercicio contemplaba cómo habrían de manejar el impacto simultáneo de dos huracanes categoría 4 en Texas, Florida y Puerto Rico.
- A diferencia de lo que dice Trump, FEMA, reconoció desde julio que falló al subestimar la cantidad de alimentos necesarios y admitió en su informe sobre la temporada de huracanes 2017 que previo al huracán, contaba con pocos abastos en su almacén.
El informe indica que FEMA confrontó problemas con la logística para responder a la emergencia y dificultad para distribuir la ayuda, y que el gobierno de Puerto Rico no estaba preparado, por lo que la agencia federal tuvo que asumir la distribución de suministros, algo que de ordinario les corresponde a los gobiernos locales. La cantidad de carreteras dañadas o intransitables, el poco personal y las limitaciones para contratar a manejadores de camioneros retrasó la entrega de la ayuda. Sin embargo, esta situación se anticipaba en el Plan Catastrófico de FEMA, que fue utilizado por las agencias federales para coordinar la respuesta tras María, encontró el CPI.
En más de una ocasión el informe de FEMA alude al reto sin precedentes que representó la pasada temporada al tener que manejar el impacto casi simultáneo de Harvey, Irma y María en Texas, Florida y Puerto Rico, lo que complicó la coordinación adecuada de recursos, abastos, personal y operativos de ayuda y recuperación en cada jurisdicción. Pero este escenario no era ajeno al gobierno federal.
- Al hacer una revisión del Anejo de Huracanes para la Región II (que incluye a Puerto Rico e Islas Vírgenes) del Plan Catastrófico de FEMA, el CPI confirmó que el documento contemplaba el impacto directo de un huracán categoría 4 a la Isla.
El Plan Catastrófico de FEMA del 20 de octubre de 2014 describe cómo el gobierno federal actuaría para asistir al gobierno local, antes, durante y después del ciclón, tomando en consideración las dificultades de distribución de refuerzos y suministros debido a la posición geográfica de la Isla y la necesidad de movilización y activación de recursos previo al ciclón. El plan de FEMA advierte que en Puerto Rico se habla español, no inglés, por lo que es necesario personal capacitado para atender la población. En resumen, aunque anticipaba muchos de los retos confrontados, la agencia admite en su informe que debió anticipar la magnitud de los daños que causaría un huracán categoría 4 debido a la frágil situación de la infraestructura en la Isla.
FEMA contemplaba que se afectaría el sistema eléctrico y la dificultad de la restauración de las líneas de transmisión por estar concentradas en un área montañosa al sur del país. Pese a que el plan establecía que el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los Estados Unidos podría ayudar en la restauración temporera del sistema, pero no podría reparar las líneas, luego de María, FEMA asignó al Cuerpo de Ingenieros la tarea de reparar el sistema eléctrico.
El Plan Catastrófico de FEMA ya advertía el riesgo de que un huracán afectara el 100% de la infraestructura de comunicaciones, por lo que recomendaba tener métodos alternos de comunicación para el personal de respuesta y funcionarios locales y federales. Hace referencia al acceso a comunicación de voz y data satelital de FEMA y de las autoridades federales, y a la posibilidad de coordinar otros esfuerzos con el Departamento de Seguridad Nacional.
Sin embargo, en su informe de la temporada de huracanes 2017 FEMA admite problemas para procesar las solicitudes de ayuda de damnificados ya que sus inspectores no podían registrar a los damnificados en línea. FEMA tuvo que procesar unas 2,000 solicitudes de asistencia a mano, lo que provocó retrasos en las ayudas.
- El informe 2017 Hurricanes and Wildfires: Initial Observations on the Federal Response and Key Recovery Challenges del US Government Accountability Office (GAO) determinó el 4 de septiembre que la falta de personal y recursos capacitados impidió que FEMA tuviera una respuesta adecuada a la emergencia en Puerto Rico. El documento dice que 54% del personal de la agencia federal no estaba preparado para trabajar en la emergencia.
El informe señaló que FEMA tuvo que asumir muchas responsabilidades del gobierno local debido al colapso del sistema eléctrico y de telecomunicaciones. Plantea que esa agencia no contaba con personal hispanohablante, lo que atrasó los procesos de recuperación.
- A cinco días de la catástrofe, un memorando interno del Departamento federal de Seguridad Nacional advertía sobre la inminente crisis humanitaria en Puerto Rico. El memorando fue enviado al secretario del Departamento de Defensa, James Mattis, y al jefe de las Fuerzas Armadas, Joseph Dunford, y forma parte de una investigación congresional sobre la respuesta a la emergencia.
- Un análisis comparativo de la respuesta del gobierno federal en Texas tras el huracán Harvey y en Puerto Rico tras María que hizo la publicación politico.com confirma que, a nueve días de María, se había destinado una tercera parte de los recursos como comida, agua y toldos. En ese mismo periodo, en Texas se habían aprobado $141.8 millones de ayuda a damnificados, una cifra mucho mayor que los $6.1 millones que se habían aprobado a nueve días de María. A seis días de Harvey, Texas ya contaba con 73 helicópteros. En el caso de Puerto Rico, tomó tres semanas alcanzar una cifra similar.
Estos informes muestran las graves fallas en la planificación, coordinación y ejecución del gobierno estadounidense a la emergencia vivida en Puerto Rico tras el embate de María.
La afirmación del presidente Trump no es consistente con los hallazgos y evaluaciones de sus propias agencias.