El inventario de mascarillas, guantes, batas y otros materiales está tocando fondo en los hospitales privados mientras la demanda mundial por los mismos productos continúa en aumento. Esto cuando aún faltan semanas para que se produzca el pico de los casos de COVID-19 que se espera en Puerto Rico, según anticipa el Departamento de Salud (DS).
“Estamos bajos de inventario”, aseguró Jaime Plá, presidente de la Asociación de Hospitales, en relación a los materiales médicos en las instituciones hospitalarias. Indicó que los hospitales están recurriendo a “suplidores no tradicionales” para abastecerse.
El Gobierno mantiene en secreto los datos de la cantidad de suministros con que cuentan los hospitales públicos.
Plá dijo que se reunió la semana pasada con el secretario de Salud, Lorenzo González, “para conseguir unas cantidades grandes” de abastos, y prepararse para el peor escenario de contagios. Inicialmente, el Secretario de Salud dijo que el pico en Puerto Rico se produciría para el 8 de mayo, pero el viernes amplió el pronóstico y dijo que el mismo puede ocurrir entre el 15 de abril y el 8 de mayo. La expectativa puede cambiar a medida que haya más datos, dijo González.
Hace dos semanas, Plá había indicado al Centro de Periodismo Investigativo (CPI) que los 68 hospitales que representa tienen contratos a largo plazo con suplidores de productos médicos y estaban recibiéndolos sin problema. “Eso no significa que el abasto va a ser indefinido”. Podrían haber problemas de abasto de batas, guantes, mascarillas, entre otros, advirtió.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una orden para que las fábricas de equipos médicos trabajen 24/7 durante la emergencia.
Plá mencionó que también está la alternativa de la Reserva Estratégica Nacional (Strategic National Stockpiles) del Departamento de Salud y Servicios Humanos federal, que cuenta con medicinas e instrumentos médicos, ventiladores, mascarillas N95, batas, guantes, entre otros.
Algunos estados y ciudades que han recibido la ayuda de esta reserva han denunciado que hay productos expirados y dañados, como fue el caso de Alabama, donde recibieron mascarillas con hongo y expiradas desde el 2010. La ciudad de Los Ángeles, por su parte, recibió 150 respiradores descompuestos y que tuvieron que reparar, mientras que el estado de Oregón recibió mascarillas que tenían los elásticos defectuosos.
El DS indicó al CPI que tras una conversación telefónica el 13 de marzo con la Regional Medical Countermeasures Advisor (del Departamento de Salud federal) se le informó de la asignación federal de 35,842 respiradores N95, 85,382 mascarillas quirúrgicas, 16,258 caretas, 13,256 vestidos quirúrgicos, 68 overoles y 47,199 guantes provenientes de la Reserva.
La agencia indicó que comenzó la distribución del material que han recibido de la Reserva el 22 de marzo y que se ha distribuido tanto a instituciones públicas como privadas. Según el DS, en los próximos días esperan recibir más productos, por lo que continuarán con las entregas. En la lista no hay ventiladores asignados para la Isla.
Trump dijo la semana pasada que esta Reserva, que incluye 10,000 ventiladores, está casi agotada. Trump dijo que distribuirá los ventiladores según sea la necesidad.
“Tenemos casi 10,000 ventiladores listos. Tenemos que reservarlos porque el aumento está llegando y está llegando bastante fuerte y queremos tenerlos disponibles para moverlos a donde se necesiten”, dijo Trump.
A pesar de la entrega de estos materiales de la Reserva a Puerto Rico, el presidente de la Asociación de Hospitales, quien no tenía conocimiento de la misma, reiteró que los hospitales no cuentan con suficientes suministros médicos. Plá pudo confirmar con algunos hospitales que esta ayuda llegó, pero que las cantidades son mínimas comparado con lo que necesitan.
Víctor Ramos, presidente del Colegio de Médicos Cirujanos, dijo en cuanto al equipo de protección que los hospitales los “están aguantando” para usarlos en el momento en que empeore la situación. “Eso no puede ser”, dijo ante el riesgo de que el personal de los hospitales se contagie de COVID-19 por no tener el equipo necesario.
Incluso, indicó que ocho de los 10 médicos que contrajeron la enfermedad en la isla, no estaban utilizando el equipo de protección personal en los hospitales donde trabajan.
Tanto Ramos como Plá coincidieron en que las oficinas de los médicos están presentando problemas de materiales. No consiguen quién se los venda porque la prioridad son los hospitales, dijo Ramos.
Los laboratorios también están enfrentando problemas para adquirir el equipo de protección personal para hacer su trabajo. El presidente de la Asociación de Laboratorios Clínicos de Puerto Rico, Juan Rexach, dijo al CPI que los laboratorios clínicos han ofrecido su peritaje para la toma de muestras y su posterior envío a los lugares donde determine Salud que deben procesarse, pero requieren que el Gobierno les apoye con equipo de protección del personal que haría este trabajo.
“En estos momentos hay una seria escasez de mascarillas, guantes y batas en todos los laboratorios. Es esencial que el Departamento de Salud impulse un esfuerzo para conseguir este tipo de equipo, sea con producción local o a través de mayoristas en el exterior, para lograr que más dueños de laboratorios estén dispuestos a colaborar sin arriesgar su recurso humano. No podemos seguir arriesgando nuestros profesionales de la salud y personal administrativo porque el país los necesita más que nunca”, apuntó Rexach.
El DS no proveyó al CPI la información solicitada sobre el inventario de materiales. “Los suplidos médicos son artículos de uso continuo, cuyo inventario varía diariamente según las políticas de cada institución y la cantidad de pacientes que atiende”, alegó inicialmente Eric Perlloni, de la oficina de Prensa da Salud, para no proveer la información al CPI.
El CPI insistió hace 16 días en que se le entregara el inventario completo actual y para los diez días anteriores a la petición, pero la agencia no la ha entregado. El Secretario dijo hace una semana que haría público el inventario y las órdenes de compra, lo que no ha ocurrido.
La gobernadora Wanda Vázquez Garced dijo el jueves,19 de marzo, que se hizo una orden de compra para aumentar la capacidad de suplidos. El CPI solicitó además todas las órdenes de compra de la agencia para los suplidos que hay en el inventario, pero Salud tampoco las ha entregado.
En el Plan de Preparación y Respuesta del COVID-19 se establece un monitoreo del inventario a partir de que “la Organización Mundial de la Salud (OMS) confirme la presencia de una enfermedad en alguna parte del mundo que ha demostrado la transmisión fácil entre personas y de manera sostenida”, aunque la enfermedad no esté presente en Puerto Rico.
El monitoreo del inventario debe ser aún más detallado cuando ya se han detectado casos, y cuando ya el virus se está transmitiendo “comunitariamente”, es decir, cuando circula entre personas que no viajaron fuera del País ni tuvieron contacto con alguien que haya viajado.
En la primera etapa solo se habla de monitorear el inventario de los Centros de Despacho de Medicamentos (PODs), cuartos de aislamiento – ocupados y disponibles –, estatus y cantidad de equipo de protección personal, las camas de hospitales ocupadas y disponibles por categoría: censo total, sala de emergencia, ICU, PICU, NICU, Pediatría, Medicina/Cirugía, entre otras categorías, y los suplidos de desinfectantes y productos de limpieza.
Cuando ya el virus ha llegado a la isla, el plan exige un monitoreo de inventario más riguroso, que incluye el estatus y cantidad del equipo de protección personal y de consumibles médicos, como respiradores N95, mascarillas quirúrgicas, batas, geles de alcohol, desinfectantes, guantes, gafas de seguridad, jeringuillas, agujas 25G x 1, contenedores de desperdicios biomédicos; bolsas de desperdicios biomédicos, toallitas de alcohol, gasas y termómetros.
Esto quiere decir que ya el DS debería tener este inventario hecho desde que se detectó por primera vez el virus en China en diciembre del 2019. La agencia no contestó una petición del CPI para saber en qué fecha se hizo el inventario, ni proveyó evidencia de haberlo hecho.
La alta demanda de suplidos médicos, incluyendo guantes, mascarillas, hand sanitizer, entre otros, es un problema mundial, que incluso ha provocado retrasos en la realización de pruebas en algunos hospitales de Estados Unidos. Hospitales de Seattle y Washington D.C. pidieron a sus pacientes y médicos que reusaran las mascarillas, aunque eso está contraindicado por los Centros para el Control de Enfermedades (CDC). La agencia federal ha recomendado el uso de mascarillas de tela como última opción para los profesionales de la salud. Sin embargo, la semana pasada comenzaron a recomendar que toda persona que salga a la calle debe llevar alguna cubierta de tela para tapar la nariz y la boca. Recalcaron que las mascarillas quirúrgicas y las N95 deben reservarse sólo para los profesionales de la salud.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), por su parte, recalcó la semana pasada que las mascarillas solo deben ser usadas por profesionales de la salud, personas enfermas o para quienes cuidan a un enfermo, ante la escasez de estos productos a nivel mundial.
En Puerto Rico, el Task Force del COVID-19 recomendó el miércoles pasado que toda persona que salga de su casa debe hacerlo tapando su boca y nariz. Sin embargo, aclararon que no tiene que ser con una mascarilla, sino con un cubrebocas que puede ser hecho de tela, por ejemplo, para evitar que se agoten las mismas “ante la gran escasez existente”.
Varias empresas en Puerto Rico se unieron para fabricar mascarillas y batas para los profesionales de la salud, bajo la iniciativa “Manos por Puerto Rico” del productor Tony Mojena. Se espera que esta semana tengan unas 25 mil mascarillas listas.
Otra iniciativa para mitigar la posible escasez fue anunciada por el municipio de Arecibo y el Instituto para el Desarrollo de la Mujer, que estarán confeccionando mascarillas de tela para los empleados municipales y para las personas de edad avanzada que viven en las égidas.