Cuando llegan a la universidad, no son pocos los estudiantes que asocian la geografía con meros ejercicios de memorización de lugares que deberán identificar en un mapa. Muchos fueron instruidos así en la escuela intermedia y superior. Solo algunos se exponen a tomar al menos un curso subgraduado en geografía, sin imaginar que esta decisión les permitirá ampliar el conocimiento sobre cómo el razonamiento espacial se puede integrar a distintas disciplinas, situaciones y procesos.
Para el ejercicio del periodismo, la geografía aporta a ampliar las estrategias de comunicación. También fortalece las formas de presentar el contexto de los sucesos que se cubren. A nivel de la geografía humana, uno de los temas que más se estudia y problematiza es el del paisaje cultural. Ser capaz de establecer un acercamiento crítico al concepto del paisaje puede ser de gran utilidad para quienes redactan crónicas o desarrollan ensayos fotográficos sobre o desde lugares, calles o espacios públicos.
Un buen ensayo fotográfico no siempre incluirá las imágenes que el fotoperiodista considere como las de mejor calidad o como sus favoritas. Al final, se seleccionarán aquellas fotos que aporten a presentar una narrativa coherente, pertinente y que pueda captar la atención del público receptor. De manera similar, en la redacción de la crónica, no se incluye todo aquello que se observó o vivió durante la cobertura de un evento o serie de sucesos. Por el contrario, se integra sólo aquella información que logre transportar al lector al momento que se narra. Es en este proceso de escoger imágenes y ordenar contenido que la integración del análisis geográfico proveerá herramientas de análisis y criterios para el desarrollo de la narración.
A continuación, se presentan cinco estrategias en las que la geografía o el razonamiento espacial pueden aportar al trabajo periodístico callejero.
1) Ubica el área de las escenas seleccionadas.
El primer paso para entender la espacialidad del fenómeno a contarse en un ensayo fotográfico o crónica es identificar su ubicación. En la geografía existen los principios de la localización absoluta y la localización relativa. El primero se refiere al sistema de coordenadas en el cual se identifica la latitud y longitud de un espacio, lugar o fenómeno en la Tierra. Diversas herramientas, incluyendo los sistemas de posicionamiento global y algunas aplicaciones en teléfonos móviles proveen la información de la localización absoluta. En el caso de la localización relativa, dicho referente espacial estudia la ubicación de lugares en relación a otros lugares, espacios o referentes geográficos. Por ejemplo, quien decida hacer un ensayo fotográfico del Viejo San Juan, quizá desde el aire, entenderá que esa área geográfica de la capital puertorriqueña está ubicada al noroeste de esta ciudad, al norte de la Bahía de San Juan y al noreste de las costas de los municipios vecinos de Cataño y Toa Baja. O, al narrar desde allí, mencionará que es la ciudad amurallada donde están La Fortaleza, El Morro y las calles adoquinadas. La utilización de mapas es vital en la identificación de la localización relativa.
Para el desarrollo de una crónica es importante entender que ningún lugar opera de manera aislada. Por ejemplo, si se va a trabajar un escrito sobre la inauguración de un puente para el tránsito de vehículos, es importante saber dónde ubican el barrio y pueblo que serán usuarios de esa infraestructura. Con el análisis de localización relativa se podrá comprender qué otras comunidades y pueblos se beneficiarán con el puente nuevo. Asimismo, conocer su localización permitirá que la crónica pueda integrar un análisis sobre cómo la movilidad y rutas cotidianas de las personas beneficiadas cambiarán tras la apertura de esta infraestructura vial.
2) Razona sobre la espacialidad de la ubicación.
El estudio de la geografía no se limita al ejercicio de localizar aquellos espacios y lugares que se desean comunicar o ilustrar. Es indispensable reflexionar sobre los motivos para que los lugares estudiados estén localizados dónde están. Por ejemplo, si el trabajo es sobre un área recreativa, se puede formular la siguiente pregunta: ¿Por qué el parque está ubicado en este barrio y no en otro?
En esta fase de análisis, puede ser útil la integración de una herramienta como Google Maps. El periodista debe seleccionar los espacios y lugares que resaltará en su trabajo y buscar esas mismas áreas geográficas en Google Maps. A medida que se cambie la escala del mapa digital para facilitar el análisis, se podrán observar e identificar algunos de los lugares y calles cercanas. Por ejemplo, si el interés principal del trabajo es describir o ilustrar una plaza de recreo y su iglesia, la herramienta de Google Maps aportará a ampliar la geografía bajo análisis por medio de la identificación de los comercios y calles cercanas.
Con esta integración de un mapa digital, se podrán analizar los posibles vínculos e interacciones entre el área principal que se destaca la crónica y aquellos espacios y lugares cercanos (ej. calles y edificios adyacentes). ¿Qué impacto tiene el área principal de la crónica o ensayo fotográfico sobre los lugares cercanos (y viceversa)? ¿Qué impacto tiene sobre la gente y su movilidad? ¿Qué aspectos culturales, ideológicos y económicos tienen relevancia en la comprensión de la geografía representada en la crónica o en el ensayo fotográfico?
Pensemos en aquellos trabajos que se enfocan en edificios abandonados en áreas urbanas. Es responsabilidad del periodista investigar sobre los usos que se le daban a ese edificio previo a ser una infraestructura abandonada o en desuso. De igual forma, es importante indagar sobre el impacto actual que tiene esa área en sus alrededores y en su geografía más próxima. Eso incluye analizar el rol de las personas que viven, transitan o frecuentan esa área. Este tipo de razonamiento espacial le dará más sustancia y contexto a lo que se quiere contar.
3) Lleva una libreta o cualquier dispositivo que permita tomar notas o trazar rutas.
La cámara fotográfica y el teléfono celular no son las únicas herramientas que se deben cargar cuando se hace trabajo de campo con propósitos periodísticos. La grabadora ayudará a captar aquellos sonidos que posteriormente podrán incidir en la selección de contenido. Cuando se decide salir a la calle para tomar fotos, observar o entrevistar, el periodista también se involucra en un recorrido. Para propósitos de la crónica, la narración se fortalece cuando se involucran aspectos relacionados al paisaje, las personas y sus comportamientos o lenguaje corporal, los sonidos, los olores, entre otros aspectos sensoriales. En el caso del ensayo fotográfico, este también puede integrar textos breves que complementen la historia contada por las imágenes. Asimismo, la consideración de aspectos tales como los gestos de las personas, los sonidos y colores brindarán referentes que ayudarán al fotoperiodista a escoger y ordenar aquellas fotos que mejor puedan proyectar o narrar el tema de enfoque.
4) Acude al área de interés en diferentes momentos.
En ocasiones, el razonamiento espacial o geográfico se fortalece con el análisis temporal. Una misma área puede presentar dinámicas de convivencia y movilidad diferentes, dependiendo el período del día, el momento en la semana o la estación del año. La geografía de un lugar puede variar, según el horario de un día o el mes. Por ejemplo, el contenido de una crónica sobre comercios de comida en zonas costeras estará influenciado por el momento en que se acudió al área. La hora y día de la semana influirá en las dinámicas de esa actividad económica contigua a las playas. Es de esperarse que una tarde de un día feriado presente más movimiento de consumo que un martes regular a las 10:00 a.m. Igualmente, la cantidad de gente y el perfil puede variar si la visita para fotografiar o entrevistar se hizo en febrero o en julio. Es muy probable que haya más bañistas en la playa durante julio si la playa seleccionada está ubicada en un país del hemisferio norte.
La decisión de acudir a un área en un horario o período específico puede ser el resultado de una reflexión previa que llevó al periodista a planificar su gestión partiendo de unos objetivos específicos. En ocasiones, resulta útil visitar el área de interés durante diferentes momentos. Además de ampliar la comprensión del lugar o sector geográfico que se estudia, las diferencias que se puedan observar como resultado de las visitas en distintos momentos podrían igualmente inspirar el desarrollo de narrativas sobre los contrastes que presenta una misma área, según las variaciones por hora, día o mes.
5) Cuestiona las formas de representación dominantes del área seleccionada.
Según se va trabajando el contenido de la historia, una de las reflexiones iniciales será pensar en qué criterios u objetivos llevaron al periodista a seleccionar un área o lugar para su trabajo. Algunos criterios están relacionados a aspectos tales como la popularidad, la diversidad de personas, los diferentes usos y servicios presentes, la historia de ciertas calles y edificios, entre otras características. En ocasiones, la información que se quiere contar puede ser similar a las narrativas o discursos dominantes sobre el área geográfica seleccionada. Por ejemplo, desarrollar una crónica o proyecto fotográfico sobre la Milla de Oro en San Juan puede prestarse a reproducir el discurso habitual que describe esa área como el sector que, con la presencia de sedes de bancos y entidades financieras, es referente de progreso y desarrollo económico. Sin embargo, no siempre tiene que ser así. El periodista puede y debe tener la capacidad crítica de cuestionar las narrativas dominantes que se asocian con determinadas áreas geográficas. En la Milla de Oro se podría optar por contar una historia desde la mirada de un trabajador de la limpieza, un cocinero, un chofer, o cualquier otro oficio que tradicionalmente no se asocia al gran capital financiero.
Si bien cada periodista tendrá sus propios objetivos en términos del mensaje e información que quiera expresar en su proyecto, la función del periodismo no es repetir o reproducir aquellos discursos promovidos desde el oficialismo y los grupos de poder. Por tal razón, es necesario investigar las características del área seleccionada, incluyendo las contradicciones, luchas y posibles elementos de resistencia de las comunidades adyacentes. Si se analiza de manera crítica, el ejemplo de la Milla de Oro también puede llevar al periodista a cuestionar las ideologías dominantes que se usan para definir ese paisaje cultural en la ciudad capital. Este acercamiento crítico también le llevará a identificar aquellas voces que presentan otras visiones alternativas sobre lo que representa la Milla de Oro. Deberá indagar, además, sobre aquellas personas o grupos que son invisibilizados por las representaciones dominantes del paisaje en cuestión (¿Qué comunidades cercanas a la Milla de Oro no forman parte de las representaciones dominantes de este paisaje?).
Así como hay personas alrededor de toda América que se movilizan a las calles para cuestionar la existencia de monumentos a colonizadores o corruptos en espacios públicos, el periodista y fotoperiodista deben igualmente usar su ojo crítico para evadir las narrativas dominantes sobre determinados espacios y lugares. Como sabemos, en el periodismo se cuestiona e investiga para poder fiscalizar. Un acercamiento crítico desde la geografía aportará a fortalecer una narrativa centrada, no solo en la descripción, sino también en la problematización de paisajes. Así como la geografía es mucho más que ubicar lugares en un mapa, el trabajo periodístico va más allá de presentar o narrar estampas de manera acrítica. En el caso de las crónicas y los ensayos fotográficos, se debe aspirar a contar historias que inviten a la audiencia a problematizar la geografía cultural de los espacios y lugares.
Rafael R. Díaz Torres es integrante de Report for America