Recogido de escombros de la mayoría del país recae en una sola compañía escogida por el Cuerpo de Ingenieros

Cada vez que Angélica Ramos sale de su casa y unos cuantos metros más abajo llega a la carretera 185 en el Barrio Carruzos de Carolina ve cómo al costado de la vía se siguen acumulando los trastos, muebles, colchones, tablas y escombros. No muy lejos de ahí, en el sector Los Chalaos al lado de la parada de guaguas, frente a una gallera abandonada, también los escombros se amontonan según pasan los días. Adrián López, quien vive cerca de la estructura desde hace unos 30 años, asegura que se trata de basura acumulada tras el paso del huracán María. El hombre de 58 años y analista de sistemas dice que desde cucarachas y ratones, hasta moscas, mosquitos y todo tipo de insectos se están propagando desde allí. En el barrio Santa Cruz del mismo municipio, Carmen Sánchez, de 45 años, perdió gran parte de la casa en la que vivía en un segundo piso debido al azote de María.