Deforestación de mangles deja a las Islas Vírgenes Británicas aún más vulnerables al cambio climático

Cuando Donald De Castro era un niño en la década de los 1940s, los manglares bordeaban la costa y los cayos frente a la pequeña casa familiar frente al mar en las Islas Vírgenes Británicas.

Hoy, la mayoría de esos manglares no existen. Han sido reemplazados por relleno de terreno (ganado al mar) para expandir la capital de Road Town, que ahora cuenta con un poblado para recibir cruceros, marinas con cientos de yates anclados y edificios de oficinas que albergan la efervescente industria de servicios financieros de este territorio.