La periodista Cristina del Mar Quiles se adentra en las fallas del sistema de justicia al atender casos de violencia machista en Puerto Rico. El episodio presenta cómo las sobrevivientes y víctimas enfrentan este proceso, y qué cambios debe haber en los tribunales.
Muchas de las madres de las víctimas de feminicidios ignoran su propio trauma y su pérdida para hacerse cargo de los nietos que quedaron huérfanos por culpa de la violencia machista.
“Where’s mom?,” asks Sgt. Roberto Mercado at the doorway of the light green house, located in the La Fuente neighborhood, in the town of Florida.
Behind the window, a 2-year-old boy responds by looking down at the floor next to him.
“For me, it was a sign that his mom was dead,” says the Puerto Rico Police negotiator about the femicide that he had to handle on the afternoon of June 30, 2018.
“¿Dónde está mamá?”, pregunta el sargento Roberto Mercado a la entrada de la casa verde claro, ubicada en la urbanización La Fuente, en el municipio de Florida.
Detrás de la ventana, un niño de 2 años responde dirigiendo la mirada hacia el suelo, a su lado.
“Fue, para mí, una señal de que mamá estaba muerta”, cuenta el negociador de la Policía de Puerto Rico sobre el feminicidio que le tocó atender la tarde del 30 de junio de 2018.
Emmanuel Córdova Vendrell había asesinado de un disparo a su pareja Loren Figueroa Quiñones, de 30 años, frente al hijo menor de ella, tras horas de haberla mantenido como rehén. Otro hijo de la mujer, de 8 años, había escapado corriendo de la residencia durante la discusión. Luego de cometer el crimen, el asesino se suicidó. Todo ocurrió frente al más pequeño, que fue quien, con sus pies mojados en la sangre de su mamá, vestido con pantalón corto y sin camisa, abrió la puerta de la casa a los agentes. Mercado lo cargó al hombro, mientras lloraba, y lo entregó a su abuela materna.