Contrario a lo que el Gobernador ha dicho desde septiembre de 2009, y lo que su Consejo de Economistas reiteró en enero, la economía de Puerto Rico no ha tocado fondo y el desempleo público y privado son los factores que más amenazan la recuperación.
Estas son algunas conclusiones principales del análisis de los economistas del Banco de la Reserva Federal de Nueva York publicado hoy y que, en términos estadísticos, resalta el pocas veces discutido hecho de que el sector privado en la Isla ha perdido el 13 por ciento de sus empleos. La cifra refleja una caída en picada que comenzó aproximadamente en 2005. “La reducción en el índice económico coincidental de Puerto Rico ha sido provocado primordialmente por la picada en el empleo privado reportado”, concluyeron.
“Esta es una cifra enorme y nos va a tomar varios años recuperar esos empleos”, reaccionó el director de Política del Centro para la Nueva Economía, Sergio Marxuach.
A la reducción en cantidad de empleos del sector privado, se une la reducción en la calidad de ese empleo. “En los últimos 30 años el ingreso promedio semanal de los trabajadores privados ha crecido menos rápidamente que los ingresos de sus contrapartes estadounidenses”, reiteraron los técnicos.
“La economía de la Isla todavía no ha dado señales de tocar fondo”, indicó el grupo de economistas del Banco cuyo presidente, William C. Dudley, subrayó que Puerto Rico “ha experimentado un período de reducción (económica) considerablemente más largo y profundo” que Estados Unidos o Nueva York.
El Banco también desinfló el globo que representa la teoría de que Puerto Rico puede aspirar a ser la Irlanda del Caribe, por su nivel de desarrollo económico. “La esperanza de que Puerto Rico puede sobrellevar sus problemas para convertirse en la próxima Irlanda, una isla nación que ha emergido como uno de los países más ricos de Europa a pesar de sus niveles de pobreza, puede no ser realista”, indicaron.
Las conclusiones del Banco chocan con el Gobernador Luis Fortuño, quien le dijo a una asamblea de contadores públicos autorizados en septiembre de 2009 que “nuestra economía ha empezado a tomar un giro hacia terreno positivo” y que “estamos confiados de que lo peor ya pasó”. Estas expresiones han formado parte del discurso gubernamental diario y son la base para la proyección que el Partido Republicano le ha dado al Gobernador en medios estadounidenses por haber hecho un “milagro” en Puerto Rico aplicando los “principios” republicanos para atajar un déficit.
“La reducción del sector gubernamental puede tener algún efecto negativo a corto plazo en la actividad (económica) agregada… aunque algunos pueden argumentar que un gobierno más pequeño podría facilitar una tendencia de crecimiento más alta en el sector privado, el recorte de empleos podría afectar adversamente el crecimiento en el corto plazo”, explicaron los economistas del Banco.
Al notar que la proporción de empleados públicos es el doble del promedio en los Estados Unidos y produce un nivel de impuestos altos, el Banco apuntó que “un asunto principal para el Gobierno es balancear” entre la carga de impuestos que produce el sector público y el beneficio de la intervención gubernamental a favor de grupos desventajados.
El informe del Banco está basado en datos de la propia Junta de Planificación, el Departamento del Trabajo y Recursos Humanos, y el Censo.