Los chavos de María
Agencias miran para el lado ante la población de jóvenes sin techo seguro en Puerto Rico
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Nahir cursaba el décimo grado cuando los vientos del huracán María arrancaron las puertas de su casa. Un deslizamiento de terreno provocó, además, que la terraza de la parte de atrás de su hogar cayera risco abajo y debilitara la estructura a la que, tres años más tarde, no ha podido regresar.
“Todas las cosas que teníamos se nos mojaron y estuvimos viviendo hasta diciembre de 2017 en casa de mi mamá” explicó Inés López Serrano, madre de Nahir y de otros dos niños de 12 y 14 años. Aunque hay diferencia en las cifras de menores sin hogar en los últimos tres años académicos que se informan por el DE y por la agencia homóloga federal, en lo que sí coinciden las cifras en general es en que hay más de 4,000. En el año 2019-2020, para el que no hay datos federales disponibles, el Programa Educativo para Niños y Jóvenes Sin Hogar Fijo del Departamento de Educación que dirige Norma Rivera, informó 4,333 menores sin hogar fijo. “Sin hogar”, según la definición del Departamento de Educación federal, incluye a los estudiantes cuyas familias se quedan en casas de parientes o amigos, en moteles, en refugios o residen en viviendas consideradas “vivienda deficiente” al carecer de algún servicio básico.