LUMA no cumple con lo que dice su plan para emergencias

OROCOVIS — En el barrio Bauta Abajo en Orocovis no se ven cables del tendido eléctrico ni postes en el suelo. Pero a 12 días del azote del huracán Fiona, que produjo inundaciones devastadoras en el suroeste de Puerto Rico, las 1,308 personas que residen en este barrio batallan contra el ciclón del aislamiento y la falta de energía. Son las dos menos cinco de la tarde del primer sábado de octubre y el ruido de una pequeña planta eléctrica de 2,000 vatios obliga a doña Plácedes Virgen Collazo Colón a levantar la voz. Tiene 71 años, es paciente de obesidad mórbida y llama a su esposo para que la ayude a coger un pequeño envase donde están sus medicinas. El movimiento, en teoría, es fácil.