En la carrera por aprobar un presupuesto oportuno para el año fiscal próximo, con gastos proporcionales a los ingresos recurrentes del Estado, el concepto de “hacer más con menos” que el gobierno intenta venderle al país es una falacia con consecuencias sociales difíciles de superar.
En ello coinciden economistas y analistas entrevistados por el Centro de Periodismo Investigativo (CPI), quienes señalan que la única forma en que un gobierno puede expandir y mejorar servicios, a la vez que baja costos, es transformando radicalmente sus procesos e implantando un riguroso sistema de medición de desempeño.
Empero, ese cambio radical que es tan necesario, y los sistemas de medición que se requieren para garantizar su efectividad, no están contemplados en la madeja de medidas legislativas presentadas para lograr el cuadre fiscal del país para el año fiscal que comienza el primero de julio.
“Lo que está propuesto carece de análisis de racionalidad del funcionamiento de las agencias y los recortes están propuestos en función de criterios mecánicos. Todo está basado en un pensamiento primitivo desde un punto de vista estrictamente administrativo”, afirmó el economista Santos Negrón Díaz, quien comparó el impacto de los recortes a salarios y beneficios económicos propuestos bajo la Ley de Sustentabilidad Fiscal del gobernador Alejandro García Padilla, con los miles de despidos en el servicio público bajo la Ley 7 de la administración de Luis Fortuño.
“Si ya estaban mermadas las fuerzas por los despidos masivos y ahora le vas a quitar recursos a una plantilla muy debilitada, es ilusorio pensar que vas a poder aumentar la productividad y mantener el mismo nivel de servicio,”, explicó el ex director del Área de Planificación Económica y Social de la Junta de Planificación.
Las 40 medidas que acompañan el presupuesto para el año fiscal 2014-15, se centran en la suma y resta para lograr la reducción de $1,400 millones en gastos, una consolidación de agencias carente de un rediseño administrativo dirigido a producir eficiencia, y una declaración de emergencia fiscal por los próximos tres años que trastoca derechos contractuales de servidores públicos. Para el abogado y analista político, Noel Colón Martínez, representa la suspensión de derechos civiles parciales por vía de orden ejecutiva.
“Cuando un gobierno impone más impuestos y arbitrios que gravan la vida de la gente, en especial la clase media, sin generar productividad que compense ese proceso, y sin aumentar el empleo o la inversión, y se sigue gravando los empleados (públicos) que siguen en el sistema sin mejores condiciones de trabajo, entonces hacer más con menos es una imposibilidad total”, sostuvo el letrado refiriéndose a los tributos impuestos en el verano pasado que buscaron aumentar en $1,400 millones los recaudos del estado.
La merma es producto de que un 53% de las corporaciones pidieron prórroga para la radicación de sus planillas, y no enviaron el pago o enviaron una cantidad menor.
“Hacienda está apostando a que los recaudos van a mejorar el mes que viene cuando entren las prórrogas que vinieron sin pago, pero el problema es que no hay de dónde pagar; el gobierno ha dejado a las empresas en la inopia”, afirmó Gutiérrez, para quien la complicación viene de la llamada “patente nacional” porque está diseñada para gravar el volumen total de ingresos sin considerar costos.
La “patente nacional” es un impuesto que grava la totalidad de los ingresos de una empresa, además de capital o propiedades preexistentes, pero excluye los costos operacionales que afectan la ganancia neta. Al excluir los gastos operacionales de la ecuación, las empresas están obligadas a pagar el sobrecargo, aún cuando una empresa tenga pérdidas y, en otros casos, podría gravar la totalidad de las ganancias si la empresa tiene escaso margen de ganancias.
Este impuesto fue cuestionado en los tribunales por la Cámara de Mercadeo, Industria y Distribución de Alimentos (MIDA), pero el Tribunal Supremo de Puerto Rico emitió un “No ha lugar” a la petición de Certificación incoada por la organización.
Menos más menos, es menos
Algunas de las instrumentalidades públicas sencillamente no tendrán los recursos para mantener el mismo nivel de prestación de servicios, muy a pesar de que el director de la Oficina de Gerencia y Presupuesto (OGP), Carlos Rivas Quiñones, aseguró que las reducciones fiscales no afectarían los servicios esenciales a la ciudadanía.
Por ejemplo, de aprobarse el presupuesto como recomendado, la Administración de Seguros de Salud (Ases), que maneja el plan médico Mi Salud, recibiría un recorte de 50% en la partida de gastos para promover y garantizar la fiscalización de las aseguradoras participantes en el plan.
Mientras, ante la pérdida de $11 millones, equivalente a un 12.2% del presupuesto vigente, ya el administrador interino de la Administración de Servicios de Salud Mental y Contra la Adicción (Assmca), José Flores, advirtió en vistas públicas que se afectarán servicios esenciales y se imposibilitará a la agencia asegurar mayores protecciones y garantías de calidad de servicio a sus beneficiarios.
Esto es particularmente cierto para instituciones como el Hospital de Psiquiatría de Ponce, una institución plagada por problemas reconocidos por Assmca de falta de personal, carencia de medicamentos, pagos tardíos a médicos, y dificultades para contratar los servicios profesionales para ofrecer servicio directo a pacientes -como médicos, psiquiatras, psicólogos, trabajadores sociales, y otros- que se verá precisada a operar con $1.4 millones menos de su presupuesto operacional vigente.
Y mientras el equipo económico del Gobernador anunció que trabaja en un plan de desarrollo económico para generar crecimiento e inversión, al Instituto de Estadísticas, se le recortará el presupuesto en un 50%, afectándose con ello proyectos como las mejoras que se necesitan en la metodología estadística del Producto Interno Bruto y las Encuestas de Empleo, vitales para la competitividad del país y el diseño de políticas de vanguardia.
“Eso es una gran contradicción”, sostuvo Negrón Díaz. “Cómo van a estrangular la fuente de información. Se repite el mismo proceso de recortar sin tener criterios y medición del impacto en la productividad. Lo que han hecho es un recorte mecánico sin medir el impacto cuantitativo”, agregó.
En el área de transporte, OGP recomendó una reducción de presupuesto de $36,116,000 (42.4%) para la Autoridad Metropolitana de Autobuses (AMA), ante la esperada aprobación de un anteproyecto de ley para crear una nueva Autoridad de Transporte Integrado, que consolidaría la AMA con la Autoridad de Transporte Marítimo y el Tren Urbano. Sin embargo, de no ser aprobado el proyecto, los fondos operacionales de la AMA estarían disponibles según el ejercicio del criterio fiscal y gerencial de la OGP.
Programas de desarrollo social de la niñez y la juventud también quedarán severamente afectados por las reducciones, como es el caso del Conservatorio de Música cuyo programa de transformación social por medio de la música y la creatividad mediante un sistema de orquestas y coros juveniles e infantiles, recibirá una reducción de $200,000 como resultado de los ajustes fiscales incluidos en el presupuesto del próximo año.
Mientras, en la Autoridad de Desperdicios Sólidos (ADS), se eliminan $2 millones para el Programa de Reciclaje y la corporación tendrá que asegurar la continuidad del programa con recursos propios. ADS está además en a lista de agencias que serían fusionadas administrativamente.
Como estos, abundan muchos otros ejemplos de cómo la insuficiencia de fondos afectará la prestación de servicios y esto, sumado a los trastoques de nómina y beneficios en las agencias, supondrá tensiones sociales que profundizarán la crisis socioeconómica del país, según los entrevistados.
Para Gutiérrez, el impacto de los recortes en la productividad del país está forjando lo que describió como “un ghetto de viejos pobres”.
Se mueve el gasto de un lado a otro
De otra parte, los entrevistados pusieron en entredicho el reclamo del gobierno de que las fusiones de 25 dependencias públicas a otras agencias afines producirán los ahorros y las eficiencias que el gobierno alega.
De hecho, el director de OGP, Rivas Quiñones, reconoció que el ahorro contemplado es de unos $2 millones, un ahorro ínfimo para un país que carga una deuda de $72,000 millones.
“Eso es un ahorro de poca monta. El criterio no puede ser cuánto se gasta sino cuán eficiente es el servicio. Esta reducción indiscriminada de gastos es un lastre que tiene un costo en la productividad”, dijo Negrón Díaz.
Asimismo, tanto Negrón Díaz como Colón Martínez recordaron que la experiencia en el país con las fusiones y las llamadas reformas gubernamentales demuestra que ninguna ha tenido el efecto transformador deseado.
“Ninguna de las fusiones ha reducido costos ni mejorado el servicio”, afirmó Colón Martínez. “Eso lo único que hace es mover el gasto de un lado para otro”.
Contracción en medio del estancamiento
Los recortes propuestos en el presupuesto vendrán a contraer una economía que ha estado por los últimos ocho años estancada, concluyeron los entrevistados.
“Si reduces los gastos y la inversión del gobierno en infraestructura, reduces dos elementos dinámicos de nuestra economía; no es factible crecer”, sostuvo Negrón Díaz, quien además aseguró que la única forma de mitigar este impacto es trayendo inversión del exterior.
Pero, para Gutiérrez, el impacto de la crisis fiscal en la economía hace mucho rebasó los límites del estancamiento.
“Lo que estamos viendo no es el derrumbe del ELA – como aseguran algunos- sino el de una economía y de un gobierno cuyo único fin es velar por su existencia misma”, aseguró Gutiérrez. También auguró que el desenlace de la merma en ingresos, faltando dos meses para el cierre del año fiscal en curso, será la quiebra de ciertas corporaciones públicas que no podrán cumplir con sus obligaciones ante los bonistas.
Con todo el respeto y hasta admiración que puedo confesar ante la figura del economista Santos Negrón Díaz me permito disentir de su planteamiento. Si hubiese que sintetizar el debate solamente tendríamos que citar el ejemplo de las ciencias militares donde el desarrollo de la guerra moderna ha sido un constante emplazamiento de lograr más con menos. Pero permita hacer una apretada síntesis de los estudios que ha publicado el Harvard Businees Review sobre el tema (son varios):
La mayoría de los trabajadores se quejan de estar sobrecargados de responsabilidades, pero muy pocos están dispuestos a renunciar a ninguna de ellas. Es una de las grandes contradicciones de la vida organizacional: personas son dadas a hacer (aprender) cosas nuevas, pero rechazan parar ciertas actividades, es una especie de inercia de seguir haciendo lo mismo (generalmente de la misma manera para lo cual tantas veces buscan el ejercico de la racionalización para justificarse).
Los trabajadores quieren creer (y convencer a los demás) que lo que están haciendo es absolutamente crítico y posiblemente no se puede detener. Aunque es un poco más fácil identificar actividades innecesarias que otros están haciendo, es arriesgado admitir que mis actividades no están agregando valor. Después de todo, si dejo de hacerlas, entonces ¿qué haría?
Ergo tareas innecesarias continúan y muchas veces de la manera menos eficiente.
Haciendo más con menos nos obliga a redefinir cómo agregamos valor. Seguir confiando en nuestras capacidades individuales grandemente limita lo que en realidad podemos contribuir y nos pone en desventaja.
Un artículo reciente de Harvard Business Review describió cómo una empresa de cemento separó su opciones de productos: fuerte concreto para columnas de apoyo de aquellos y concreto “viable” para poner en paredes y escaleras. También separó a los clientes que buscan alta servicio de aquellos que buscan “sólo lo básico.”
¿El resultado? Cada segmento se convirtió en más grande y más rentable. Eliminando elementos no esenciales para ofrecer mejores precios, la compañía fue capaz de aumentar considerablemente la rentabilidad de su negocio de cemento.
Otros ejemplos:
Considere un estudio realizado por la NASA, en colaboración con la Administración Federal de aviación (FAA), de los pilotos en vuelos de largo recorrido. Un grupo de pilotos fue dado la oportunidad de tomar siestas de 40 minutos de vuelo y terminó siendo un promedio de 26 minutos de sueño real. Su tiempo de reacción promedio mejora un 16 por ciento tras sus siestas.
Pilotos sin dormir la siesta experimentaron un deterioro de 34 por ciento en el tiempo de reacción.
O considere el estudio de la Academia de música de Berlín. El mejor de los violinistas había practicado en sesiones de no más de 90 minutos con un descanso entre cada uno. Casi nunca practicaron más de 4 horas y media más de un día. Instintivamente lo que entendían era la ley de los rendimientos decrecientes.
Los mejores violinistas también tienen un promedio de más de 8 horas de sueño cada noche y toman una siesta de 20-30 minutos cada tarde.
Escenario de oficina:
Dos personas de igual capacidad trabajen en la misma oficina. Por comparación, digamos que ambos llegan al trabajo a las 9 cada día y salen a la misma hora.
Uno trabaja esencialmente sin parar, haciendo malabares con las tareas en su escritorio y corriendo entre las reuniones durante todo el día. Ni siquiera come. ¿Suena conocido?
El segundo, por el contrario, trabaja intensamente por aproximadamente 90 minutos y luego toma un descanso de 15 minutos antes de reanudar el trabajo. A las 12:15, sale a almorzar durante 45 minutos. A las tres (pm) toma un descanso. A veces se convierte en una siesta de15 ó 20 minuto.
El primero gasta 10 horas en el trabajo. Comienza trabajo en alrededor al 80 por ciento de su capacidad, instintivamente estimulándose a sí mismo, porque él sabe que tiene delante un largo día.
Por la tarde siente un cansancio que se refleja en que cae al 60 por ciento de su capacidad. Termina las últimas horas de su jornada alrededor del 40 por ciento de su capacidad.
Se llama la ley de los rendimientos decrecientes y me atrevo a sugerir que muchos sino todos los hemos aterstiguado.
El promedio del primero durante 10 horas es de 60 por ciento de su capacidad, lo que significa que efectivamente ofrece 6 horas de trabajo.
El segundo trabaja las mismas 10 horas. Se siente cómodo trabajando al 90 por ciento de su capacidad, porque sabe que va a tener un descanso. Después del almuerzo, aún está en el 70 por ciento durante las últimas tres horas del día. Durante ese tiempo, trabaja a un promedio de 80 por ciento de su capacidad, así que totaliza casi 6 horas y media de trabajo — una media hora más.
Más con menos.
Hay un malentendido fundamental sobre cómo funcionan los seres humanos. La mayoría de nosotros asume erróneamente que estamos destinados a funcionar como computadoras — a altas velocidades, continuamente, durante largos períodos de tiempo, ejecutando varios programas simultáneamente. No es cierto. Los seres humanos estamos diseñados para ser rítmicos.
¿Por qué las organizaciones automáticamente no hacen ajustes de eficiencia (más con menos)…???
Una explicación importante es debido a lo que yo llamo “la paradoja de la claridad,” que puede resumirse en cuatro fases predecibles:
Fase 1: Cuando tenemos claridad de propósito, logramos el éxito.
Fase 2: Cuando tenemos éxito, logramos más opciones y oportunidades.
Fase 3: Más opciones y oportunidades, conduce a esfuerzos difusos (por necesidad tenemos que ampliar en foco de la acción y atención).
Fase 4: Esfuerzos difusos socavan la misma claridad que lleva a nuestro éxito en el primer lugar.
Curiosamente, y exagerando el punto, el éxito es un catalizador para el fracaso.
¿Qué podemos hacer para evitar la paradoja de claridad..???
En primer lugar, usar criterios más eficientes. En segundo lugar, preguntar “¿Qué es esencial?” y eliminar el resto. Todo cambia cuando nos damos permiso para eliminar lo prescindible. En tercer lugar, tener cuidado con el efecto de dotación también conocido como la aversión de desinversión, el efecto de la dotación se refiere a nuestra tendencia a valorar un elemento más cuando nos que creemos somos los dueños de dicha actividad (mi trabajo, mi forma de hacer las cosas; y es que la sobrevaloración que es una forma de distorsión de la realidad/ en otras palabras realmente no es tan importante).
Trabajo se define como desplazamiento de energía: la perspectiva del universo compacto.
Como un asunto de datos empíricos en un sistema complejo, la capacidad es indirectamente proporcional al volumen de complejidad o grado de más con menos, tal vez es difícil de entender al principio pero como prueba de la física el universo es un conjunto donde la energía constantemente hace más con menos.
La navaja de Occam es el principio de la filosofía y de la ciencia que los supuestos introducidos para explicar una cosa no deben multiplicarse más allá de la necesidad, y por lo tanto el más simple de varias hipótesis es siempre la mejor en la contabilización de hechos inexplicables. Una regla en la ciencia y la filosofía que indica que las entidades no deben ser multiplicadas sin necesidad.
“Todo debe hacerse lo más simple posible, pero no más simple…” La concisión de esta cita bien podría ser un resumen de las últimas páginas de Einstein “El significado de la relatividad.” Este principio se remonta por lo menos a Aristóteles, que escribió “La naturaleza opera de la manera más breve posible.” Stephen Hawking escribe en “Una breve historia del tiempo” : “Parece mejor emplear el principio conocido como la navaja de Occam y cortar todas las características de la teoría que no se pueden observar.”
No es tampoco muy difícil sustraer de la teoría evolucionista que los sistemas vivos tienden a deshacerse de los órganos innecesarios.
Finalmente en un escenario directamente asociado a un gobierno encarando una severa crisis económica el presidente Franklin Delano Roosevelt dice y cito: :”La prueba de nuestro progreso no es si añadimos más…; es si proveemos suficiente…”
Segundo Discurso Inaugural (20 de enero de 1937)
Por estas y otras razones tengo que disentir… (publicado originalmente en la nota de Noticel).
Muy interesante su reflexion Sr. Ortiz, muy completa y con muchos ejemplos, yo agregaria lo siguiente como ejemplo: Nuestro cerebro cuando se ve obligado por alguna presión, sobretodo a un tiempo limitado para la realización de una actividad importante se vuelve más eficiente y eficaz, ¿porque?, esto a muchos nos sorprende el saber que fuimos capaces de lograr el objetivo deseado. ¿pero a que se debe todo esto?, no es que hayamos hecho “mas con menos”, es que optimizamos nuestro tiempo y los recursos y dejamos de hacer algunas cosas para hacer unicamente las cosas importantes y es como sacamos provecho y parece que hacemos “mas con menos” recursos, pero en realidad lo que hicimos fue optimizarlos, si quiere a esto llamarlo “hacer mas con menos ” es unicamente un decir, pero en realidad lo que estamos haciendo es optimizar, es decir ordernar y ejecutar de la mejor forma posible. ser eficaz es lograr el efecto deseado, ser eficiente es cumplir adecuadamente en tiempo y forma una función, sacar provecho de algo explotando su capacidad máxima, sacar más que lo que nos da la capacidad yo le llamaria un milagro, lo que deberiamos plantearnos es cual es el limite de mis recursos y como sacar mayor provecho de ellos, entonces debemos preguntarnos ¿queremos hacer mas con los mismos recursos? o ¿hacer lo mismo con menos recursos? en ambos casos la solución es optimizarlos, es decir hacer las cosas mas importantes de la mejor forma posible. asi es como se logra la magia de la contradicción “hacer mas con menos”.