Todavía no eran las 10:00 de la mañana y ya había algunas personas con cerveza en mano. Otras tomaban café. Residentes de Naguabo y Humacao compartían en un negocio de venta de pescado y mariscos ubicado en la colindancia entre ambos municipios y se confundían en pláticas llenas de optimismo. Pensaban que ese viernes, 13 traería buena suerte y la fiesta probablemente terminaría en el Malecón de Naguabo.
Esa mañana de diciembre marcó el fin de la disputa entre los residentes del sector Tropical Beach y la Autoridad de Carreteras y Transportación (ACT). El puente sobre el Río Santiago, en el kilómetro 67.7 de la carretera PR-3 en Naguabo, finalmente sería inaugurado.
Los actos de desobediencia civil llegarían a su fin. Ya no habría necesidad de que ciudadanos naguabeños removieran las vallas puestas por Carreteras cada vez que la agencia cerraba el puente aduciendo razones de seguridad. Con la inauguración del puente temporal, construido encima del que se socavó por el huracán María en el 2017, terminaba la desesperación de residentes y comerciantes que durante meses retaron la directriz del Gobierno y buscaron la manera de cruzar. El puente roto era un recordatorio diario del abandono que sentían las personas de la región este del país de parte del Estado.
Pero, al igual que otros puentes inaugurados en el 2019 luego de que colapsaran o fueran destruidos por el poderoso ciclón de septiembre 2017, la estructura en Tropical Beach es temporera, aunque costó $2.5 millones.
Los principales medios de prensa llegaron a Naguabo esa mañana por la comparecencia de la gobernadora Wanda Vázquez Garced. Mientras los residentes del área celebraban la apertura de puente como la noticia más importante del mes, los periodistas viajaron al este en busca de las declaraciones de la Primera Ejecutiva que confirmaran el rumor sobre su aspiración a la gobernación en las elecciones generales del 2020.
Hubo que esperar hasta el lunes siguiente para que se disiparan las especulaciones y anunciara su intención de aspirar al principal cargo del país bajo la insignia del Partido Nuevo Progresista.
La ceremonia en Naguabo sin embargo, lo anticipaba. Fue un evento proselitista en el cual políticos y otros funcionarios buscaron congraciarse con la ciudadanía mientras reclamaban crédito por la apertura del puente. Además de Vázquez Garced, allí llegaron el alcalde de Naguabo, Noé Marcano, el secretario del Departamento de Transportación y Obras Públicas (DTOP), Carlos Contreras, el senador de distrito, Miguel Laureano, la directora de ejecutiva de la ACT, Rosana Aguilar Zapata, el alcalde de Humacao, Luis Raúl Sánchez, y hasta el cura del pueblo, el Padre José Colón.
La Gobernadora escuchó con solemnidad las palabras del sacerdote católico.
“Venimos a pedir puentes de entendimiento entre el pueblo silente que no tiene a veces ningún tipo de representante con las autoridades civiles o las autoridades gubernamentales”, declaró Padre José durante la invocación religiosa que abrió el evento oficial del Estado.
Los funcionarios de Gobierno presentes aplicaron lo que el filósofo italiano, Nicolás Maquiavelo, decía sobre la religión como la cualidad más importante que un político debe aparentar si desea mantener el favor de su pueblo.
“Primero damos gracias a Dios de estar aquí en esta comunidad”, indicó el Alcalde de Naguabo al inicio de su mensaje.
Varias personas respondieron con un “amén” al unísono.
Decenas de ciudadanos llegaron y se aglomeraron detrás de la carpa que guareció a políticos y periodistas de chubascos que eran de esperarse en el denominado ‘pueblo de los enchumbaos’. Detrás del podio de la Gobernadora, una cinta cubría el acceso al puente que minutos después sería inaugurado para beneficio de naguabeños, humacaeños y visitantes.
Por momentos, la ceremonia parecía la homilía de una Misa de Gallo en Nochebuena.
“Este es el regalo de Navidad de nosotros, de la Autoridad de Carreteras, del Departamento de Transportación y Obras Públicas, de los alcaldes, de la Gobernadora que siempre nos apoya muchísimo. El mejor regalo que le podamos a dar a ustedes. ¡Felicidades a todos!”, expresó Aguilar Zapata en medio de aplausos.
La apertura del puente fue una victoria para la comunidad que, con cada desafío a la directriz gubernamental de cerrar el puente, presionó para lograr acceso. Sin embargo, la Gobernadora, cual estratega política, no perdió la oportunidad para adjudicarse el crédito de la celeridad, dijo, con que se trabajó el proyecto. Sabía que en pocos días haría su anuncio sobre su candidatura.
“Este proyecto era para inaugurarse en febrero del 2020, pero la unión de colaboraciones entre todas las agencias, el compromiso que había con estos residentes y la identificación de la necesidad que había para que ustedes tuvieran este acceso lo antes posible, permitió la unidad de esfuerzos para que hoy lo estemos inaugurando con dos meses de anterioridad”, comentó, haciendo bueno otro principio maquiavélico plasmado en el libro El Príncipe: la virtud de un político “no se mide por sus intenciones, sino por sus resultados”.
Atrás quedaron los ataques públicos del alcalde Marcano al Secretario del DTOP. En esta ocasión, describió a Contreras como su “amigo”.
Aunque esta disputa entre gobierno central y el municipio había concluido, la lentitud de los trabajos de recuperación en infraestructura vial anticipa conflictos similares en otras regiones del país. Por ejemplo, en municipios como Utuado y Corozal los residentes han tenido que crear sus propios vados y puentes para movilizarse fuera de sus comunidades. La espera por la reparación de puentes, vados y carreteras ha obligado a la ciudadanía a improvisar sus propias vías de transportación como medida de sobrevivencia. Estos caminos comunitarios se han erigido con planchas de zinc, cables eléctricos, gomas y otros artefactos encontrados entre escombros.
La situación en la cual residentes de Naguabo desobedecieron las directrices del DTOP y la ACT fue solo un ejemplo de lo que ocurre cuando las comunidades se sienten olvidadas por el gobierno.
¿Cómo atender esto, sabiendo que los procesos de recuperación han sido lentos y que la gente necesita salir de sus hogares para trabajar y buscar servicios básicos?
“Yo entiendo la desesperación que ocurre en las comunidades cuando uno dice que tiene que cerrar una vía. Yo estoy consciente de las presiones que recibe; en este caso fue el Alcalde de Naguabo, pero también ocurre en todos los municipios. Las presiones que hay de la comunidad, que es la que se encuentra con el alcalde de día a día…”, respondió Contreras a preguntas del Centro de Periodismo Investigativo.
“Yo siempre lo he dicho; [la] seguridad está en mi lista número uno, es prioridad antes que la comodidad”, añadió sin precisar cuál es la estrategia o protocolo para lidiar en el futuro con las necesidades de la gente.
Vázquez Garced escuchó las declaraciones de Contreras, y aunque la pregunta del CPI no era dirigida a ella, parece que le incomodó la idea de que se dijera que su gobierno no tenía un plan.
“Tengo que añadir a lo que dijo el Secretario, a la preocupación que trajo el CPI: yo creo que la alternativa mejor para este tipo de situaciones es la que nosotros hemos establecido, que es el diálogo, la comunicación, donde ese tipo de información se dialogue, se discuta con el alcalde, con el funcionario del municipio”, agregó Vázquez Garced.
El nuevo puente temporero en Tropical Beach es de 240 pies de largo con dos carriles de 3.5 metros de ancho en cada dirección. Se erigió sobre el puente viejo. Las comunidades naguabeñas directamente beneficiadas son Tropical Beach, Santo Tomás, Botijas, la urbanización El Valle, Ganadería Borges, Mansiones de Húcares, Cala de Húcares y la urbanización Jardín del Este. En el área de Humacao, los sectores beneficiados son Punta Santiago, la Asociación de Pescadores de Punta Santiago, la urbanización Verde Mar y Villa Palmira.
Se prevé que al lado de la actual infraestructura se construya un puente permanente, pero se desconoce cuándo ocurrirá. Según Aguilar Zapata, las gestiones relacionadas a los planos, permisos y documentos ambientales deben concluir en algún momento del año 2020. No obstante, dijo que no será hasta el 2021 que se publicará el anuncio de subasta para los trabajos del puente permanente.
“¿Es por la lentitud en el desembolso de los fondos de recuperación que el gobierno ha tardado tanto en la reapertura de puentes? ¿Por esa razón es que todos los inaugurados este año son temporeros y no permanentes?”, preguntó el CPI al Director del DTOP.
“No es un issue de dinero, es un issue de que los procesos toman tiempo. Hay que cumplir con unos procesos ambientales… hay que hacer los planos”, respondió Contreras.
A pesar de las interrogantes en torno al futuro del puente, el ambiente era festivo ese viernes en Naguabo. La lluvia que inicialmente enchumbó la carpa de la ceremonia cesó. Al mediodía, un sol radiante adornó el cielo de la comunidad costera que le pondría fin al suplicio de tener que buscar una ruta alterna y más larga. La vuelta alargaba un viaje cotidiano media hora adicional de ida y la misma cantidad de tiempo para el regreso.
La Gobernadora, los dos alcaldes, el Senador de distrito y los funcionarios de DTOP y la ATP llegaron hasta el área de la cinta que cruzaba la entrada del puente. Antes de su corte oficial, una pastora protestante bendijo el área y declaró que “el Espíritu Santo unge este lugar”. La predicadora puso su mano sobre la frente de cada uno de los políticos que participaron del evento.
Habían transcurrido cinco minutos del mediodía cuando el corte de cinta posibilitó que las personas finamente transitaran el puente. El entusiasmo era evidente. Familias enteras llegaron al área, incluyendo parejas con bebés en coches. Una anciana caminó el trayecto en andador, mientras otra se movilizó poco a poco con su bastón. Los curiosos documentaron el momento con sus celulares. No faltaron quienes aprovecharon la ocasión para elogiar a la Gobernadora.
“¡Wanda, Wanda, Wanda!”, gritó un hombre, segundos después del corte de cinta.
Otros ciudadanos comenzaron a ingerir bebidas previendo un viernes de celebración. El residente de Punta Santiago en Humacao, Moisés Morales, no disimuló su entusiasmo al saber que esa tarde terminaría en el Malecón de Naguabo sin tener que dar una vuelta larga para llegar a su destino.
“Después de María siempre estuvo abierto, pero con el inconveniente del acceso, un solo carril. La Autoridad de Carreteras cerraba el puente y la misma gente lo abría. Esto es una zona vital. Tienes una zona corta de acceso, desde Punta Santiago hacia Naguabo. Con el cierre del puente mermó la actividad económica drásticamente”, explicó Morales mientras vaciaba en un vaso una de las bebidas alcohólicas que venden en bolsas de aluminio.
“Literalmente es como cruzar de un país a otro”, reflexionó el residente de Humacao al hacer referencia al puente que oficialmente fue cerrado por la ACT en julio 2019.
A pasos de la orilla de la playa, una pareja de ancianos observó la inauguración con esperanza. Se sentaron a pasos de su carro esperando ser de las primeras personas que pudieran cruzar el puente con su vehículo. Narraron lo difícil que fue vender sus productos agrícolas durante el tiempo que estuvo cerrado.
“No podíamos pasar. Hay una pollera que yo le vendo. Están los negocios que yo les vendo vinagre, vendo pique, ají, recao. Tenía que ir a Humacao para regresar para atrás, pero [ahora] aquí vengo directo y paso por ahí”, narró Miguel Ángel Pérez, mientras su compañera Mariluz observaba.
“Había que dar la vuelta. Era una vuelta como en U… como media hora yo le pongo, y cuidado si más”, comentó, por su parte, Mariluz Serrano.
La mujer enseñó de su celular una foto de un carro que se quedó varado en la arena por querer cruzar de Humacao a Naguabo por la playa y así ahorrarse la media hora que duraba el recorrido como resultado del puente cerrado.
“Quiso ahorrarse media hora y terminó pillao por un montón de horas”, añadió Serrano entre risas.
“Muchacho, esto es un alivio”, puntualizó Pérez con rostro de emoción, al ver y escuchar los bocinazos de los primeros vehículos que cruzaron el puente.
Rafael R. Díaz Torres es miembro de Report for America
Se especializa en temas de deporte, medios y sociedad. Ha trabajado como periodista en The Puerto Rico Daily Sun y NotiCel. También ha colaborado con los periódicos Diálogo y 80grados. Es profesor de Geografía en la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras. Posee maestrías en Geografía y Estudios Mediáticos de la Universidad de Penn State. Actualmente trabaja para el CPI como parte del programa Report for America.