El notable y agresivo desarrollo de producciones fílmicas en Puerto Rico le ha ganado en esa industria el mote de “Hollywood en el Caribe”. Pero, ¿benefician al gobierno de Puerto Rico los créditos contributivos que son la base de ese supuesto ‘boom’?
Proyectos fílmicos que en el pasado se atendieron desde la CCPR, y que fueron trabajados por Pimienta, presidida por Luis Ruiz Ruiz, son parte de la prolongada y compleja pesquisa que adquiere relieve internacional.
El Departamento de Justicia citó a Leandro Fabrizi, como presidente de la Asociación de productores cinematográficos y Audiovisuales (Apca), para atender una solicitud de investigación que esa organización hiciera a la agencia gubernamental sobre el funcionamiento de la Corporación de Cine de Puerto Rico.
El hijo de Myriam Ruiz, Luis Ruiz Ruiz, de la compañía productora Pimienta Films, recibe millones de la CCPR mientras otros proyectos reciben poco o nada. Ruiz Ruiz ha negado favoritismo y achacó esta situación a que trabaja de forma profesional.
En la Corporación de Cine parece que la corrupción no tiene color. La situación ha llegado a niveles alarmantes, se alega que millones de dólares han sido repartidos entre un pequeño grupo de favorecidos sólo por sus conexiones políticas.
La Constitución de Puerto Rico garantiza la separación de Iglesia y Estado como un principio preciado que protege a los ciudadanos del poder de la Iglesia y a la Iglesia del poder del Estado. En Puerto Rico, por influencia de una tendencia que viene desde Estados Unidos, cada día esa línea se hace más difusa. En tiempos de crisis fiscal vemos como el dinero público se utiliza para fortalecer organizaciones que se presentan como comunitarias pero con agendas de proselitismo religioso. Mira la lista de las organizaciones que recibieron millones de dólares en donativos legislativos desde 2008.