Las políticas federales impulsadas por la administración de Donald Trump han comenzado a desmantelar los limitados avances en diversidad, equidad e inclusión dentro de la Universidad de Puerto Rico (UPR), advirtieron más de 25 miembros de la comunidad universitaria entrevistados por el Centro de Periodismo Investigativo. 

Estas medidas —respaldadas por el gobierno de Jennifer González— ya provocaron la cancelación de un censo sobre personas afrodescendientes, la posible eliminación de baños inclusivos y la disolución del Comité Especial de Accesibilidad, Diversidad, Inclusión y Equidad creado en 2021 para establecer la política pública en los 11 recintos del sistema universitario. 

La situación agrava la exclusión de personas visiblemente negras, las comunidades LGBTIQ+, personas con diversidad funcional, mujeres y estudiantes de sectores empobrecidos, en un contexto marcado por la polarización ideológica, la desinformación y la falta de protocolos institucionales contra la discriminación.

A través de esta investigación, profesores y estudiantes comparten testimonios sobre cómo se experimentan las prácticas de exclusión, lo que evidencia que el Comité no había cumplido con su cometido, tal como adujo la Junta de Gobierno de la institución al eliminarlo. 

A diferencia de universidades en Estados Unidos, con estructuras más consolidadas para promover la diversidad, en la UPR estos esfuerzos apenas comenzaban a ganar terreno cuando comenzaron a ser revertidos en meses recientes.