Se le acabó el tiempo a la maestra. Sonó el timbre y los estudiantes van a entrar al salón. Los 50 minutos de capacitación se fueron hoy llamando a padres y madres que no le han dado seguimiento al desempeño de sus hijos en la escuela y en completar referidos a la trabajadora social. Esos 50 minutos que se fueron eran el tiempo que tiene disponible a diario para, en teoría, organizar el material de sus clases, subir información de sus estudiantes a los archivos digitales del Departamento de Educación (DE) o completar otras tareas.
Pero son cinco grupos los que atiende la educadora, que prefiere no compartir su nombre; al menos 125 estudiantes en total. El papeleo y la información que resta por documentar hoy se van con ella para la casa.