La idea de conectar las islas caribeñas mediante cables submarinos para crear una gran red que permita complementar los sistemas energéticos se está transformando de ser una quimera a iniciativas concretas que peritos del Banco Mundial ven viables; el gobierno de Barack Obama los impulsa y las Islas Vírgenes Estadounidenses la está encaminando contando con Puerto Rico.
La autoridad de energía y acueductos de las Islas Vírgenes recién acaba de cerrar el término para recibir propuestas en diciembre para la evaluación de impacto ambiental para el proyecto de interconexión con el este de Puerto Rico, que forma parte del plan de acción de producción de energía de dicha utilidad.
La V.I. Water and Power Authority (VIWAPA por sus siglas en inglés) hizo públicos los documentos de descripción del propuesto cable de 50 millas de transmisión de electricidad y telecomunicaciones entre una subestación de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) en Fajardo y la planta de Harley en St. Thomas. Otra posible interconexión sería entre el poblado de Frederiksted, en Santa Cruz, y la subestación de Yabucoa, una distancia más larga de 80 millas, pero a una profundidad de 340 pies, que sería la mayor de cualquier otro cable submarino existente en el mundo, haciéndola más costosa y requerirá más estudios.
Este proyecto está en el marco de la política pública de la administración Obama y de conversaciones internacionales que se vienen realizando desde hace varios años.
Un grupo de “economistas de la energía” y otros peritos comisionados por el Banco Mundial avalaron la interconexión de las islas del Caribe en una gran red como una solución regional al alto costo de la electricidad y para facilitar la diversificación de los recursos y mejorar la confiabilidad del sistema, tomando en cuenta inclusive los embates periódicos de los huracanes.
El exgobernador Luis Fortuño dijo en abril de 2012 que se hacían las gestiones con el gobierno federal para la creación de una “Red Energética Caribeña”, en la que Puerto Rico sería su eje, vendiendo el exceso de energía que produzca a las Islas Vírgenes y República Dominicana y que el Departamento de Energía de Estados Unidos había comenzado los estudios. La realidad es que esta idea lleva tiempo en desarrollo.
La Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) y la compañía InterAmerican Energy Sources LLC participaron de una cumbre ministerial de energía y clima de las Américas, en Washington D.C. en abril de 2012, donde participó la secretaria de Estado Hillary Clinton y se discutió la red para el Caribe. En esa cumbre estaban los ministros de energía de la región, oficiales de la comunidad de CARICOM (Caribbean Community and Common Market), la Organización de Estados Americanos, el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (IDB por sus siglas en inglés), quienes darían apoyo técnico en todos los estudios.
El secretario de Energía de EE.UU., Dr. Steven Chu, co-ganador del premio Nobel de Física de 1997, tras la reunión hemisférica anunció una serie de iniciativas bajo la denominada Alianza de Energía y Clima de las Américas (ECPA por sus siglas en inglés), con proyectos de cooperación, asistencia técnica y financiamiento, energía renovable, infraestructura eléctrica y preparación para terremotos.
ECPA es producto de la Quinta Cumbre de las Américas, de 2009, en la que Obama y otros líderes del hemisferio se comprometieron a impulsar proyectos de cooperación para desarrollar recursos energéticos limpios. El enfoque de ECPA es crear alianzas regionales que unan la sociedad civil con el sector privado para encontrar nuevas formas de producir y usar energía. Colombia también está desarrollando sus propias iniciativas en este marco.
Los ministros de energía y delegaciones de 32 países tuvieron dos días de reunión en la sede del BID con 200 empresas y organizaciones no-gubernamentales con miras en el crecimiento económico con bajo nivel de carbón. Allí se anunciaron los avances para las interconexiones y la iniciativa del Grupo de Trabajo Caribeño de Energía Sustentable. El Departamento de Energía se comprometió a dar apoyo técnico, incluyendo auspiciar talleres o seminarios para explorar su potencial con fuentes de energía renovable.
“Al conectar sistemas eléctricos a través de las naciones caribeñas, la región podrá desarrollar economías de escala y grandes mercados eléctricos, lo cual ayudará a facilitar la transición hacia una energía renovable, reducir la dependencia de los combustibles fósiles importados y hacer más seguras las economías de las islas”, planteó el secretario Chu.
Clinton y Chu publicaron una columna conjunta sobre el tema en el Miami Herald y en el periódico La Opinión.
Los peritos del Departamento, con especialistas de los Laboratorios Nacionales, asistirían en la formulación de nuevas políticas públicas, regulaciones y estándares para un uso más seguro, confiable y eficiente de la energía.
CARICOM tiene su programa de desarrollo de energía renovable (CREDP en inglés), que cuenta con fondos de varias organizaciones, instituciones y gobiernos regionales, pero Puerto Rico no pertenece al organismo regional por ser territorio de los EE.UU.
Se entiende que las diferentes islas tendrán que hacer los debidos ajustes a sus sistemas para permitir las interconexiones. Existe un plan hemisférico para “conectar las Américas” para el año 2022. El esbozo general del mismo se puede leer en esta hoja informativa del Departamento de Estado.
En otra reunión en las Bahamas, representantes de del Departamento de Energía norteamericano firmaron un acuerdo con el embajador de Nueva Zelanda, Roy Ferguzon, estableciendo los términos de referencia para una alianza internacional para el desarrollo de energía en las “naciones islas” (EDIN por sus siglas en inglés). Nueva Zelanda, que ha sido un país de avanzada en la energía verde, colaborará en esta iniciativa para desarrollar tecnologías eficientes y de energías renovables para islas y territorios, incluyendo fomentar la biomasa derivada de prácticas agrícolas caribeñas.
El proyecto de Islas Vírgenes
La evaluación ambiental de Islas Vírgenes incluiría estudios batimétricos, bénticos, arqueológicos y agrimensores, siendo la principal consideración el impacto del cable en el suelo marino. Se estima que el cable tendría capacidad para transmitir 200 megavatios. La AEE calcula que puede vender 1,000 megavatios.
Las Islas Vírgenes requerirán aprobación de las agencias federales y las estatales propias y de Puerto Rico.
El director ejecutivo de VIWAPA, Hugo Hodge Jr., anticipó que después de esta última ronda de estudios (hicieron otros de viabilidad con Siemens Power Technologies Inc.) podrán obtener el financiamiento para el proyecto y después de todos los permisos, calculó que estaría listo en un año. Toma de seis a nueve meses hacer el cable y 60 días depositarlo en el mar.
Los dos estudios anteriores de Siemens fueron sobre la viabilidad submarina y el máximo nivel de energía renovable (viento y solar) para su red, con o sin la interconexión a Puerto Rico. Estos fueron pagados con fondos legislativos y del Departamento de Energía de EEUU.
Hodge indicó que tendrían que acordar con Puerto Rico comprar un mínimo de 10-20 megavatios, con opción de comprar más si es necesario. Su plan es vender a su vez energía a las Islas Vírgenes Británicas y de ahí en adelante a otras islas.
Barbados como ejemplo
Barbados tiene un proyecto que se quiere usar de ejemplo. Desarrolló lo que considera es el mayor sistema de paneles solares de techo, después de Puerto Rico, tras obtener en octubre de 2012 $6.4 millones en financiamiento para 10 negocios de Williams Industries Inc. (de manufactura, almacenes y comercios) junto con la compañía Williams EverGREEN Ltd., que estimó desplazará el 20% de la generación de fuentes fósiles, según RenewableEnergyWorld.com.
“El Caribe es un mercado potencial real. Donde quiera que tengas toda tu generación con combustible importado, estás hablando de altos costos significativos, de 30-40 centavos/kilovatio hora (kvh), y con tanto tiempo soleado, lo solar es un encaje natural”, dijo Raju Yenamandra, vicepresidente de ventas y desarrollo de negocios de Solar World America, la compañía que suple los paneles.
Sin embargo, obtuvieron el préstamo de diez años con el PNC Bank (uno de los grandes bancos estadounidenses), garantizado por Ex-Im Bank, al no encontrar condiciones atractivas en la banca local. Steve Horning, un vocero de Ex-Im, dijo que PNC quería utilizar el proyecto de Barbados como “un modelo para los proyectos en todo el Caribe”.
Andre Gibson, director de Williams EverGREEN Ltd., destacó que dos de cada cinco residencias barbadeñas usan calentadores solares y el gobierno ha demostrado voluntad política para convertirse en el mayor usuario de energía verde de la región en los próximos 15-20 años.
La compañía de energía de Barbados está comprando lo que genera Williams Industries a 1.8 veces el costo del combustible. Los paneles comenzaron a conectarse a la red eléctrica en junio de 2012. Para agosto, explicó Gibson, con cinco plantas conectadas la compañía pagaba a la utilidad $0.26 kilovatio hora (kvh) y la empresa eléctrica le pagaba a ellos $0.74/kvh por sitio, con una ganancia neta de diez centavos a base de una tarifa especial que terminó el 30 de junio. Barbados Power & Light acordó seguir honrando la misma tarifa hasta que estableciera una nueva a fines de 2012, cuando se esperaba que el múltiplo baje debido al aumento en el costo del combustible.
El gobierno de Barbados estaba discutiendo cambiar su legislación para permitir que se emitan licencias independientes de productor de energía para las grandes instalaciones comerciales, con un segundo tipo de tarifa. Eso facilitará un proyecto de Williams EverGREEN para construir una planta de paneles en el suelo, que genere 10-15 megavatios. En comparación, la planta de AES Ilumina en Guayama producirá 24 megavatios.
Las islas con las tarifas más altas de electricidad sin mirar al conjunto
“La región caribeña enfrenta unas de las tarifas de electricidad más altas del mundo. Está plagada de elevados y volátiles precios de combustible, con limitadas economías de escala y diversidad de suplido eléctrico”, plantea un estudio de peritos del Banco Mundial que analizó el potencial de interconexión de las islas de Antigua y Barbuda, Granada, San Vicente y las Granadinas, San Kitts y Nevis, Santa Lucía, Dominica, Barbados, Guadalupe, Martinica, Haití, Jamaica, República Dominicana y Trinidad Tabago.
Reconoce que la idea no es nueva y ya es la norma para el suplido de gas en el mundo, pero es una opción no ha recibido la atención que merece en el contexto caribeño, aunque concluye que requiere estudios más profundos y de viabilidad individual, soluciones subregionales y regional, además de evaluaciones regulatorias.
“Mientras este estudio analiza un pequeño subconjunto de imaginables opciones regionales de energía para el Caribe, demuestra que las soluciones regionales ameritan más estudio”.
“Aunque varios estudios han examinado opciones de recursos alternos para la región, estos a menudo solo consideran soluciones para países individuales en aislamiento. Cuando miramos al Caribe, no empero, es aparente que las cortas distancias entre islas y el tamaño de los mercados presentan oportunidades para beneficiarse de soluciones regionales”.
El informe Caribbean Regional Electricity Supply Options: Toward Greater Security, Renewables and Resilience for the Region, de Franz Gerner y Megan Hansen, del sector de energía de la división de Latinoamérica y el Caribe del Banco Mundial, exploró las alternativas en la unión de países, financiado por el Banco Mundial y un grupo asesor técnico y multisectorial público-privado.
El mismo utilizó información técnica de otro estudio comisionado por el BM a Nexant, una empresa multinacional con sede en California, especializada en sistemas informáticos para redes eléctricas y estrategias de energía alternativa. Ese informe, Caribbean Regional Electricity Generation, Interconnection, and Fuels Supply Strategy, evaluó opciones energéticas de la región.
Si quiere leer más sobre este tema, visite estos enlaces:
US Export-Import Bank Helping To Bring Solar Power To the Caribbean
Secretary Chu Announces New Partnerships Under the Energy and Climate Partnership of the Americas