Haití, República Dominicana y Puerto Rico son tres de los países que ya enfrentan una creciente sequía y escasez de agua, en gran medida por una mala gestión histórica de los abastos por parte de sus gobiernos. Ninguno de los países tiene planes para enfrentar esta crisis anticipada del agua, encontró la investigación transfronteriza liderada por el Centro de Periodismo Investigativo en Puerto Rico, y en la cual participaron periodistas de Diario Libre, en República Dominicana y Le Nouvelliste, en Haití.

En Puerto Rico, 18 meses después del huracán María, todavía no se ha estudiado el efecto del ciclón en la sedimentación de los embalses. La fragmentación de responsabilidades, la falta de monitoreo y la inacción del gobierno de Puerto Rico, sumados a una “petición” del gobierno federal para mantener bajos los niveles del embalse Guajataca, que sirve a más de 200,000 personas, provocaron un racionamiento que inició hace dos meses para la zona noroeste de la isla.

En Haití, el país con una situación más crítica por sus niveles de pobreza y la ausencia casi total de infraestructura, la explotación ilegal de pozos, la contaminación del agua, la falta de un marco legal regulatorio y el desgobierno son los problemas principales que afectan la disponibilidad del vital recurso. La mayor fuente de suministro de agua tanto para consumo de las comunidades como para uso industrial y agrícola en el área metropolitana de la capital haitiana, Puerto Príncipe, proviene del acuífero que se extiende bajo la llanura de Cul-de-Sac. Allí aumenta la extracción, sin permisos. A su vez, las autoridades no llevan registro sobre la cantidad de agua que extraen a diario.

En República Dominicana, la extracción ilegal de arena y otros materiales para la industria de la construcción ha destruido el canal natural de algunos ríos, erosionado y afectado el manto freático. Esto ha provocado que cuando hay crecidas, las aguas inunden los barrios ubicados en las márgenes y sea menor la capacidad de retención del líquido en los cauces. La falta de supervisión, y a veces connivencia de las autoridades dominicanas, ha resultado en la degradación de cuencas hidrográficas que abastecen de agua potable a la capital y otras regiones con alta población, algunas de las cuales llevan seis meses enfrentando una sequía.

La serie Se seca el Caribe es resultado del trabajo de una decena de periodistas caribeños liderados por el Centro de Periodismo Investigativo de Puerto Rico. Las investigaciones fueron posibles en parte con el apoyo de Para la Naturaleza, Fundación Segarra Boerman e Hijos, y Open Society Foundations.