La campaña de publicidad para la prevención de la violencia machista gestionada desde La Fortaleza por el Comité PARE dejó más preguntas que respuestas entre las organizaciones involucradas en el esfuerzo.
Una investigación publicada en 2021 por el Centro de Periodismo Investigativo y Todas estimó que al menos 55 menores de edad quedaron huérfanos como consecuencia de feminicidios íntimos cometidos por hombres entre septiembre de 2017 y noviembre de 2021.
En 2019, la periodista argentina Mariana Carbajal quiso comprender la dimensión y el significado de vivir en El Salvador, un país donde se prohíbe el aborto en cualquier circunstancia, aun cuando el embarazo es producto de una violación o pone en riesgo la vida y la salud de la persona gestante.
Para el Observatorio de Equidad de Género, “feminicidio” es un término sombrilla para nombrar las muertes violentas de mujeres porque se entiende que hay una relación directa entre la condición de las personas feminizadas en una sociedad patriarcal y estos asesinatos.
Entre el 2017 y el 2021, en Puerto Rico, se reportaron 82 feminicidios íntimos, asesinatos de mujeres a manos de sus parejas o exparejas. La mayoría, un 59%, fueron perpetrados con un arma de fuego.
Muchas de las madres de las víctimas de feminicidios ignoran su propio trauma y su pérdida para hacerse cargo de los nietos que quedaron huérfanos por culpa de la violencia machista.
“¿Dónde está mamá?”, pregunta el sargento Roberto Mercado a la entrada de la casa verde claro, ubicada en la urbanización La Fuente, en el municipio de Florida.
Detrás de la ventana, un niño de 2 años responde dirigiendo la mirada hacia el suelo, a su lado.
“Fue, para mí, una señal de que mamá estaba muerta”, cuenta el negociador de la Policía de Puerto Rico sobre el feminicidio que le tocó atender la tarde del 30 de junio de 2018.
Emmanuel Córdova Vendrell había asesinado de un disparo a su pareja Loren Figueroa Quiñones, de 30 años, frente al hijo menor de ella, tras horas de haberla mantenido como rehén. Otro hijo de la mujer, de 8 años, había escapado corriendo de la residencia durante la discusión. Luego de cometer el crimen, el asesino se suicidó. Todo ocurrió frente al más pequeño, que fue quien, con sus pies mojados en la sangre de su mamá, vestido con pantalón corto y sin camisa, abrió la puerta de la casa a los agentes. Mercado lo cargó al hombro, mientras lloraba, y lo entregó a su abuela materna.