[TRANSCRIPCIÓN]

Nore Feliciano: Estás escuchando De cerca, un podcast del Centro de Periodismo Investigativo.

Monique Hernández: Hace muchos años habían ofrecido a mi mamá $2 millones, pero ya hace unos cuantos años. Pero yo siempre decía que no, que esto no se vendía, que no, que no, que no se vendía. Y en aquella época, en aquella época pues no se vendió.

José Encarnación: Monique Hernández Pereyó, una luquillense de 63 años, ha vivido a pasos de la playa toda su vida. Habla desde el balcón de su casa, una de las tres propiedades que construyó su abuelo a mediados del siglo pasado.

Monique Hernández: Y entonces mi abuelo pues hizo las casas aquí para él, para mi hermana, para mi mamá, para nosotros. O sea que nosotros vivimos aquí y estudiamos aquí y siempre hemos estado. Ahora mismo, la única que queda en Puerto Rico soy yo, porque todos mis hermanos viven afuera, mis abuelos murieron, mi mamá murió hace dos años.

José Encarnación: En total son tres casas en una parcela. Hoy, las grietas y las varillas, expuestas y enmohecidas, son devoradas por el salitre, pero esto no impide que haya personas que quieran comprarlas. 

Monique Hernández: Y a cada rato estoy sentada en el balcón y me aparecen, “Mire, ¿usted vende eso?” Y yo les digo, “Mire, no está a la venta”. Pero si algún día viene alguien con un buen dinero, pues nadie sabe.

José Encarnación: A Luquillo se le conoce como la Capital del Sol. Está en el noreste de Puerto Rico, a 40 minutos de San Juan.  Y con la pandemia, una marea de pejes gordos llegó hasta sus playas, buscando comprar propiedades.

Monique Hernández: ¿Qué pasa? Que esto aquí nosotros no lo tenemos a la venta, pero ha venido un montón de gente, americanos, de aquí, locales, hasta el mismo alcalde; que si estamos interesados en vender. Y yo les digo: ‘mira, nosotros no estamos para la venta, pero si alguien ofrece algo bueno, nadie sabe, podemos, cómo se llama, pues hablar. Entonces pues mi hermana dijo, “pues mira, yo lo que voy hacer es que lo voy a mandar a tasar para tener más o menos una idea”. Y tasó un millón, doscientos mil. O sea que ahora cuando la gente pregunte yo digo mira, tasó tanto.

José Encarnación: En ese momento en que hablo con Monique, ella no tiene idea de lo que ocurrirá con su casa y su terreno tres semanas después. Mucho menos que recibirá no una, sino dos ofertas millonarias por su propiedad.

Es el tiburón de la canción de Rubén Blades, buscando en la orilla. Es la ola del desplazamiento que rompe cerca. Es algo que está ocurriendo en Luquillo, resultado de un aumento en la venta de propiedades, en ocasiones a sobreprecio, en los pasados tres años.

Soy José Manuel Encarnación Martínez y hoy miramos De cerca el desplazamiento en Puerto Rico.

Luis Benabe: Yo estaba aquí sentado, como estoy ahora mismo. Llegó un norteamericano y me pregunta que si esta propiedad es mía. Y yo le digo que sí. Me dice que si yo la vendo. Y yo le digo que no.

José Encarnación: Con frecuencia, alguien le pregunta a don Luis Benabe si su ferretería está a la venta. La propiedad está a pasos de la plaza pública de Luquillo y de la playa La Pared. A don Luis le han puesto de frente cheques en blanco para comprarle la propiedad. Dice que él nunca los ha aceptado porque tiene valores y quiere dejársela a su familia.

Luis Benabe: Son ofertas tentadoras, Joe, porque honestamente esto… estás valorando la propiedad dos veces. Una persona que tenga así, que no, pues, pueden ser 360 mil pesos pues se va, y compra una casita en el campo tal vez, y económicamente bien y no le importa. Ahora, qué va a hacer ese señor con eso, pues yo no sé. Y qué va a hacer con la otra que compre, pues yo no sé. Y con la otra, y con la otra, y con la otra. Y cuando vienes a ver, te compran todo el pueblo. ¿Y cómo eso puede afectar? Afecta totalmente, porque es un desplazamiento de personas nativas, un desplazamiento de, de personas extranjeras.

José Encarnación: La experiencia de don Luis en Luquillo, se repite en otros pueblos costeros, sobre todo a partir de la pandemia.

Luis Benabe: Estamos hablando de Luquillo porque estamos en Luquillo, pero tú lees los periódicos en San Juan, en Vieques, Culebra, Rincón. ¿Por qué? Porque es tentador, Joe. Esa ley 22/60, ley 60, tiene unos beneficios de esa naturaleza, sin pagar contribuciones, pues se presta pa’ eso.

José Encarnación: Beneficios contributivos como la Ley 22 para atraer extranjeros y el nuevo Código de Incentivos son gasolina para este boom en el mercado de bienes raíces en Puerto Rico.

En Luquillo, por ejemplo, estas personas ofrecen sumas de dinero, a veces en efectivo, que contrastan con la realidad económica a nivel local. Luquillo, un pueblo históricamente pobre donde el 20% de las familias vive con menos de $10,000 anuales, se ha convertido en un terreno fértil para estos inversionistas. Esto ocasiona que los precios de alquiler y de venta en algunas áreas del pueblo se disparen y no sean accesibles a los residentes de aquí.

Entre los que llegan, la mayoría son extranjeros, algunos millonarios, y también puertorriqueños, principalmente como intermediarios o corredores de bienes raíces. Hay además personalidades de la televisión, como Charles Neal Sumlin, un diseñador de interiores que se autodenomina el “Máster del Barroco Moderno”.

Charles Neal Sumlin [YouTube]: I may drive a Range Rover now, but I grew up poor. I’ve been working since I was 12 years old. I’ve sold vacuums, cars, shoot, I’ve sold watermelons on the corner. Now I design homes for the rich and famous.

José Encarnación: Sumlin es beneficiario de las leyes 20 y 22 desde el 2018. Tiene anunciada en Airbnb una casa ubicada frente a la playa “La Punta” de Luquillo, a $1,526 la noche. Tiene propiedades similares en Río Grande; todas mansiones que ofrecen “una experiencia” en “el paraíso” por no menos de quinientos dólares la noche. 

En la misma calle frente a la playa La Punta, recién se puso en venta una residencia por $1.6 millones de dólares tras ser remodelada. Allí también se ubican dos de las nueve propiedades que tiene en Luquillo Lori Ann Bluett. Bluett es una corredora de bienes raíces de California, beneficiaria de las leyes 20 y 22, y tiene varios negocios en Puerto Rico. Al menos cinco personas en el pueblo afirmaron que es dueña de hasta 16 propiedades en Luquillo. Pude confirmar nueve en el Catastro Digital. 

Llamé a Bluett varias veces, pero nunca respondió.

Luis Benabe: El problema es que hay un pueblo que necesita vivienda y hay personas que necesitan un alquiler, pero un alquiler regular, no un alquiler a corto plazo, porque el problema es que es muy alto. Personalmente yo, personalmente yo, si yo estoy en un proceso en mi vida y necesito una casa para alquiler en el pueblo de Luquillo, yo no lo consigo, porque todas las casas están orientadas hacia, hacia el alquiler a corto plazo.

José Encarnación: La falta de vivienda y renta asequible es precisamente uno de los resultados del acaparamiento de propiedades que ha ocurrido en años recientes. 

Y en el caso de Luquillo, que tiene unas 10,400 unidades de vivienda, según el último Censo, se le suma un aumento en la cantidad de propiedades de alquiler a corto plazo como AirBnbs, según la plataforma AIRDNA. 

El Centro para una Nueva Economía estimó que entre 3% y 7% de las viviendas en Luquillo son ahora de alquiler a corto plazo, uno de los 10 municipios con la proporción más alta. 

La gran mayoría están en Playa Azul, Costa Azul y La Pared, donde está la ferretería de don Luis. 

Luis Benabe: ahí es que el Estado, a través, en este caso del municipio o del alcalde, es que tiene que estar pendiente a eso, porque él tiene como responsabilidad de su pueblo, como jefe de su pueblo, mantener una equidad de alquileres donde verdaderamente los muchachos o yo o cualquier persona pueda dar con una casa que puedan alquilarla. Tan sencillo como eso. Pero como la orientación es hacia el capital, el capital, el capital, pues todo eso se pierde y se va a perder si se sigue así.

José Encarnación: Doña Monique, que vive a dos minutos en carro de don Luis, también perdió la cuenta de cuántos corredores de bienes raíces han pasado por su casa a preguntar por su terreno.

Monique Hernández: Antes de María no tenía así de gente, no, no. Todos fueron… y bastante reciente, como un año atrás, dos años atrás, que empezaron la gente a… Por ejemplo, la primera que vino fue esta realtor, Robyn. Que ella se pasa por ahí. Y yo la veía.

Y ella entró, se sentó conmigo, me empezó a hablar y me dijo: “Mira es que tenemos muchos inversionistas de Estados Unidos que están interesados en el área de Luquillo y esto es una buena propiedad”.

José Encarnación: Me puse en contacto con Robyn y me confirmó que visitó a Monique y le habló del potencial de su propiedad. Afirmó que en Luquillo no hay desplazamiento.

Robyn: After Maria, there was all sorts of news articles that property values in Puerto Rico were dropping like crazy. And I would get calls from people wanting to buy in the Luquillo Fajardo area, expecting that to be the case after Maria. Our area, especially Luquillo, did not lose any of value. It stayed the same. And then it wasn’t until about six or seven months ago where values started to come up in Luquillo.

José Encarnación: Robyn insiste en que, cuando se trata del mercado de bienes raíces, no se puede generalizar. Y que no son solo extranjeros los que están comprando.

Robyn: But I think people focus on and tend to mistakenly only look at the people from off the island who are buying. And I think that’s a mistake because everybody’s buying.

José Encarnación: Doña Monique también habló de puertorriqueños que se han interesado por su propiedad.

Monique Hernández: Después apareció uno que también es de aquí, pero llevaba muchos años viviendo en Estados Unidos, le dio por venirse a vivir a Puerto Rico y entonces también, yo no sé si fue que alguien le dijo, pero rápido me llamó. ‘Mire señora, que me dijeron que usted está vendiendo esto’. Ay, Dios mío. Y yo le digo: ‘bueno, no es que tengo un letrero de se vende, pero tengo acercamientos. ‘Ah, pues yo se lo quiero comprar, porque yo no quiero que aquí vengan inversionistas de Estados Unidos a querer comprar y hacer cosas aquí’. Así es que ese es antiamericano. Y yo le digo: ‘pues mira, da la casualidad que tengo un americano que está interesado en comprar, así es que si está interesado se lo vendo’. ‘No, no, no, no se lo venda, me lo vende a mí’. Y yo le digo: ‘pues mira, si tú tienes el millón 200.000… ‘¿Cómo?’ Y yo: ‘pues si tú tienes el millón 200.000 yo te lo vendo, porque eso es lo que me quiere pagar el americano’. ‘Uy, es que eso está fuera de mi presupuesto’. Y yo: ‘Ah, pues mira, ya tenemos un problema’.

José Encarnación: Un millón, doscientos mil toletes. No muchos llegan ahí. Más allá de ser un terreno plano, con patio y vista privilegiada, la propiedad de doña Monique es la puerta principal a Punta Bandera, un pedazo de costa virgen en Luquillo, que se propone convertir en reserva.

Monique Hernández: Precisamente detrás de los condominios Punta Bandera y Poza del Mar y de mi propiedad hay 17 cuerdas que son de los Valdés  , los de la cervecería Medalla. Y ellos están locos por vender eso.

José Encarnación: El dueño de estos terrenos es la compañía Azure Development, que pertenece a Alfonso Valdés Acevedo, hijo de Alfonso Valdés III y nieto de quien en vida fundó Cervecera de Puerto Rico. Y recientemente, Valdés puso en venta las 17 cuerdas a sobre $7 millones de dólares, según pude ver en los anuncios de Clasificados Online.

Monique Hernández: Claro, como eso ya es parte de un humedal y de otras cosas, pues se le ha hecho difícil. Y nosotros nos opusimos también.

José Encarnación: Y es que estos terrenos cuentan con todos los tipos de mangles y una gran biodiversidad. Son hábitat de tortugas en peligro de extinción, y una barrera costera ante inundaciones, marejadas ciclónicas y tsunamis. Es por esto que Salvemos a Punta Bandera, una organización de la que doña Monique forma parte, se opone a la venta y desarrollo de estas tierras.

Primero, por su valor ecológico. El Plan de Uso de Terrenos del 2015 dice que el área de Punta Bandera es “suelo rústico especialmente protegido-ecológico”.

Monique Hernández: y además lo otro es la carretera, la única entrada y salida es la carretera que tenemos ahora. Y eso es imposible. Aquí los fines de semana, feriados o lo que sea, pues es mucho tráfico, y entonces condominios que ellos piensan hacer de hasta mil apartamentos, pues sería una barbaridad.

José Encarnación: Mientras Monique intenta evitar que Los Valdés vendan o desarrollen sus 17 cuerdas de Punta Bandera, las ofertas por su parcela llueven y no escampan. Pero un norteamericano la llamó a su celular con una nueva oferta, distinta a las otras. Monique se refirió a él con el nombre de “William” y aunque hace 10 años ella y su familia rechazaron una oferta de hasta $2 millones de dólares, ahora comienza a pensarlo dos veces. 

Le dijo a William que la propiedad tasó $1 millón doscientos mil dólares, y lo mandó a hablar con su hermana, quien está a cargo de los negocios de la familia, incluyendo el terreno.

Monique Hernández: Así que habló con ella y le dijo que estaba interesado. Volvió a llamar otra vez para venir a ver si podía chequear las casas por dentro, para ver cómo estaban. Tú sabes, porque las casas pues… Esa no se abre, aquella es para los perros, como yo digo, la que yo uso es esta. Así es que vino y ahí fue que entonces me dijo que los Valdés lo llamaron ofreciéndole el terreno ese a ver si lo quería comprar.

José Encarnación: ¿El de las 17 cuerdas?

Monique Hernández: El de las 17 cuerdas. Y él les dijo: ‘no, pero es que yo no estoy interesado. Y eso vale 7 millones’. Y yo digo, no, no. Y parece que este señor tiene chavos y el le dijo, “no, no yo lo que quiero es algo pequeño, como lo que está en la esquina que es la que me interesa”.

José Encarnación: Al poco tiempo de esta visita, don William presentó su oferta por la propiedad de Monique: $1.2 millones de dólares, el precio de tasación. Monique tenía una decisión que tomar. Tiene un apartamento en el área metropolitana, pero lo quiere vender. Su meta es quedarse en Luquillo, junto a sus perros. Sentirse cómoda en un espacio que se ajuste a las necesidades básicas de una persona retirada. Dice que a estas alturas de su vida el problema de la erosión costera no puede ser una preocupación para ella.

Monique Hernández: Yo sé que esto se va a poner difícil viéndolo. El mar, como te dije, lo voy a tener un día ahí que me puedo tirar literalmente del balcón hacia el agua. Va a ser problema…

José Encarnación: Después de pensarlo un tiempo, Monique y su familia decidieron que van a vender.

Monique Hernández: Yo dije bueno, ahí empecé a llorar, los nervios, porque pensando ay Dios mío de verdad que voy a vender esto y ahora imagínate, pero yo dije “pues me compro algo más pequeño en Luquillo, pero siempre me quedo en Luquillo”, que esa es la idea que pienso hacer…

José Encarnación: Monique todavía procesaba su decisión de que iba a vender lo que fue su hogar desde que nació, cuando llegó una nueva oferta. Estaba en su balcón cuando se asomó otro norteamericano interesado en su  propiedad.

Monique Hernández: Yo sentada ahí, vuelvo y me pregunta y yo digo “bueno, no está a la venta”, pero vino una persona y nos ofreció lo mismo que tasó. “¿Y cuanto tasó?” “Pues mire, tasó tanto”. “Pues yo le ofrezco lo mismo y ahora mismo le puedo dar un cheque con un pronto”. Y yo espérate, espérate un momentito en inglés, es que tengo una persona que está primero y no sé.

José Encarnación: El nuevo interesado es Heath Ahrens, un empresario del sector de tecnología. También es beneficiario de la Ley 22 desde el 2020.

Monique Hernández: Habló con mi hermana, le envió hasta documentos ya y todo. Hasta la cuenta bancaria de que tenía los chavos porque le iba a comprar cash y todo.

José Encarnación: La hermana de Monique decidió entonces llamar a William para ver el estatus de su compra. A pesar de que dijo que la compraría, seguía sin enviar los documentos para formalizarla.

Monique Hernández: Bueno, mi hermana entonces decidió llamar a la otra persona y le preguntó: mire William, pasa esto, tenemos una persona que ofrece el dinero, lo paga cash y lo tiene ya. “Ah, pero es que no puedo, dame un break porque tengo problemas con los abogados”. Y mi hermana le dijo: pero es que llevas tiempo con lo mismo, de que tienes problemas con los abogados. Este no tiene problema con los abogados. El sometió ya papeles y hasta está dispuesto a dar un cheque para un pronto y todo que me lo envía en un momento o me lo da mi hermana. Pues el señor le colgó. Y mi hermana dijo: ah, pues mira, pal cará. Pa’ no decir la otra palabra.

José Encarnación: Una vez más, Monique se decidió por vender, esta vez a Heath Ahrens. Lo único que le pidió al nuevo comprador fue tiempo para poder mudarse.

Monique Hernández: Yo con el dinero ese que yo voy a recibir es que entonces yo voy a procurar, como se llama, comprar algo más pequeño, usar parte del pronto, lo del refinanceo, lo que sea, pero necesito un tiempo. Y entonces él me dijo que no había problema, que desde el momento de la firma tengo cuatro meses para ir mudándome. Y si cualquier cosa surgiese que tuviese un problema, pues hablaríamos, porque de todos modos él tiene que estar arreglando las casas y eso para ponerlas para su vivienda. Así que en eso estamos esperando.

José Encarnación: Mientras se completa el cierre, Monique ya va buscando opciones en Luquillo, en momentos en que el precio de las propiedades alcanza niveles nunca antes vistos.

Monique Hernández: Así que está todo el mundo más o menos buscándome y yo mirando. Así es que vamos a ver, pero… Me da pena,  pero yo creo que ya, ya es tiempo de que un día de estos yo creo que me iba a encontrar con el mar ahí del balcón, podía, podía tirarme al agua jejeje.

José Encarnación: En estos días, Heath Ahrens regresó al terreno de Monique. La saludó. Pero me dijo que ocurrió algo muy particular.

Monique Hernández: Entonces vino y me saludó y yo le digo que tú haces por acá, me dice no, dando una vuelta con una gente ahí. Y da la casualidad que había uno que no me acuerdo el nombre ahora que supuestamente es un multimillonario de Estados Unidos, que es hasta artista de cine que compró hasta el hotel ese de W de Vieques, pues creo que lo compró y ha comprado dos o tres cosas, horita me acu…. Brock, Brooks. Algo así.

José Encarnación: Brock Pierce.

Brock Pierce: For those that don’t know me, I live in Puerto Rico. I’ve been down there for about three and a half years. […] And so Puerto Rico, like Miami, offers an incredible quality of life, combined with tremendous opportunity. But what drives me is impact. You know, it’s an opportunity to positively impact the lives of others.

José Encarnación: Ese es Brock Pierce, mientras promociona a Puerto Rico en un evento en Miami en el 2021. El magnate de las criptomonedas se ha convertido en símbolo de los incentivos que ofrece Puerto Rico, especialmente los de la Ley 22, ahora llamada Ley 60.

Brock Pierce: And then there’s all sorts of stuff from you know, from there’s economic incentives on top of incentives, on top of incentives, because the place is in need of a lot of economic development, it needs to bring in a lot of foreign or outside investment. And we’re seeing it. 

José Encarnación: Cuatro años después, Pierce es dueño de propiedades en la isla municipio de Vieques, y compró un complejo turístico frente al Lago Carite en Guayama, el antiguo Museo del Niño y el monasterio de la Calle del Cristo en el Viejo San Juan.

La Asamblea Municipal de Luquillo limitó el desarrollo de proyectos en Punta Bandera. Tienen que ser “eco amigables”. Y Monique dijo que le advirtió esto al comprador Heath Ahrens, luego de que este supuestamente le dijera que estaba con Brock Pierce y Los Valdés haciendo un tour por las 17 cuerdas de Punta Bandera.

Monique Hernández: Entonces le digo: no te pongas a comprar porque vas a tener problema. Y le expliqué toda la situación y me dijo: “ah no, pues gracias, gracias”. Entonces le envié hasta los documentos que yo tengo ahí, que me envió la asamblea y el alcalde firmados, y yo los tengo ahí copia y se los envié. Y mira, te los voy a enviar pa’ que tú veas que ya eso está por ley. O sea, ellos no tienen permiso para nada para construir. No te pongas a invertir porque vas a tener un tremendo problema.

José Encarnación: En estos días, Monique está en el proceso de terminar los trámites para cerrar la venta de su propiedad a Heath Ahrens.

En Luquillo, surfear la ola del desplazamiento se vuelve cada vez más difícil. 

Nore Feliciano: Escuchaste De Cerca, un podcast del Centro de Periodismo Investigativo. Fue producido y narrado por José Encarnación. El diseño de sonido fue hecho por Nore Feliciano. La edición estuvo a cargo de Luis Valentín y Carla Minet. La canción tema es El Arca de Mima.

Suscríbete a nuestro canal de podcast en Anchor.

Para leer más historias y apoyar al CPI, entra a www.periodismoinvestigativo.com.

Este episodio de De Cerca llega a ti con el apoyo de:

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *