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Hablan las víctimas del truco de los estorbos públicos
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Ciudadanos quedan indefensos ante un patrón en el que alcaldes dieron rienda suelta a un grupo de compañías para que gestionen las declaraciones de estorbos públicos.
Ciudadanos quedan indefensos ante un patrón en el que alcaldes dieron rienda suelta a un grupo de compañías para que gestionen las declaraciones de estorbos públicos.
El proceso de declaración de estorbos públicos, la tasación de los inmuebles, la notarización de documentos, la transferencia de titularidades y la representación legal de los municipios ante el Tribunal para la expropiación forzosa de estructuras y solares, recaen todos en la misma compañía que, además, tramita la venta a nombre de los ayuntamientos.
Luquillo — En la calle Fernández García, en el casco urbano de Luquillo, Gloria Escobar Skerett, de 87 años, se niega a vender su casa de esquina donde nació y creció su madre, se crió y vive ella, y donde, también, se criaron sus hijas. Su abuela llegó a Luquillo en el siglo 19 y desde entonces este espacio “es de la familia y para la familia”. Una de sus hijas, Gloria Ramírez Escobar, la acompañaba en la residencia cuando el Centro de Periodismo Investigativo la entrevistó. Dijo que tras el paso del huracán María, las ofertas para comprar esta esquina son como un aguacero. “Llueven y no escampan”, sostuvo.
“Han venido muchas personas, pero mami los espanta rápido”, aseguró mirando a su madre, quien se reía, pero no hablaba durante la entrevista.
“Es una misión imposible buscar casa en Puerto Rico”. Así la pediatra Cynthia Miguel resumió su experiencia al intentar encontrar una propiedad donde vivir con sus tres hijos en San Juan. “Vi como 10 propiedades en San Juan, siete u ocho walkups y apartamentos. Me topé con listas de espera de hasta 15 personas para verlos. Hubo ‘realtors’ que me dijeron que me llamarían para avisarme cuándo podrían mostrarme la propiedad.
En la costa de Luquillo, el fenómeno del acaparamiento de propiedades se siente cada vez más fuerte. Junto con una oleada de alquileres a corto plazo, genera el desplazamiento de la gente de allí. El periodista José Encarnación Martínez le pone rostro a este dilema.