El Servicio de Extensión Agrícola, conocido como la universidad en el campo, planifica el cierre de hasta 51 oficinas: el 78% de todas sus instalaciones en el país.
La información la confirmó Héctor Santiago, decano del Colegio de Ciencias Agrícolas del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) y director de este programa que educa a miles de agricultores, amas de casa y jóvenes de escasos recursos alrededor de la Isla.
La casi eliminación del programa pone en juego servicios como el desarrollo de microempresas que buscaban ser una alternativa al despido de más de 30,000 empleados como parte de la Ley 7 del gobierno de Luis Fortuño. Se reducirían los lugares que brindan educación sobre huertos caseros, importantes para adquirir comida sana y fresca en un país que no tiene seguridad alimentaria (importa el 85% de los alimentos). Además, se afectarán los servicios de los Clubes 4-H, que enseñan valores de liderato y ciudadanía en un país que enfrenta una honda crisis social y aumento en la delincuencia.
“Las cosas no están bien económicamente”, sostuvo Santiago. “Recibimos fondos federales sujetos a recortes. Y tenemos una estructura organizacional que data de hace 50 años, cuando el número de agricultores era diez veces más. Estamos ajustándonos a los tiempos y buscando un modelo interdisciplinario que nos sirva mejor”.
Sostiene que muchas de las oficinas carecen de estacionamientos, de equipo y de salones de conferencias. También hay problemas de falta de recursos humanos. “Cuando un empleado está de vacaciones muchas veces no hay quien atienda la clientela. Si se ausenta una secretaria y el economista del hogar está en el campo no hay nadie que atienda el teléfono”.
Su plan es reducir de 65 a 14 oficinas en seis regiones, actualmente son cinco regiones y se creará una nueva región en el centro de la Isla, explicó. Santiago presentó esta propuesta el 21 de diciembre pasado ante asociaciones profesionales, especialistas, economistas del hogar y agentes agrícolas para recibir su insumo. Una fuente del CPI confirmó que estos ya aprobaron una carta conjunta que enviarán al decano en los próximos días para oponerse al cierre de las oficinas.
El Servicio de Extensión Agrícola ofrece educación planificada, no formal ni conducente a grado, con la participación de profesores y educadores del RUM. En el año fiscal 2009- 2010, dio servicios a 15,191 niños en toma de decisiones, solución de problemas y destrezas de aprendizaje, según el último Informe Anual de Logros y Resultados. Al menos 14,510 personas recibieron adiestramientos en manejo de plantas, calidad y adición del valor del producto agrícola, manejo de pesticidas y disposición adecuada de desperdicios.
“En la medida que se reducen las oficinas se reduce el tiempo disponible para que los empleados trabajen”, denunció Myrna Comas, coordinadora de la iniciativa nacional de seguridad alimentaria para el Servicio de Extensión Agrícola, y profesora del Departamento de Economía Agrícola y Sociología Rural de la Universidad de Puerto Rico, en Mayagüez.
“Nos corresponde a nosotros como universitarios educar a la población sobre cómo aumentar nuestra seguridad alimentaria y cómo enfrentar el cambio climático que es una amenaza, pero también hay que enseñar a la gente a combatir la obesidad y la inocuidad de alimentos, sobre todo cuando vemos las noticias de productos que tienen que salir del mercado porque están contaminados”, añadió.
“¿Cómo vamos a educar a nuestra gente sobre esos asuntos si no vamos a estar donde nos necesitan? Se nos va a hacer difícil cumplir con las prioridades nacionales porque no estaremos donde está la gente”, sentenció la educadora.