Las reparaciones realizadas por los contratistas del programa Tu Hogar Renace, implantado por el Departamento de la Vivienda (DV), fueron tan deficientes que varias organizaciones sin fines de lucro en muchos casos han tenido que rehacer los trabajos, invirtiendo en estas obras el dinero que debió ir a ayudar a más familias.
Al menos una decena de organizaciones denunciaron al Centro de Periodismo Investigativo (CPI) cómo tuvieron que invertir más dinero en reparar, principalmente, los sellados de techos, los cuales tuvieron en muchos casos que remover para hacerlos de nuevo.
En el sector Miraflores, en Orocovis, hubo hogares en los que los contratistas de Tu Hogar Renace “no pusieron anclajes” o donde usaron “madera podrida que tuvo que cambiarse”, aseguró la directora ejecutiva de la organización sin fines de lucro Proyecto Matria, Amarilis Pagán. Los residentes de estas viviendas afectadas no recuerdan el nombre de los contratistas. Jiménez.
“El año pasado, parte de lo que tuvimos que hacer fue ir detrás de algunas de las reparaciones de Tu Hogar Renace para entonces hacerlas bien”, abundó Pagán Jiménez sobre la iniciativa de la organización con la que han logrado reparar 20 viviendas.
“Cuando tú tienes que remover un trabajo que se hizo y tienes que entonces desmontar para montar de nuevo, eso es mano de obra adicional”, dijo Pagán Jiménez para enfatizar la duplicidad de gastos en el proceso.
Por su parte, la cofundadora de la organización sin fines de lucro La Maraña, Sofía Unanue Banuchi, igualmente expresó que atendió un caso en el barrio Palomas Abajo, en Comerío, en el que Tu Hogar Renace “reparó” el techo de una familia en menos de una semana. “El techo estaba tan mal reconstruido que [para rehacerlo] se tuvo que hacer una inversión mayor a la contemplada”, afirmó.
La instalación defectuosa de ventanas y planchas de zinc obligaron a varias de estas organizaciones a invertir dinero en materiales y mano de obra, para reparar lo que había hecho Tu Hogar Renace.
El programa fue anunciado por el entonces primer ejecutivo, Ricardo Rosselló Nevares, en octubre de 2017 para ofrecer reparaciones temporeras de emergencia a las viviendas de los damnificados. Los trabajos incluían techos, paredes, puertas, ventanas y calentadores de agua. Para el programa, Vivienda contrató a siete compañías, la mayoría de fuera de Puerto Rico: James W. Turner Construction, 4 Contractors, SLS Co, Caribe Tecno CRL, FR/BLDM, Yates-Bird y Excel Contractors.
En las casas en las que el Instituto para el Desarrollo Socioeconómico y de Vivienda de Puerto Rico (INDESOVI) ha desmantelado los trabajos mal realizados por Tu Hogar Renace, los materiales “son una cosa que, cuando vienes a revisar [las casas], tienes que romper”, según el director ejecutivo, Juan Sabathie Quiñones. Aseguró que han tenido que sustituir con materiales nuevos.
El presidente ejecutivo de la Corporación para el Desarrollo Comunitario y Económico de Sabana Grande, José Pietri Martínez, igualmente, expresó que repararon unas 20 viviendas en la región suroeste de Puerto Rico, a las que Tu Hogar Renace no les instaló correctamente las uniones entre las dos aguas del tejado. Pese a que los manejadores de casos de la organización sin fines de lucro enviaron cartas de apelación al programa, “nunca contestaron”, aseguró.
Las reparaciones de Tu Hogar Renace ascendieron a $1.3 mil millones, cantidad que la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) tendrá que reembolsar al Departamento de la Vivienda de Puerto Rico como parte de los fondos federales para la recuperación tras el paso de los huracanes Irma y María.
A finales de mayo de 2018, el secretario de la Vivienda, Fernando Gil Enseñat, confirmó que había 3,884 denuncias presentadas por deficiencias en el trabajo y en los materiales utilizados por los contratistas de Tu Hogar Renace.
“El programa atendió quejas que redundan en 6% del total de los casos, un 5% de solicitudes de información y un 4% en reclamaciones por garantía. De todas estas, un 98% fue concluida con satisfacción”, alegó Vivienda.
Según la agencia, un 2% de las quejas no fueron atendidas porque el reclamo no procedía.
El director ejecutivo de la organización sin fines de lucro Sol es Vida, Waldemiro Vélez Soto, relató que ha realizado “malabares” para adquirir selladores de techo para los hogares con problemas de impermeabilización con los que se ha topado en el barrio Ingenio, en Toa Baja.
En Utuado, la directora del Programa de viviendas de PathStone, María Rodríguez Collazo, compartió el caso de un hogar al que se le selló el techo sin limpiarlo como es requerido. “Lo que en su mayoría hemos visto es que la aplicación del producto no se hizo de acuerdo a las especificaciones del fabricante”.
La directora de finanzas de la Corporación de Desarrollo Económico de Ceiba, Arelis Rodríguez, dijo que el hogar de una señora “se siguió mojando” pues el sellado fue “como si no se hubiese hecho nada”. “Estaba bien decepcionada (…) pensaba que su problema se había resuelto”.
Para las tres organizaciones comunitarias, rehacer el trabajo de sellar los techos ha costado “más de la mitad de lo que sale un sellado de techo [nuevo]”. Eso ha provocado que algunas organizaciones, como PathStone, opten por no atender casos de mala impermeabilización, ya que no cuentan con los fondos suficientes.
“En los 49 municipios en los que estamos, el sellado es un problema y es una de las mayores reparaciones estructurales”, dijo Ángel Cartagena Rivera, supervisor de la región de San Juan de la organización sin fines de lucro Endeavor. “Hemos tenido que trabajar arduamente buscando recursos para el sellado”.
El tema de las miles de quejas contra el programa se ventiló incluso en el chat entre Rosselló y sus más cercanos colaboradores. Al Ricardo Llerandi, exsecretario de la gobernación, comentar la preocupación sobre el asunto de la recuperación de la Isla, el asesor en comunicaciones, Carlos Bermúdez, planteó lo “negativo y palpable que ha sido la ejecución de Tu Hogar Renace”. Por eso, recomendó que hubiera una persona que trabajara en contrarrestar el asunto de la recuperación, pero “sin hablar de Tu Hogar Renace”.
Omar Marrero, pasado director de la Oficina Central de Recuperación (COR3), rechazó que Tu Hogar Renace haya sido un fiasco.
“Decir que el programa Tu Hogar Renace fue un fracaso es obviar que 108 mil familias puertorriqueñas tuvieron una reparación de sus hogares. Que fue una reparación temporera, estamos claros, que en algunos casos se cometieron errores, estamos claros. Pero cuando tú miras el programa, $1.2 billones, el programa de STEP más grande en la historia de la nación americana, en la historia de la recuperación. Nunca se había visto un programa así”, sostuvo Marrero.
Sin embargo, aceptó que el trabajo del programa no fue suficiente, por lo que las personas que se beneficiaron originalmente del mismo tendrán prioridad en el programa de Reconstrucción, Reparación y Reubicación de Vivienda (R3) que dio inicio el 30 de junio con una asignación de $2,176 millones del Programa de Subvención en Bloque para el Desarrollo Comunitario para la Recuperación de Desastres (CDBG-DR) del Departamento de la Vivienda federal.
El DV estableció que la cantidad máxima para la reparación de viviendas es de $60 mil por cada estructura y $150 mil para la reconstrucción o reubicación de hogares.
Las personas que todavía están viviendo en casas cubiertas con toldos azules tendrán prioridad en este programa, según Gil Enseñat; al igual que las personas de 65 años o más y las discapacitadas. Actualmente hay unas 20 mil familias viviendo bajo toldos azules, según el secretario de la Vivienda.
Las personas que no cualificaron para la ayuda inicial de FEMA pueden solicitar al programa R3.
Entre los documentos requeridos para calificar para este programa está la evidencia de que la estructura sea el hogar primario, evidencia de la titularidad y de ingresos. A pesar de que el programa atenderá a los 78 municipios, solo 48 alcaldes firmaron un acuerdo con Vivienda para divulgar a los residentes la información relacionada al programa para que puedan hacer sus solicitudes a través de centros de servicio, aplicaciones móviles, centro de llamadas y página de internet.
Ariadna Godreau, directora ejecutiva de la organización Ayuda Legal, aseguró que aunque una auditoría del Oficina del Inspector General del Departamento de Homeland Security no encontró mérito en ninguno de los señalamientos de la gente “nadie, incluso los alcaldes, pueden calificar como un éxito la jornada de Tu Hogar Renace. Todo lo contrario, se trató del malgasto de $1.2 mil millones”.
El CPI supo que las quejas sobre el programa llegaron a la Oficina del Contralor, quien dijo que en lugar de hacer una auditoría, hizo una monitoría, la cual no ha hecho pública.
“No fue una auditoría oficial, ya que la muestra no fue científica, como lo exigen los estándares del Generally Accepted Government Auditing Standards (GAGAS). Es por eso que no lo tenemos público, porque no fue una auditoría, fue una monitoría, para poder conocer y revisar las denuncias de ciudadanos en contra del programa”, dijo la contralora Yesmín Valdivieso.
“La mayoría de los problemas que se identificaron en esa monitoría fueron provocados por la falta de supervisión de subcontratistas que hacían trabajos para cumplir con las cantidades de hogares y fechas asignadas, aún cuando las condiciones no eran adecuadas para realizar las labores. Por ejemplo, techos arreglados bajo la lluvia y gabinetes nuevos instalados en cocinas sin techo”, añadió.
Tras reiterarle la petición del documento, para conocer en detalle los señalamientos y acciones correctivas recomendadas, Valdivieso dijo que esos resultados los usan como guía, “pero no tenemos un documento final para entregar; y no se lo entregó a nadie”.
Sin embargo, la Contralora le dijo algo distinto el 22 de abril pasado a El Nuevo Día. Declaró que visitaron 1,000 casas en toda la isla y, al final de ese proceso, su oficina pasó los resultados al Departamento de la Vivienda y al ex primer mandatario Ricardo Rosselló Nevares, según consignó el periódico.
El CPI reiteró el pedido de la monitoría completa, por ser considerada un documento público. No hubo respuesta al cierre de la edición.
Los fondos especiales que las fundaciones crearon a semanas del paso de ambos huracanes para costear los gastos tanto de artículos de primera necesidad como de reparaciones urgentes, comenzaron a cerrarse luego del periodo de emergencia.
La directora del programa de vivienda de PathStone explicó que el anuncio del Programa R3 ha contribuido a que los donantes privados detengan sus aportaciones a las organizaciones de base comunitaria, al crearse la percepción de que estas recibirán fondos federales para continuar con la rehabilitación de viviendas.
Mientras, la directora ejecutiva de la organización sin fines de lucro Ponce Neighborhood Housings, Elizabeth Colón Rivera, explicó que otro factor que pudo haber incidido en la merma de fondos privados para la reparación de viviendas es que las organizaciones gastaron parte del dinero disponible en alimentos y en medicamentos.
A preguntas de si temía se agotaran los fondos para continuar con la reparación de viviendas, respondió que sí. “Es una preocupación de todos”. “Nosotros tenemos sobre 30 familias (…) [que] todavía están viviendo bajo toldos y todavía viven en condiciones precarias”.
Vélez Soto, de la entidad Sol es Vida, concurrió: “Cada vez que nos alejamos del huracán, hay menos lugares a los que solicitar para reconstrucción, porque las fundaciones grandes regresan a su naturaleza luego del boom en fondos para reconstrucción que hubo por un momento”.
Para Sabathie Quiñones, director ejecutivo de INDESOVI, la llegada de fondos federales de recuperación ha sido lenta. Luego de haber trabajado como supervisor de proyectos de recuperación en 2002 tras el paso del huracán Georges, dijo que en esta ocasión, “aunque se ha hablado de cifras de dinero, en realidad, no se ve”.
Si bien es cierto que la organización sin fines de lucro lleva a cabo ocho proyectos de vivienda en Mayagüez, Coamo, Salinas, Dorado, Yabucoa, Loíza, San Juan y Vega Baja, destacó que en solo cinco de los municipios en los que trabajan se les ha eximido del pago de arbitrios municipales de construcción.
Aunque previo al huracán María, INDESOVI recibió fondos federales para la construcción de viviendas de interés social, Sabathie Quiñones aseguró que durante el proceso de recuperación mayormente han dependido de aportaciones de fundaciones para la rehabilitación de hogares.
La directora del Programa de viviendas de Pathstone, igualmente, cuestionó en qué se ha utilizado el dinero de recuperación. “No hay ninguna otra forma de catalogarla que (no sea) extremadamente lenta”, dijo Rodríguez Collazo, en referencia a la llegada de fondos federales a la isla.
El presidente ejecutivo de la Corporación para el Desarrollo Comunitario y Económico de Sabana Grande, Pietri Martínez, aseguró que “con el dinero que le dieron a Tu Hogar Renace, una institución sin fines de lucro como la de nosotros ya hubiese arreglado todas las casas”.
Las organizaciones de base comunitaria entrevistadas por el CPI coincidieron en que se sienten “temerosas” de verse obligadas a detener la reparación de viviendas a casi dos años del paso de los huracanes Irma y María, por la falta de fondos.
Luis Joel Méndez González es periodista del Centro de Periodismo Investigativo a través de Report for America. Cuenta con una maestría en Diseño de Información y Visualización de Datos de la Universidad de Northeastern, así como un bachillerato en Tecnología en Comunicación Tele-Radial de la Universidad de Puerto Rico en Arecibo. Ha sido galardonado por entidades como la Ida B. Wells Society for Investigative Journalism, ProPublica, AccuWeather y Google. Ha trabajado con periódicos en Argentina, Estados Unidos y Puerto Rico, como el Miami Herald, El Nuevo Día y Metro Puerto Rico.
Periodista con más de 10 años de experiencia, cubriendo temas de salud y medioambiente. Inició su labor periodística en la zona oeste de Puerto Rico, de donde es natal, luego de haber cursado estudios en periodismo en la Universidad del Sagrado Corazón. Ha trabajado en medios especializados en salud, como la revista de Medicina y Salud Pública. Su trabajo periodístico y su impacto a la comunidad ha sido reconocido por organizaciones comunitarias como el Club de Leones y la Unión de Mujeres de las Américas. Colabora en el CPI desde octubre de 2017.