Durante una video entrevista sobre crisis climática como parte de la celebración en Puerto Rico del Caribe Fest, el asesor de políticas para el financiamiento climático David Eckstein explicó a la audiencia que se presentó a El Bastión, en el Viejo San Juan, los indicadores de vulnerabilidad climática que han caracterizado a países caribeños como Puerto Rico y Haití de 2000 a 2019.
La entrevista contó con la presentación, por David Eckstein, de textos, mapas y tablas de los datos.
El coautor del “Índice de Riesgo Climático Global 2021″ recordó en entrevista con la cofundadora del Centro de Periodismo Investigativo, Omaya Sosa Pascual, que Puerto Rico encabezó esta lista entre el 2000 al 2019 seguido por Myanmar y Haití.
Dichos países fueron azotados por “eventos excepcionalmente devastadores”, en este caso huracanes: Puerto Rico por María, en 2017; Haití por Jeanne, en 2004, y Sandy, en 2012; y Myanmar por Nargis, en 2008, indica el informe.
El estudio sobre países en riesgo por el cambio climático se basa en indicadores de vulnerabilidad por “fenómenos climáticos extremos” o asoladores con repercusiones directas, como los huracanes que producen muertes por inundaciones o deslizamientos de tierras. Sus datos, por consiguiente, ayudan a estimar cuán “frecuentes y/o más severos” pueden ser los próximos eventos naturales, añade.
Los cuatro indicadores que conducen a estos hallazgos son la cantidad de fenómenos naturales en ese periodo de tiempo prolongado, muertes totales y por 100,000 habitantes y las pérdidas en millones de dólares y en porcentajes, explicó Eckstein.
“El nivel de exposición y vulnerabilidad ante eventos extremos debe entenderse como una señal de alerta”. “Los países desarrollados tienen que aumentar los esfuerzos de adaptación, así como las acciones de mitigación — los países en desarrollo sufren más”, elaboró.
Ocho de los 10 países más afectados por el “clima extremo” en el periodo de 2000 al 2019 devengan “ingresos bajos o medianos bajos”. Asimismo, la mitad es de los menos avanzados, de acuerdo con el artículo.
No se encuentran, sin embargo, dichos datos, de esos años, de Estados Unidos, más sí de los de 1999 al 2018, que lo posicionan entre los números 21-50 en el ranking de damnificados, según proyectó en pantalla el conferenciante durante la videoconferencia.
Durante el 2000 al 2019 hubo 475,000 muertes como “resultado directo” de más de 11,000 “eventos climáticos extremos”, así como $2.56 trillones en pérdidas (estimados en paridad de poder adquisitivo o PPA, una conversión de monedas a una estándar), señaló el autor.
En la recolección de información, las limitaciones que se enfrentan son la falta de raw data (datos crudos o no procesados) sobre impactos directos e indirectos, los lentos riesgos climáticos no cubiertos como el aumento del nivel del mar y el derretimiento de glaciares y la dificultad para proyectar de forma lineal los efectos futuros con hallazgos pasados, añadió.
El tema fue investigado con la organización sin fines de lucro Germanwatch, que pretende “mejorar la transparencia en la política climática internacional y permite la comparación de los esfuerzos de protección climática y el progreso realizado por países individuales”, según su página web.