El fotógrafo Edgar Freytes llegó hasta el Mirador Villalba-Orocovis, una parada estrella de la Ruta Panorámica, que zigzaguea por las montañas de Puerto Rico de extremo a extremo. Pero un letrero pegado al portón lo desairó: “Cerrado hasta nuevo aviso. No entre”. El lugar goza de una privilegiada vista a la Cordillera Central, el embalse Toa Vaca y el mar Caribe, al sur, y el Atlántico, al norte. “Uno a veces da unos viajes largos para encontrar estos sitios cerrados, y pierdes el tiempo. Nos dejan sin nada y nos obligan a ir a otros sitios a pagar. Aquí es al aire libre y no hay que invertir dinero”, sostuvo.
Yonelis Caraballo, quien había llegado desde Coamo junto a otro grupo de amigos “para disfrutar de la creación”, también se topó con la sorpresa de la clausura. “Es decepcionante”, dijo. “Si hubiera información sobre el cierre sería nice, porque así no venimos”. A pesar de que el lugar dejó de operar tras el huracán María, la página web de Discover Puerto Rico, que promociona el turismo en la Isla, indica que el Mirador Villalba-Orocovis está abierto. Dice que es un “parque estratégicamente localizado, con vista a la cadena de montañas del centro sur, perfecto para un picnic o visitar alguno de los negocios locales a lo largo de la ruta”. A un minuto a pie, el Restaurant Villa Oro puso sobre la entrada del negocio un letrero de “Se Vende”. Edith Aponte, una de las dueñas, cuenta que el cierre del mirador ha causado una merma de visitantes, uno de los factores que ha obligado a su negocio a tirar la toalla.
La Ruta, encontró el Centro de Periodismo Investigativo (CPI), se ha quedado sin alma. Además del cierre del Mirador Villalba-Orocovis, también la torre del Mirador de la Piedra Degetau, en Aibonito, está clausurada, y el del Cerro Maravilla, cerca de la colindancia entre Ponce y Jayuya, se encuentra abandonado. Estos son los tres miradores más importantes de la Panorámica.
Al aire fresco que respira quien pasea en carro o a pie, a los chapuzones en los cuerpos de agua que discurren cerca de las carreteras, al silencio acompañado por el canto de los pájaros, se añade el grave deterioro de la infraestructura pública a lo largo de la Ruta. Los principales responsables de mantener los espacios son la Autoridad de Carreteras y Transportación (ACT), el Departamento de Transportación y Obras Públicas (DTOP), el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) y municipios como los de Aibonito y Villalba.
Para continuar la política pública de preservar y desarrollar la Ruta Panorámica, la ACT comisionó en 2016 un nuevo Plan de Manejo, que está listo desde 2021, pero aún no se ha puesto en marcha, según admitió el director ejecutivo de la ACT, Edwin González. El plan, que actualiza el original de 1998, proyecta siete regiones interpretativas e incluye el desarrollo de nuevos puntos de observación. No es un tratado de infraestructura vial, sino sobre el desarrollo estratégico de la Panorámica y sus cercanías. Es toda la oferta que se extiende hasta una milla a cada lado de la Ruta, incluyendo paradores, restaurantes, centros históricos, arqueológicos, culturales y paisajísticos, entre otros.
“El reto cardinal es los fondos; no hay fondos”, confirmó González al CPI. La agencia apenas comenzó el proceso de planificación y diseño de esta nueva etapa de la Panorámica, y se encuentra contratando técnicos y gerentes para poner en marcha el plan. Estas contrataciones se harán con fondos propios, pero faltan asignaciones adicionales para reparaciones o construcciones de proyectos. Carlos Fernández, coordinador de Programas de Planificación de la ACT, sostuvo que, además de los desastres naturales y terremotos que han afectado la gestión de la agencia, su oficina cuenta con poco personal: de dieciocho personas, ahora solo tiene tres. Se trata de una consecuencia de las ventanas de retiro incentivado de la ACT durante las administraciones de los exgobernadores Luis Fortuño, Alejandro García Padilla y Ricardo Rosselló, que buscaban reducir la plantilla gubernamental, según la agencia.
Al contexto de carencia se añade el lento proceso de reconstrucción poshuracán María, ocurrido en el 2017. Hay al menos $3.6 millones para siete proyectos con fondos de la Agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA) para obra permanente, destinados a miradores, centros recreativos y bosques ubicados junto a la Ruta, que son administrados por el DRNA y los municipios de Aibonito y Villalba. A cinco años del desastre natural, sólo una obra inició parcialmente y ninguna de las otras seis ha comenzado, encontró el CPI.
“Hay una dejadez. Mira cómo están las carreteras. Desbaratadas”, dijo Teresita Cintrón, organizadora de la Caminata Panorámica Arquitecto Gabriel Ferrer. Así se le conoce ahora al peregrinaje de 150 millas entre Yabucoa, al sureste, y Mayagüez, al oeste, que fundó el extinto Fondo de Mejoramiento, una entidad sin fines de lucro que promovía el desarrollo humano, la conservación ambiental y el turismo interno. Cintrón pasa revista con el criterio de quien camina esta ruta desde hace 37 años.
El 2023 fue el primer año en que cancelaron tramos por el mal estado de la infraestructura vial, aseguró. Los cráteres en la brea ilustran una geografía en abandono. En diferentes tramos faltan guardabarrancos, hay deslizamientos, y en un punto de la carretera 339, camino a Mayagüez, unas vallas de cemento bloquean totalmente el paso, por lo que se tiene que tomar un desvío.
Según un sondeo hecho para elaborar el nuevo Plan de Manejo, el 88% de los entrevistados indicó que la mayor deficiencia de la Ruta son las malas condiciones de la carretera. El sondeo lo llevó a cabo la empresa CSA, que entrevistó de forma aleatoria a 35 personas que estaban en plazas, parques, chinchorros y museos, durante visitas de campo a la Panorámica y sus cercanías, en 2019.
Si la oferta turística principal de Puerto Rico son las playas, la montaña es su contrapunto. Se trata del corredor de infraestructura verde más largo de la Isla. Pincelado por estampas agrícolas y de la vida de los pueblos del interior, atraviesa los bosques de Carite, Toro Negro, Guilarte y Maricao. Recorre las zonas de los picos más elevados como Cerro Punta (4,390 pies sobre el nivel del mar), Monte Jayuya (4,301 pies) y Cerro Maravilla (3,973). “Uno puede apreciar la belleza de todo Puerto Rico”, dijo Vivian Estrella, oriunda de Guaynabo, quien participaba por primera vez de la Caminata Panorámica, como calentamiento para hacer posteriormente el Camino de Santiago en España.
En el trayecto, se pueden hacer paradas en restaurantes y chinchorros. Migdalia Bernier, de Cayey, estaba encantada con la “cordialidad de las personas” que le decían adiós mientras caminaba. “Comimos limbers y budín, y tomamos limonada de una señora que hizo un montón en una palangana”, dijo Bernier. No es solo una opción para los viajeros, sino para llevar actividad económica que redunde en platos de comida en las mesas de los residentes de la montaña. Todos los municipios a lo largo de la Ruta, excepto Cayey, tienen niveles de pobreza más altos que el resto de Puerto Rico.
Sin letreros no se sabe por dónde va el camino
Las 165 millas de la Ruta Panorámica se pueden recorrer completas en tres o cuatro días en carro, con tiempo suficiente para detenerse en los principales puntos de interés, dependiendo del ritmo de cada cual. Quien quiera caminarla de un tirón se puede tardar unos 14 días, como lo hacía el Fondo de Mejoramiento en sus inicios. Por lo general se hace de este a oeste, para ir con el sol en la espalda en lugar de tenerlo de frente.
Al salir desde la costa de Yabucoa, por la carretera 901, empieza la parte costera de la ruta, en Playa Lucía. Se revela a lo lejos la isla de Vieques y, más adelante en la carretera, aparece la Playa de Punta Tuna con su faro. En Maunabo se forma un circuito vial que reconecta con Yabucoa, en cuyo trayecto se aprecian, desde lo alto, los llanos agrícolas que antaño se dedicaban a la caña.
Al salir de la 901, en una intersección, se revela el grave problema de la falta de letreros. Al no haber señalización, no se sabe por dónde sigue la Ruta. El conductor se desorienta fácilmente a lo largo de unas 40 carreteras en 21 municipios que la componen. El Plan de Manejo, que aún no se ha hecho público y que el CPI obtuvo por medio de una solicitud de información, confirma estas observaciones: “la inconsistencia de los letreros de identificación de la ruta confunden en lugar de informar a los viajeros”. Y no se puede confiar en el geolocalizador del celular, porque hay áreas montañosas en las que se pierde la señal. Conviene llevar un mapa de carreteras impreso, a la antigua. En algunos tramos, el conductor o el caminante atento se orientará gracias a puntos blancos pintados sobre el asfalto en algunas intersecciones, un servicio de señalización que implementó el Fondo de Mejoramiento.
Hacia el oeste, por las montañas de Cayey, la carretera 15 ofrece en verano el espectáculo de cientos de robles en flor, en una finca de 262 cuerdas que pertenece al Fideicomiso de Conservación. El camino continúa elevándose, ofreciendo vistas a la costa de Guayama, y llevando hasta el comienzo del segmento panorámico de Aibonito a Maricao, donde se hallan los principales miraderos.
Discover Puerto Rico también promociona en su página web el Mirador de la Piedra Degetau, en Aibonito. Pero los visitantes encuentran que una paleta de madera cierra el acceso a las escaleras de la torre de observación. Las instalaciones, construidas en 1996 con fondos federales y de la ACT, pasaron a manos del municipio en 2010 por medio de un convenio de arrendamiento, con el fin de evitar su deterioro. La administración las subarrendó en 2015 a la empresa La Piedra Degetau LLC, para que la administrara, y entonces el huracán María causó daños en la torre. El municipio indicó al CPI que no le correspondía a la empresa repararla. En 2019, Aibonito subarrendó el área recreativa a una nueva compañía, Degetau Restaurants LLC, que montó allí una pizzería.
La obligación de $354,287 de fondos de FEMA para reconstruir las instalaciones llegó en febrero de 2020. El Municipio decidió cerrar el acceso a la torre porque la estructura estaba afectada y estimó que los daños en toda el área ascienden a $500,000.
“Aclaro nuevamente que solo el acceso a la Torre fue cerrado a finales del 2021. El resto de las facilidades del Mirador continúan abiertas y en función”, según declaraciones enviadas por el Municipio de Aibonito. Pero, con excepción del área donde se encuentra la pizzería, el centro recreativo da la impresión de abandono. Durante la visita del CPI, había basura en los alrededores, las fuentes de agua no servían y los gazebos los ocupaban escombros. La puerta del baño estaba cerrada y la entrada se usaba de almacén para el restaurante.
A tres años de la obligación de los fondos de FEMA, la reconstrucción del Mirador de la Piedra Degetau aún está en fase de diseño, confirmó el Municipio. Alega que está haciendo un “plan maestro” para mejorarlo y convertirlo en un proyecto turístico “de mayor envergadura”.
Algunos carros ingresan a uno de los estacionamientos del clausurado Mirador Villalba-Orocovis porque el portón desvencijado está fuera de su canal. Los binoculares, a los que se les insertan monedas de veinticinco centavos, no funcionan. El lugar fue construido con fondos federales y del Gobierno de Puerto Rico, e inaugurado en 2002. Ahora lo opera el Municipio de Villalba, que lo clausuró después de María, porque el huracán causó daños en la estructura, alumbrado y alrededores, según el ayuntamiento. Aunque FEMA obligó $121,375 hace tres años, aún no ha pasado nada con el proyecto. La administración de Villalba indicó al CPI que se encuentra a la espera de otros fondos de la Compañía de Turismo para hacer las obras con brigadas municipales. El retraso lo adjudican a la inflación, que ha encarecido los materiales de la construcción, y la falta de mano de obra.
Zigzagueando hacia el oeste, se llega al área recreacional del Bosque Estatal Toro Negro, donde el agua rumorea al golpear las rocas, junto a una de las veredas principales. Quienes siguen este camino pueden mojar los pies o sumergirse en el agua fría. Tras subir el empedrado, los viajeros se topan con una cadena y un candado en los portones de lo que fue una piscina de agua natural, uno de los atractivos del lugar, que no funciona desde hace más de veinte años. Debido a problemas con filtraciones, hoy se encuentra lleno de barro y malezas. En el estacionamiento, los kioscos y los baños están cerrados. Aunque el bosque debe abrir todos los días, según el horario que publica Discover Puerto Rico, es normal encontrar clausurado el portón principal y la oficina de información turística de lunes a viernes.
El DRNA mantiene un acuerdo de comanejo con la organización sin fines de lucro Amigos del Bosque Toro Negro. Carmen Enid Baez Vitali, su presidenta, indica que no cuenta con voluntarios para mantener las instalaciones abiertas durante la semana.
El DRNA es la agencia que tiene el deber ministerial de proteger, administrar y poner a disposición del público los bosques puertorriqueños.
“Eso sí es impactante. Al turista local se le hace difícil saber el horario. La página de Recursos Naturales es floja. No da esa información. Llamas y pasa a la máquina del answering machine. Pasas de una extensión a otra y nadie contesta el teléfono”, dijo José “Pepe” Collazo, quien coordina un grupo llamado los Alegres Caminantes, compuesto principalmente por retirados que disfrutan “de primera mano de las bellezas de Puerto Rico”. Él se considera “hijo de la Panorámica”, pues la camina desde los años 80.
Entre 2021 y 2022, el DRNA recibió obligaciones de fondos de FEMA ascendentes a $1,823,167 para restaurar áreas en Toro Negro, Carite, Maricao, Monte Guilarte y el Centro Vacacional Monte del Estado, espacios públicos a lo largo de la Ruta. No fue hasta abril de 2023 que la empresa Capital Improvements Program Management (CIPM), del ingeniero Carlos Pesquera, fue contratada por $6.1 millones para coordinar los proyectos de reconstrucción de la agencia con fondos de FEMA. Pesquera dijo que se encuentra en proceso de cualificar a 27 firmas para que creen diseños e instrucciones de trabajo.
La agencia no respondió a la pregunta de cuándo espera completar las labores de reconstrucción, ni por qué estuvo casi dos años sin hacer gestiones al respecto.
Solo se han hecho trabajos parciales en el Bosque Estatal de Monte Guilarte, en el que se sustituyeron paredes de madera y techo galvanizado en el área de las cabañas y la fogata, según la Oficina Central de Recuperación, Reconstrucción y Resiliencia. Además de estos parques naturales y espacios de recreo, hay instalaciones del DRNA en las cercanías de la Panorámica, que también están en el calendario de reconstrucción. FEMA asignó $6 millones en febrero para rehabilitar el Vivero de Peces de Maricao, una de las atracciones principales para quienes visitan ese municipio.
Más al este, en la frontera que divide Ponce y Jayuya, se alza el Cerro Maravilla. En la memoria colectiva, es el lugar donde la Policía emboscó y mató, en 1978, a los jóvenes independentistas Carlos Soto Arriví y Arnaldo Darío Rosado. En la misma década, el DTOP construyó el mirador homónimo al sur de la carretera 143, del lado de Ponce, como uno de los proyectos fundacionales de la Panorámica. Abajo, a lo lejos, se dibujan la ciudad ponceña, el embalse Cerrillos, la isla de Caja de Muertos y hasta los molinos de viento que generan electricidad en los llanos agrícolas en la costa de Santa Isabel.
Félix González, quien ofrece terapias como neurocoach, instaló un banco de madera para disfrutar la vista. Comenzó entonces a encontrar allí a personas que se sentían deprimidas tras el estallido de la pandemia de COVID-19 y decidió iniciar un movimiento de salud mental en conexión con la naturaleza. Activó a voluntarios que podaron la hierba, reforestaron, lavaron los bancos, remozaron un gazebo y crearon un proyecto de arte público en las paredes del baño abandonado. Un día encontraron que alguien había cubierto de pintura sus obras de arte, y que la madera y los inodoros que habían llevado para instalar allí habían desaparecido. González aseguró que la división legal del DRNA le explicó que fue un empleado de la agencia el responsable, y le pidió “borrón y cuenta nueva” a los voluntarios. Se desmotivaron y abandonaron la gestión comunitaria. Hoy, el viajero se topa con que la hierba se ha adueñado del terreno, por falta de mantenimiento. Los baños están sin puertas ni inodoros, y las paredes las cubre el grafiti. Los bancos y gazebos necesitan mantenimiento. El propio plan de manejo indica que las instalaciones se encuentran en “estado de ruina”. La ACT indicó que el dueño del lugar es el Departamento de Agricultura.
Algunas de las atracciones más populares se encuentran en la zona fronteriza de San Germán y Maricao, como el famoso Centro Vacacional de Monte del Estado. Hay 22 cabañas con capacidad para albergar hasta seis personas, una piscina, cancha de baloncesto y área recreativa. Al menos así era en mejores tiempos. Hoy la pintura de los gazebos está descascarada; las piscinas, cerradas y sin agua. El día de la visita del CPI, en uno de los baños, el lavamanos no funcionaba y en otro la mezcladora no dejaba de gotear. Tremenda prueba de paciencia la del turista que intente ir, pues nadie responde a los teléfonos que publica el DRNA para hacer las reservaciones. El Parque Ecológico aledaño, una de las mejores áreas de acampar de Puerto Rico, está clausurado.
Más adelante, sobre la Panorámica, los viajeros suben cuarenta y cuatro escalones hasta el observatorio de la Torre de Piedra, y los recompensa la vista a vuelta redonda que ve el guaraguao. Se divisan el norte de la Isla, las aguas del Caribe en el sur y los contornos de la costa suroeste.
La Torre de Piedra está dentro del Bosque de Maricao, un área protegida de casi 11,000 cuerdas de terreno. “Tengo mi corazón puesto en Maricao. Para mí es algo bien valioso para Puerto Rico. Tenemos que darle su valor”, dijo Teresita Cintrón, la organizadora de la Caminata Panorámica Arquitecto Gabriel Ferrer. El día en que el CPI la encontró caminando, su grupo tuvo que llamar al DRNA y ejercer presión para que el Gobierno atendiera la crisis de los incendios forestales, pues habían ocurrido fuegos en la zona mientras la visitaban, dijo. Destacó que lleva años encontrándose a estudiosos europeos y estadounidenses que llegan a estudiar la flora y la fauna, especialmente los pájaros, lo que ella considera como un reconocimiento del valor del lugar.
La Ley 71 del 23 de junio de 1965 creó la política pública para el desarrollo de la Ruta Panorámica, con el fin de ofrecer un equilibrio ecológico y social ante el desarrollo industrial en las costas. “Será esta ruta además una excelente oportunidad para que nuestra juventud pueda conocer y estudiar la flora, la historia y la orografía de nuestra Isla…”, según la exposición de motivos de la Ley. “Servirá para fomentar el turismo de las personas sencillas, tanto de Puerto Rico como del exterior, que deseen disfrutar del típico ambiente puertorriqueño a un precio moderado; a tal fin se construirán posadas, merenderos, miraderos, sitios para descanso y todas las facilidades necesarias para el disfrute y el esparcimiento”.
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Tremenda página. Felicidades
Excelente este artículo. Puedo identificar estas cosas pero nunca se hablan de ellas. Puerto Rico tiene una temperatura envidiable, pero no le dan mantenimiento a estos espacios para disfrutarlos. Si quieres ir a un sitio bonito, limpio y accesible, hay que pagar. Entonces, ¿Qué calidad de vida nos quieren dar?
Voy a especular basado en mis observaciones. Es posible que emerja voluntad de las agencias para el mantenimiento y cuidado de estos espacios, si algún grupo comunitario o cualquier grupo no tradicional adopta este tipo de lugar y se apropia de ellos. Comienzan a hacer labores voluntarias de mantenimiento y actividades amenazantes tales como poesía, cantos, veladas nocturnas, observar aves, etc. Porque este tipo de apoderamiento y buena transgresión tiende a causar carcomillo en las agencias y autoridades y aparecen los chavos, personal y hasta agentes policíacos y de recursos naturales para proteger estos espacios de buenos transgresores.
El mismo artículo indica que un ciudadano intentó renovar una de las àreas, para luego enterarse que un empleado de DRNA lo había destruido todo. La frustración de grupos comunitarios es también evidente. Es clara la política gubernamental que tiene como eje la destrucción de recursos, la impunidad y un desplazamiento que va màs alla de viviendas. Ademàs, aunque haya fondos asignados la apatía e ineptitud gubernamental contribuyen al desmantelamiento. La falacia del gigantismo gubernamental tambièn ha dejado en el hueso a las agencias decimando recursos. Por otro lado, no es responsabilidad de los ciudadanos arreglar las carreteras, que para eso pagamos contribuciones. Abrir bien los ojos, reconocer quiènes nos han gobernado y entender que ahora andan como analistas recomendando cómo dirigir el archipièlago, o con los bolsillos llenos por la puerta giratoria.
Gracias por este artículo. Es deprimente leer como el gobierno ha dejado decaer esta ruta tan preciosa. Todos los años la recorría en carro con mis amistades y tiene un significado muy especial para mi. Esperemos que se pueda desarrollar un plan concreto para rehabilitarla y que así se beneficien los habitantes de esa región.
Excelente artículo!
Soy caminante y es lamentable que te encuentres con tan poca consideración de los alcaldes y el gobierno en la atención y mantenimiento de nuestras carreteras .
Hay que seguir llevando la voz para que
Nuestros pueblos de las montañas no sean olvidados!
Esto no es casualidad ni coincidencia ni consecuencia de la quiebra, María, la Junta o el paso de los años. Es el “”modus operandi” de los gobiernos: abandonar los parques nacionales, los miradores, los lugares recreativos, etc. Cuando están ya al borde de la ruina o que requieren millones para su reparación, ¡AHH! Vamos a buscar un inversionista extranjero que se haga cargo (claro, Puerto Rico “le presta” el dinerito) y se quede con todo. Así está ocurriendo en San Juan y se repetirá por todo el país.
Todo lo que es publico esta manga por hombro: destruido, abandonado o mal mantenido. Creo que El Gobierno de PR ya no es capaz de mantener estos sitios que no generan dinero. Ellos lo ven como un estorbo al presupuesto. Asi mismo se debe de entregar a un grupo sin fines de lucro. Ellos pueden cobrar un minimo fee para el disfute porque Gratis ya no existe. Si el gobierno lo mantiene como corrupto que es eventualmente van a cobrar y no lo van a mantener tampoco. Un grupo sin fines de lucro podria ser la solucion. Gracias por investigar.
Gracias por tan buena reseña! La realidad es que he caminado la Ruta Panorámica y es triste ver las condiciones en que se encuentra, la basura en los vertederos clandestinos así como los animales abandonados. Sin embargo su gente es maravillosa, llueven las bendiciones de las personas desde los balcones, Esta ruta es rica en vistas, paisajes pero el deterioro no permite que se vea su belleza. Los invitamos a caminarla de enero a marzo. En Caminata Panoramica Arq Gabriel Ferrer. Y disfrutarla!
La carretera de la Ruta Panorámica está en pleno deterioro hace años antes del Huracán María al igual que las instalaciones turísticas pero todo se lo achacan al H María para que le asignen fondos que lamentablemente no llegan al destino para lo que son asignados. La dejadez que impera actualmente en las agencias gubernamentales han llegado a un nivel inimaginable e inexplicable. Están dejando a nuestra isla en un deterioro social y estructural indignante y no sabemos si esto tendrá solución porque nadie hace nada por eso tengo que apoyar a los grupos que están asumiendo una posición de reto a las autoridades para que se respete la dignidad de las tierras que nos pertenecen y las agencias gubernamentales no hacen nada incluyendo el Depto. de Justicia. Estamos ante una sociedad de dejadez e insensibilidad ante las injusticias que ha alcanzado un nivel intolerante.
Triste. Y lo peor, Puerto Rico parece haber normalizado estas situaciones.
who ,no dan mantenimiento a nada .se roban el dinero
Excelente articulo.
Excelente y bien documentado artículo. Felicito a su autor principal y todos los que colaboraron.
Después de leer este artículo de investigación deja a uno con el “corazón partio” cómo dice la canción. Cuando uno viaja a otros países uno observa q hay estructura en las áreas turísticas con mucho menos fondos, aquí todo está abajo es como si hubiese un plan sistemático para destruir nuestra bella isla. Sumamente lamentable.
Ya habia leido el articulo, no recuerdo si en el face. Lo critique porque muchas de lo que dicen faltan a la verdad. Recuerdo que mencionaban algo del mirador Villalba-Orocovis. Si no me falla la memoria decían que el lugar estaba abandonado luego de muchos meses del Huracán Maria a lo cual yo le riposté que no era cierto ya que nosotros estuvimos allí de paseo en las dos ruedas. Recuerdo, que quise postear fotos y la pagina no me lo permitia. También recuerdo que muchas de las cosas que aqui decian no eran ciertas porque mostraban fotos antiguas. Ejemplo de eso era el área de Toro Negro que ya había sido remozada por un grupo de la comunidad y hasta quioscos de comida tenía. Hasta llegue a decir que no me hicieran caso a mi ni al CPI y fueran los mismos lectores y sacaran sus propias conclusiones. Espero entonces, no sigan faltando a la verdad en sus artículos, verificando la información que les ofrece un tercero.