Si la Policía de Puerto Rico se comportara como lo ha hecho la población general de hombres en los últimos seis años, que culminaron con 93 feminicidas, se esperaría que no existiera más de un feminicida dentro de la Policía. No obstante, el más reciente análisis publicado por la organización Kilómetro 0 revela que los feminicidas dentro de esa agencia son cuatro veces la cifra esperada. 

El informe Feminicidas en la Policía: masculinidad tóxica e impunidad publicado esta semana compara la proporción de feminicidas dentro y fuera de la Policía, utilizando como método la razón de mortalidad estandarizada, una ecuación que, en este caso, permite determinar la frecuencia de feminicidas cuando dos poblaciones son distintas. Bajo esta premisa, se esperaría que la cantidad de feminicidas en la Policía, entre 2018 y 2023, fuese 1.13, pero, en ese mismo período, hubo cinco feminicidas. 

“Básicamente, ser miembro de la Policía de Puerto Rico hace que la probabilidad de convertirse en feminicida se multiplique por cuatro”, se lee en el informe. 

Aunque los datos presentados no representan una tendencia de feminicidas dentro de la Policía a lo largo del tiempo, el director de investigaciones de Kilómetro 0, Luis A. Avilés, asegura que los casos de agentes que asesinaron a sus parejas o exparejas no son aislados. 

“Para el periodo observado, 2018-2023, queda claro que no fue una casualidad que cinco policías asesinaran a sus parejas o exparejas sentimentales. El análisis demuestra que hay una fuerte asociación entre ser policía y aumentar considerablemente la posibilidad de cometer un feminicidio íntimo”, explicó Avilés. 

Asimismo, la directora ejecutiva de Kilómetro 0, Mari Mari Narváez, enfatizó que la preparación que reciben los policías les hace especialmente peligrosos para sus víctimas. 

“Los policías tienen conocimiento sobre cómo vigilar y rastrear sin ser descubiertos. Tienen acceso a armas legales, a inteligencia, a datos, cuentan con protecciones formales e informales dentro del sistema legal criminal al que pertenecen, tienen mucho más poder que cualquier hombre promedio y hasta conocen la ubicación de los refugios para víctimas de violencia doméstica”, destacó Mari Narváez.  

El informe de Kilómetro 0 aporta un nuevo análisis al problema de violencia de género en el Negociado de la Policía de Puerto Rico, que abordó la Unidad Investigativa de Género — una alianza entre el medio de periodismo feminista Todas y el Centro de Periodismo Investigativo — , junto con el Miami Herald. La investigación periodística titulada Cientos de policías arrestados por violencia doméstica pocas veces enfrentan consecuencias identificó que, al menos, 800 agentes de policía habían sido arrestados entre 2010 y 2021. Solo 36 casos terminaron en condenas entre los acusados, lo que representó menos de la mitad de todas las detenciones. Los hallazgos de la investigación periodística se basaron en documentos que la Policía tuvo que entregar a las periodistas tras una demanda por acceso a la información. 

Reacciona la Policía

Ante la publicación del análisis de Kilómetro 0, el Negociado de la Policía de Puerto Rico catalogó el informe, en expresiones escritas, como una “falta de respeto”. 

Sin embargo, Mari Narváez aseguró en una entrevista telefónica que los datos demuestran un problema existente dentro de la Policía que las autoridades se niegan a resolver.

“La reacción de la Policía es la de siempre: es negar el problema. Ellos dedican más energía a negar los serios problemas que confrontan a nivel interno, que si, simplemente, se dedicaran a resolverlos… Nosotros estamos utilizando datos, que muchos de ellos son de la propia Policía… Mi valoración es importante, pero no es tan importante como la que podemos hacer cuando nos basamos en evidencia científica y en datos. Ellos, evidentemente, no pueden cuestionar eso”, argumentó Mari Narváez. 

Un problema histórico

El informe alude a que, en el 2011, el Departamento de Justicia de Estados Unidos documentó que la Policía de Puerto Rico estaba “infectada” con casos de violencia doméstica, y al año siguiente la American Civil Liberties Union (ACLU) catalogó como “alarmante” la cantidad de denuncias de violencia doméstica perpetradas por agentes policiales. 

Aun así, la Policía no ha sido capaz de resolver la situación, denuncia la publicación de Kilómetro 0. 

Ilustración por Rachel Handley | McClatchy

“La Policía no ha podido evidenciar que ha adiestrado a sus oficiales en las normas para manejar casos de violencia doméstica, las investigaciones de estos casos no se realizan con los estándares requeridos y el Negociado alega desconocer cuántos policías arrestados por violencia doméstica siguen activos, están suspendidos, han sido desarmados o han sido expulsados”, se lee en el informe. 

Asimismo, destaca que la mayoría de los policías feminicidas llevaban cerca de treinta años en la Policía, de manera que — según Mari Narváez — “el entrenamiento policial no evitó que estos policías asesinaran a sus parejas y exparejas”. 

Recomendaciones

Entre las propuestas sugeridas en el informe se encuentra la reducción de roles y recursos asignados a la Policía en relación con la violencia de género, tales como políticas públicas enfocadas en prevención de violencia, y la creación de programas de asistencia emocional y educativas a cargo de profesionales de la conducta humana, en lugar de policías. 

“En la medida en que se empiecen a reducir los roles que hoy tiene la Policía, también se tiene que reducir su presupuesto, de tal forma que las nuevas funciones tengan los recursos que le correspondan”, dicta el informe.

De igual forma, recomendaron adoptar prácticas con perspectiva de género para todas las agencias de Puerto Rico, destinar un lugar distinto al Negociado de la Policía para presentar querellas de violencia de género, y crear una entidad independiente que investigue a la Policía. 
El informe publicado es el sexto de la serie Paliques Policiales que consta de análisis breves sobre temas de violencia policial y seguridad pública, desde una perspectiva salubrista.