La Universidad de Puerto Rico (UPR) está en riesgo de perder $5.4 millones en fondos destinados a investigaciones relacionadas con la salud si se concreta la propuesta del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de limitar hasta 15% los fondos para gastos administrativos y operacionales de las subvenciones que otorgan los Institutos Nacionales de Salud (NIH, en inglés), según un análisis del Centro de Periodismo Investigativo (CPI).
Gastos como el pago de agua, electricidad, internet y empleados no docentes para echar adelante los proyectos de investigación, así como costos de mantenimiento y limpieza de edificios y laboratorios se verían afectados.
La UPR tiene aprobados $9,624,513 para gastos administrativos de las investigaciones en curso enfocadas en temas de salud. Si se aprueba la medida de Trump de poner un tope de 15% para cubrir estos gastos, la UPR apenas se quedaría con $4,150,940, analizó el CPI.
“Hay un montón de labores que se hacen alrededor de la investigación que no entran dentro del cómputo del investigador per se porque la institución cubre una serie de actividades para que ese investigador pueda llevar a cabo su estudio. Si yo estoy en un laboratorio y nadie puede venir a limpiar los filtros de aire o algún equipo que se dañó, eventualmente la investigación no se podrá llevar a cabo”, explicó la epidemióloga Cruz María Nazario, quien forma parte de una investigación del Recinto de Ciencias Médicas (RCM) de la UPR junto con la Universidad de Yale en la que investigan los factores de riesgo que inciden en enfermedades crónicas en personas del Caribe.
Actualmente, los NIH subvencionan 109 investigaciones en Puerto Rico de las que el 67% son realizadas en la UPR. Es decir, de los $78,764,834 que la entidad federal tiene adjudicados en Puerto Rico, la universidad pública recibe $51,694,003. Algunas de estas subvenciones dotarían a la universidad con fondos externos hasta el 2029. También se afectaría el Centro Comprensivo de Cáncer, que está bajo la UPR por virtud de la Ley 203 de 2004 y cuyo recorte ascendería a $311,260.
“La eliminación de los fondos destinados a la investigación en la UPR tendrá un impacto devastador en nuestra capacidad para realizar estudios científicos de alta calidad. Las restricciones a los costos indirectos limitan severamente los recursos disponibles para nuestras unidades académicas, afectando la infraestructura esencial para los laboratorios y restringiendo las oportunidades de investigación para nuestros estudiantes y profesores”, dijo en declaraciones escritas el presidente interino de la UPR, Orestes Quesada.
Además de la UPR, la Universidad Interamericana, la Universidad Central del Caribe, así como el Sistema Universitario Ana G. Médez se verían afectadas. Los recortes también impactarían a las escuelas de medicina de Ponce y San Juan Bautista. Las instituciones universitarias en Puerto Rico tendrían una pérdida ascendente a los $7.9 millones.
La reducción en los fondos en la UPR impactaría la matrícula de la Hermandad de Empleados Exentos No Docentes (HEEND), pues “muchos empleados del sistema universitario” cobran a partir de ese dinero externo, estimó su presidente Carlos De León.

Foto por Víctor Rodríguez Velázquez | Centro de Periodismo Investigativo
“Tenemos trabajadores de Sistemas de Información, por mencionar al Recinto de Ciencias Médicas, que todos están cobrando de una forma u otra de esos costos indirectos. Personal secretarial, administrativo de las oficinas, gente en las oficinas para hacer pagos, que son costos que la UPR se supone que esté cubriendo con su presupuesto regular, pero lo hace con fondos indirectos de esas subvenciones”, mencionó.
El Presidente Interino de la UPR reconoció que la medida podría significar el despido de empleados administrativos y técnicos del sistema universitario.
“El impacto en los laboratorios y en la capacidad operativa de la universidad provocaría una reestructuración forzada, lo que pondría en peligro la estabilidad laboral de muchas personas en la institución. La mayoría de las universidades no tienen los fondos suficientes para intervenir y cubrir esta situación. No es viable”, agregó el funcionario interino, quien también destacó que las universidades de todo el país enfrentan “dificultades similares”.
Debido a los ajustes impuestos por la Junta de Control Fiscal (JCF) desde el 2017, la UPR enfrentó la eliminación de “la fórmula” aplicada por la Ley 2 de 1966, y que le otorgaba el 9.6% del Fondo General del Gobierno de Puerto Rico. La asignación del Fondo General para la UPR se redujo un 49%: de $911 millones en 2017 a $466 millones en 2022. En el año fiscal 2023-24, la aportación del Fondo General a la UPR rondó los $441 millones, la misma cantidad aprobada para el presupuesto de 2025-26.
“Si la Junta de Control Fiscal no toma en consideración estos recortes sería la estocada mortal a la UPR. Si no hacen unos ajustes para balancear, sea devolviendo la fórmula o parte de lo que nos han quitado, esto sería la estocada mortal, sobre todo para el Recinto de Ciencias Médicas”, advirtió Rafael Méndez Tejeda, profesor en Recinto de Carolina de UPR.
El presidente de la HEEND coincidió en que la medida impulsada por Trump debe ser una alerta para que la JCF no descanse en los fondos externos que recibe la UPR como salvaguarda para su operación.
“El problema en la UPR es que cuando la JCF baja el presupuesto básicamente lo que le dice a la administración universitaria es: ‘mire, ustedes tienen un montón de chavos ahí de costos indirectos. Así que pueden utilizar esos fondos para subvencionar la operación de la Universidad’. Pero esos fondos se han estado utilizando para contratar personal que no tiene que ver con las investigaciones directamente”, denunció De León.
Impacto mayor para Ciencias Médicas
Aunque siete de los once recintos de la UPR actualmente cuentan con subvenciones de los NIH, el RCM sería el más impactado con un recorte de $5,016,799 en los fondos para gastos indirectos de 47 investigaciones activas. Es decir, el RCM asumiría el 92% del recorte de fondos que enfrentaría el sistema universitario público.
La rectora del RCM, Myrna L. Quiñones Feliciano, dijo al CPI en declaraciones escritas que está haciendo un análisis del impacto que podrían tener los recortes y, en caso de materializarse, buscar alternativas viables para cumplir con los “compromisos con la docencia, la investigación y los servicios a la comunidad”.

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“Hasta el presente, ni las investigaciones, ni los servicios a la población ni los pagos a los estudiantes que se nutren de fondos federales se han visto afectados por los recortes propuestos por la administración del presidente Donald Trump. Dichas actividades continuarán en vigor hasta ahora”, aclaró.
Entre las investigaciones que lleva a cabo el RCM, hay estudios de salud pública sobre nuevos enfoques para atender ciertos tipos de cáncer y otras sobre virus, como el COVID-19, el dengue, el zika y el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH). Además, se afectarían investigaciones en curso que evalúan las implicaciones de contaminantes ambientales en la salud de los puertorriqueños, el manejo de virus en poblaciones rurales y vulnerabilizadas e incluso estudios en los que se comienza a explorar la inteligencia artificial para el manejo de situaciones de salud.
Para Nazario, lo de Trump es un afán por impactar las investigaciones que generan conocimiento sobre las necesidades que tienen las minorías o territorios como Puerto Rico, y podría redundar en alguna crisis de salud pública.
“Si no puedes hacer investigaciones que sean importantes para nuestro país, vamos a poner que sea una condición infecciosa, pues si no la investigas y no sabes cómo se propaga, cómo tratarla, cómo identificarla, cómo hacer diagnóstico, posiblemente se desarrolle una epidemia de esa enfermedad, porque no tenemos el conocimiento”, advirtió la experta.
Implicaciones en el resto de recintos UPR
La UPR también vería recortes en 13 investigaciones del Recinto de Río Piedras, cinco en el Recinto Universitario de Mayagüez, tres en Aguadilla, dos en Cayey, una en Ponce y otra en Humacao.
El impacto a esos 25 estudios supondría un recorte de $456,774 para gastos de administración y operación en esos seis campus.
En el caso del Recinto de Río Piedras, el segundo campus más impactado, recibiría un recorte de $269,716 en los fondos para gastos administrativos otorgados por la NIH.
La rectora Angelica Varela Llavona, dijo que: “Estos gastos esenciales, conocidos como costos indirectos, son cruciales y representan una inversión significativa para mantener espacios de investigación de vanguardia. Actualmente, la mayoría de los costos indirectos que recibe el recinto fluctúan entre 34% y 49%. La implementación de un límite del 15% en el apoyo a costos indirectos reduciría drásticamente la financiación y restringiría la actividad investigativa en la UPR”.
Varela Llavona instó al gobierno local a buscar medidas que mitiguen el impacto a la UPR si se concretan los recortes promovidos por el gobierno federal.
“Solicitamos al gobierno local a implementar mecanismos que mitiguen el impacto adverso en el ecosistema de investigación. La inversión en las carreras de ciencia, tecnología, y matemáticas (STEM, en inglés) no solo fortalece la competitividad en la economía global, sino que también asegura que la ciencia y la innovación beneficien a toda la sociedad”, señaló.
La gobernadora Jenniffer González no respondió una solicitud de reacción del CPI al impacto que tendría la UPR si se concreta la medida de Trump de reducir las subvenciones de los NIH.
Entre las investigaciones en otros recintos que se verían afectadas se encuentran algunas sobre condiciones neurológicas, como nuevos enfoques para entender la epilepsia, otras del sector biomédico, nanomedicina, lactancia, entre otros estudios enfocados en salud pública.
Para el climatólogo Méndez Tejeda, la amenaza de Trump sobre los fondos de investigación afectan desproporcionadamente a la universidad pública debido a los cortes presupuestarios que ha tenido que encarar desde el año 2017. Dijo que otras universidades en Estados Unidos que sobreviven con donaciones millonarias podrían asumir los cortes que supondría limitar los gastos administrativos y operacionales, pero no así la UPR.
“Instituciones como Harvard o Columbia, que son entes que reciben grandes donaciones pudiesen solventar los cortes un poco, aunque luego los van a sentir. Para la UPR en Río Piedras, el impacto va a ser grande, porque nosotros no tenemos donantes. Las universidades de Estados Unidos no viven de la matrícula, sino de las donaciones al fondo dotal. Será un impacto muy grande para los institutos públicos y privados de Puerto Rico”, dijo el también representante claustral ante la Junta Universitaria de la UPR.
La medida, anunciada por el gobierno de Trump el pasado viernes 7 de febrero, generó la demanda de 22 estados que solicitaron una orden judicial para detener la implementación de la política, debido a que “perjudica la investigación médica”. El juez Angel Kelley del Tribunal de Distrito de Massachusetts bloqueó temporalmente la propuesta en esos estados. Otras demandas similares fueron presentadas en el Distrito de Massachusetts por asociaciones de instituciones académicas y de salud en un intento por frenar la nueva política de Trump relacionada con la salud pública y las investigaciones.
La amenaza a estos recortes de fondos para investigaciones se da en medio de la inestabilidad en el sistema universitario público, que incluye la renuncia del presidente de la UPR Luis Ferrao el pasado 3 de febrero.
Golpe a la preparación de estudiantes
La reducción de fondos externos para investigaciones científicas no sólo limitaría la misión de la UPR de generar conocimiento, sino que también trastoca la preparación profesional del estudiantado que forma parte de esos estudios.
“Una vez que los estudiantes no tengan oportunidades para participar como asistentes en la investigación pierden una grandísima oportunidad de adiestrarse con su profesores, con los investigadores y salir cuando se gradúan con una preparación excelente en investigación y en ciencia. Pero si se corta esa capacidad que tenemos nosotros de adiestrar a científicos jóvenes vamos a ir acabando con la ciencia, que eso es lo que creo que se está pretendiendo hacer”, dijo Nazario, quien previo a su jubilación impartió cursos en el RCM durante 30 años.
Con ella coincidió el profesor Méndez Tejeda al señalar que muchos estudiantes solo pueden costear sus estudios graduados por medio de fondos que se asignan en las subvenciones para contratar asistentes de cátedra.
“Esos estudiantes reciben un estipendio mensual por lo que no tienen que salir a la calle a tener dos trabajos a tiempo parcial, sino que se dedican a la investigación. De manera que el estipendio les permite vivir como estudiantes. Si comienzan a cortar las subvenciones carecemos de fondos para que los estudiantes puedan participar en seminarios y lugares donde habrá crecimiento para estudiantes”, estimó el profesor.
José R. Rosa, presidente del Consejo General de Estudiante del RCM, no respondió una petición de entrevista del CPI para conocer cómo estas medidas afectarían al estudiantado de su Recinto.
El Presidente Interino de la UPR sostuvo que el sistema universitario se enfrenta a una posible reducción de la financiación para laboratorios y equipos debido a la propuesta de Trump, lo que limitaría la capacidad de los científicos para realizar investigaciones fundamentales.
Indicó, al igual que Nazario, que la reducción en las subvenciones del NIH supondría menos oportunidades de investigación para estudiantes de posgrado y posdoctorados, quienes dependen de estos fondos para avanzar en sus carreras científicas. Dijo, además, que si se concreta la medida de Trump, se vislumbran retrasos o cancelaciones de estudios biomédicos críticos que podrían retrasar avances en áreas esenciales para la salud pública y la medicina.
Esta historia es posible mediante una colaboración entre el Centro de Periodismo Investigativo y Open Campus.
La limitación de fondos y presupuesto de la Universidad en Río Piedras y Ciencias Médicas pueden limitar y llegar a incidir en la clasificación actual ‘doctoral de investigación activa’ de la Upr en estos recintos.