El Instituto de Ciencias Forenses (ICF) y el Registro Demográfico echaron mano de la tecnología y de adiestramientos para mejorar el protocolo de documentar las muertes relacionadas al huracán Fiona, con el objetivo de minimizar los errores cometidos hace cinco años cuando el huracán María azotó a Puerto Rico.
Las muertes vinculadas al huracán que tocó a Puerto Rico el pasado 19 de septiembre presuntamente se conocerán con mayor rapidez que en la emergencia de María debido al uso de una plataforma, de nombre VITA (acrónimo de las siglas de su nombre en inglés Vital Information Tracking Application), que permite entrar los datos de los distintos elementos del certificado de defunción de manera digital al Registro Demográfico, según dieron a conocer María Conte, directora del ICF, y Wanda Llovet, directora del Registro.
No obstante, aún casi la mitad de los certificados se están llenado de forma manual. Llovet indicó que del 1 de junio al 30 de agosto se han recibido el 52% de las defunciones por el sistema electrónico y el resto de forma manual presencial.
Esto, en buena medida porque el 39% de los hospitales todavía no está utilizando la nueva plataforma, pendiente a que su personal médico sea adiestrado; esos certificados todavía se están registrando manualmente. El 80% de todas las muertes que ocurren en Puerto Rico ocurren en hospitales o centros de salud donde son certificadas por médicos, y las restantes son manejadas por el ICF.
En Puerto Rico hay 68 hospitales. Según el Plan Operacional de Manejo de Emergencias del DS, hay 130 centros de diagnóstico y tratamiento (CDT). Estos no están incluidos en este porcentaje porque entrarán en una futura etapa.
Ya el personal del ICF, los del Registro y los agentes funerarios fueron adiestrados. La herramienta supuestamente permitirá que no haya discrepancias entre las cifras deI ICF y las del Registro porque ambas agencias la utilizan, indicó Conte.
Antes de la implementación de VITA, el registro completo de una muerte en la base de datos se hacía manualmente y tomaba un promedio de uno a dos meses en tiempos que no son de emergencia y ahora toma entre ocho a 10 días, estimó el Departamento de Salud (DS).
El proceso de completar un certificado de defunción y registrar una muerte — aunque sea de manera electrónica — incluye varios pasos que dependen del tipo y lugar de muerte, si el deceso es certificado por un médico o va al ICF para investigación. De uno de estos dos lugares, el certificado — en papel o electrónico — pasa al agente funerario antes de que la información finalmente sea revisada y validada por el personal del Registro, el último eslabón en la inscripción oficial de un fallecimiento en la base de datos de mortalidad de Puerto Rico.
Sin embargo, Llovet sostuvo que el Registro ya puede ver las muertes y sus causas de forma inmediata en esta plataforma y los casos son revisados diariamente por su personal. Ambas funcionarias agregaron por separado que confían en la diligencia y corrección con la que los médicos llenen los certificados de defunción, de manera que se pueda establecer cuáles fallecimientos están relacionados al huracán.
Durante el huracán María el sistema de recopilación de datos sobre muertes colapsó cuando cerraron las oficinas de Registro Demográfico por falta de electricidad, combustible y comunicaciones. Cuando lograron abrir las oficinas centrales, entonces comenzaron a llevar los certificados de defunción que se hacían en papel semanalmente con carreros a dichas oficinas, por lo que la información no estuvo disponible por largos meses. Estos datos fueron finalmente facilitados al Centro de Periodismo Investigativo tras una demanda de acceso a la información en mayo de 2018.
Por su parte, la Directora del ICF sostuvo que el nuevo sistema debe abonar a que se pueda tomar “acción inmediata y se mitiguen esas situaciones que están provocando esos decesos” durante los desastres naturales, a diferencia de María cuando no había información disponible porque la certificación de muertes demoraba mucho, puesto que se hacía a mano.
“Ahora estamos mucho más conscientes de cuáles son las situaciones, el Registro está más consciente del reporte, las estadísticas están saliendo más rápido y los médicos en general, están muy pendientes”, dijo Conte.
La directora del Registro indicó que aun cuando se procese de manera digital, las etapas que se tienen que seguir son iguales a las del sistema manual, pero al entrar la información electrónicamente se agiliza el proceso.
“El médico es quien certifica la causa de muerte del fallecido. Posteriormente ese certificado, que es el documento RD77, pasa a manos del funerario que se va a hacer cargo de esos actos fúnebres y el funerario es quien va a documentar la otra parte del certificado de defunción. Una vez están completadas la parte médica y la demográfica, es que el funerario procede a entrar el certificado al Registro Demográfico”, explicó Llovet.
La directora del Registro añadió que “es un tiempo más corto porque ya yo no tengo que tener el personal entrando los datos luego que nos llega el certificado. Esos datos se entran directamente del hospital, la parte que le corresponde a lo médico. Posteriormente, electrónicamente, pasa al funerario. El funerario llena la parte electrónicamente también, y cuando llega al Registro, ya ese certificado está totalmente electrónico”.
De otra parte, Conte explicó que, como los casos de cremación tienen que pasar por el examen de un patólogo del ICF, es posible detectar si un caso está relacionado al huracán, aunque no se haya indicado así en el certificado de defunción.
Crean sistema de vigilancia
Llovet dijo que se creó un comité de vigilancia compuesto por personal de epidemiología, del ICF y de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), que se reúne varias veces en semana para discutir los casos de muertes que llegan a partir del huracán Fiona. Indicó que los epidemiólogos del equipo verifican en la prensa y reciben llamadas de los hospitales de muertes que se sospechan puedan estar relacionadas al huracán.
Sin embargo, aclaró que, de las muertes no evaluadas por el ICF, solo se adjudica como muerte directa o indirecta al huracán Fiona cuando tienen una certificación de un médico que así lo acredite.
Según datos del DS, al 28 de septiembre, habían 24 casos de muertes asociadas al huracán Fiona, de las cuales 13 están bajo investigación y 11 confirmadas. De las muertes confirmadas, hay una muerte directa y 10 indirectas.
Ambas funcionarias mencionaron que luego del huracán María y ante los errores que se cometieron en relacionar las causas de muerte con el ciclón, los médicos recibieron adiestramiento para llenar adecuadamente los certificados de defunción, basado en las guías de los CDC de cómo documentarlas y atarlas a un evento atmosférico. Aseguraron que tras la pandemia, notaron que los médicos documentaron las muertes provocadas por el COVID-19 de forma adecuada. Por eso, apuestan a que esa exactitud se replique al llenar los certificados de defunción tras Fiona.
Conte, por su parte, dijo que el ICF está disponible para atender consultas de médicos sobre muertes que puedan estar relacionadas al huracán. La patóloga mencionó que cotidianamente los médicos certifican muertes causadas por las condiciones clínicas que atienden y que fue a partir de los decesos que ocurrieron luego del huracán María que crearon conciencia de que esas condiciones de los pacientes se pueden exacerbar por un ambiente hostil o por la contribución ambiental. No obstante, dijo que los patólogos forenses, como parte de su entrenamiento, reciben mucha educación de cómo vincular una muerte a un evento atmosférico.
De igual manera, la directora del ICF dijo que esa entidad tiene los canales de comunicación abiertos con los hospitales, para que puedan consultar por medio de un correo electrónico los casos que deben ser referidos a Ciencias Forenses.
“Quiero recalcar que esos casos (relacionados al huracán) no hay que necesariamente enviarlos a Ciencias Forenses a menos que sea una muerte traumática. Pero si no era una muerte traumática, fue una muerte indirecta, porque la persona usaba oxígeno en la casa y se le fue la luz y tenía condición médica conocida, pues esos casos no los tiene que enviar el doctor, no tiene necesariamente que llegar a Forenses siempre que un médico certifique”, indicó la doctora en patología.
La directora de Ciencias Forenses mencionó que también han reeducado a su personal respeto a las guías que establece el CDC para hacer este tipo de cernimiento. Además, adoptaron los formularios que utiliza el CDC para hacer entrevistas a los familiares y a los testigos de esas muertes sospechosas, de manera que puedan reconocer si, en efecto, son atribuibles al evento atmosférico.
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