Para acceder al Edificio Trilito en Puerto Nuevo, donde está la Oficina de Permisos del Municipio de San Juan, había que doblar en la Calle 54 con más precaución de la habitual en la mañana del jueves. A ambos lados de la vía, una fila de carros y hasta una guagua escolar con las frases “Yo soy Paradiso”, “Yo soy chárter”, “Paradiso o nada” o “Paradiso es el futuro” en los cristales casi no permitía ver la entrada al estacionamiento multipisos. A su vez, padres, madres y estudiantes caminaban hacia el cuarto piso donde se celebró la vista de consulta de ubicación para la Escuela Alianza Paradiso College Preparatory. 

El plantel está ubicado en un edificio histórico de Río Piedras en el que se comenzó a construir un tercer piso sin tener permisos de construcción. Las operaciones en la estructura fueron paralizadas cuando ya habían iniciado las clases porque no se completó el proceso de consulta de ubicación para obtener su permiso de uso. 

Menores de edad en el uniforme de la escuela chárter junto a sus padres y madres ocuparon toda la recepción del cuarto piso. En la sala donde se llevó a cabo la vista solo había espacio para unas 30 a 40 personas, dejando en la recepción y los pasillos a muchos de los que intentaron, inútilmente, entrar para escuchar o deponer sobre la ubicación de la escuela alianza. 

Foto suministrada

El proponente Paradiso College Preparatory Real Estate II, por medio de sus abogados Daniel Martínez Avilés y Gabriela Cruz, junto a los ingenieros Camilo Almeida y Eduardo Oliver Polanco, depusieron durante una hora y 45 minutos para solicitar que se le conceda a la institución educativa el permiso de uso. El permiso puede otorgarse si se cambia la clasificación de zona comercial turística a zona comercial intermedia. También si se les otorga un permiso administrativo que contenga ciertas  especificaciones que determine el ayuntamiento, lo que el licenciado Martínez describió como “una camisa a la medida” para Paradiso College. 

La mesa del proponente, ocupada por gruesas carpetas con documentos, casi no dejaba espacio para el director ejecutivo de Paradiso College Preparatory, Robert Acosta, su socio inversionista y beneficiario de la Ley 60, Brenton Nevárez; y el presidente de la entidad, David Frontera. 

Socio inversionista y beneficiario de la Ley 60, Brenton Nevárez y el presidente de Paradiso College Preparatory, David Frontera.
Foto por Tatiana Díaz Ramos | Centro de Periodismo Investigativo

La deposición recayó mayormente en Almeida y Martínez, con una breve intervención de Acosta para explicar los horarios de llegada y salida de estudiantes. Ataviado con gabán crema y camisa azul cielo, Almeida se extendió con su hablar sosegado en un recuento histórico del desarrollo del casco urbano de Río Piedras. En sala, se observaba a niños y niñas vencidos por el sueño recostados sobre los hombros de sus abuelas y madres, al tiempo que Frontera parecía luchar por mantener los ojos abiertos. Aunque brindó un sinfín de datos históricos, el deponente no pudo responder al licenciado José Fullana Hernández, quien presidió la vista pública, la fecha en que la estructura localizada en el número 1000 de la avenida Ponce de León estuvo en uso por última vez. 

Las agencias que dieron su visto bueno al proyecto educativo fueron enumeradas por Almeida: el Cuerpo de Bomberos, el Departamento de Salud, la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados, Luma, Compañía de Turismo y el Instituto de Cultura Puertorriqueña. No mencionó al Departamento de Educación (DE) ni al Departamento de Transportación y Obras Públicas (DTOP). 

Y es que el Departamento de Educación solo emitió una certificación de entidad educativa a favor de la Escuela Alianza Paradiso.

“El Departamento de Educación aplazó el otorgamiento de la carta constitutiva con la Corporación para el Desarrollo de Escuelas Alianzas de Puerto Rico, LLC, para el caso de las dos escuelas a ser administradas y operadas por esta”, indicó en declaraciones escritas al CPI la secretaria interina de la Oficina de Escuelas Alianza, Sol I. Ortiz Bruno. “Se requiere cierta documentación por parte de la entidad para el desembolso de fondos públicos que no había sido entregada”, agregó.

El reglamento para las escuelas alianza establece que, “en el caso de que no se haya otorgado una carta constitutiva entre la entidad educativa certificada y el Departamento, por razones ajenas a la voluntad de ambas partes, se podrá otorgar un memorando de entendimiento para establecer las obligaciones y deberes temporeros de las partes, el cual estará vigente hasta que se otorgue la carta constitutiva”. Hasta ahora, la sede de Paradiso en Arecibo continúa operando pese a que no cuenta con memorando de entendimiento ni carta constitutiva firmada entre la agencia y el proponente. 

Los estudiantes matriculados en Río Piedras son trasladados a diario en guaguas escolares a Arecibo para estudiar mientras se dilucidan los permisos de la sede metropolitana. Sobre este particular, Ortiz Bruno indicó que, “el Departamento de Educación no ha autorizado el traslado de ningún estudiante. No obstante, los padres tienen la última palabra sobre la decisión donde estudian sus hijos, siempre que se cumplan con los requisitos de admisión y con el cupo debido”.

Durante la vista, Maril Cohen Frías es madre de un estudiante matriculado en la Paradiso de Río Piedras y contó que el primer día que su hijo viajó hasta Arecibo vomitó en el camino. Después de esa experiencia, “le dije que lo iba a sacar pero me rogó de rodillas que no lo sacara de Paradiso”. Otra madre, que se identificó como Yennifer Ortiz, afirmó que su hija recibe terapias sicológicas desde que tiene que viajar a la otra escuela chárter por el cierre en RP y el temor de que no vuelvan a abrir.

Por su parte, Carmen Vázquez, lamentó que los alumnos de Río Piedras, como su nieta, tengan que dar un viaje tan largo y regresar cansados casi a las 6:00 de la tarde a hacer asignaciones y levantarse al siguiente día muy temprano para llegar antes que toque el timbre en la Villa del Capitán Correa. No obstante, cerró su exposición confiada en que se dilucide el asunto de los permisos porque, “en el nombre del Señor, con comunicación, todo es posible”. 

En los dos días que operó Paradiso College Preparatory en Río Piedras el tráfico en esa área incrementó, la disponibilidad de estacionamiento en la vía pública disminuyó, y el eco de los bocinazos se colaba insistentemente por las ventanas del edificio vecino, donde reside Rodolfo Vázquez. El jubilado fue una de las 18 personas, que luego de casi dos horas de la exposición de los representantes de Paradiso, tuvieron tres minutos para expresarse a favor o en contra de otorgar el permiso de uso para la escuela alianza.  

Paradiso solicitó al DTOP un proyecto de nueva señalización para identificar el edificio de la Ponce de León como escuela, sin embargo, la agencia respondió que, primero, la institución tiene que cumplir con una lista de documentos y requisitos que deben entregar en o antes de que se cumpla un año de la notificación. De lo contrario, “no recomendamos el proyecto propuesto, según presentado”.

Por su parte, la presidenta del Fideicomiso para el Desarrollo de Río Piedras, Andrea Bauzá, solicitó en la vista que el proponente presente un estudio estructural del edificio ya que le construyeron un tercer piso a una estructura longeva sin presentar evidencia de que pudiera soportar otro nivel. De igual manera pidió que presentaran evidencia del cumplimiento de accesos para personas con impedimentos, acorde con la Ley federal para Personas con Discapacidades (ADA por sus siglas en inglés). 

Manuel Amador, comerciante de Río Piedras y miembro de la Junta Comunitaria, cuestionó la necesidad de abrir otra escuela en el área cuando en 2017 el DE cerró la Escuela Intermedia José Celso Barbosa y la Escuela Elemental Luis Pereira por la baja matrícula. Pero, para Karen Mills, madre de una estudiante de la escuela alianza, la oposición de la Junta Comunitaria no tiene validez. “Yo soy Paradiso, y si a la señora Jackie [García, presidenta de la Junta Comunitaria] no le gusta, no es nuestro problema”, zanjó.

Tres estudiantes, vestidos con la polo blanca con el logo del colegio y falda a cuadros verdes y azul marino, tuvieron oportunidad de expresar su deseo de continuar estudiando en la Paradiso College Preparatory luego de su experiencia escolar de seis semanas porque “antes no me daban la ayuda que merecía”, “aquí pregunto tres veces a las maestras y siempre me contestan”; y porque en Paradiso nunca han sufrido acoso escolar. Asimismo, el maestro de Salud contratado en la escuela chárter y quien fue declarado maestro excedente por el DE, Edgardo Sanjurjo, quiere permanecer en la institución porque “aquí se me escucha, se me respeta. Me siento en Disney”.

Foto por Tatiana Díaz Ramos | Centro de Periodismo Investigativo

Fullana cerró la vista solicitando al proponente que entregue en 10 días una lista de colindantes a la estructura, certificada por el Centro de Recaudación de Ingresos Municipales (CRIM), así como un plan detallado con la señalización de los lugares para dejar y recoger estudiantes. De igual modo, exhortó a los demás ponentes a enviar sus comentarios por escrito en el mismo periodo de tiempo. Luego de recibir toda la documentación, el licenciado redactará un informe para el director de la Oficina de Permisos municipal, Víctor Joglar, para que presente su recomendación sobre el uso de la edificación. 

Puede leer algunas de las ponencias sometidas para la consulta de ubicación pulsando los enlaces a continuación: