El Gobierno de Puerto Rico no siguió la guía del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Atlanta (CDC en inglés) para llenar los certificados de defunción tras el huracán María, que sugiere anejar un formulario especial para vincular el fallecimiento a un desastre natural. La agencia federal esperó 36 días luego del huracán para enviar la documentación que incluye el formulario especial al Departamento de Salud y el Registro Demográfico de Puerto Rico, descubrió el Centro de Periodismo Investigativo (CPI).
“Se usó el protocolo y las leyes correctas”, insistió en noviembre el secretario de Seguridad Pública, Héctor Pesquera, tras los cuestionamientos sobre las cifras oficiales de fallecimientos vinculados a la emergencia.
Para esa fecha, y al preguntársele sobre la falta de un protocolo claro para contabilizar las muertes, el gobernador Ricardo Rosselló le dijo a BuzzFeed News: “Está bien [el protocolo], ese no es el caso. Hay un criterio claro”. Agregó que los funcionarios habían “estado trabajando en eso, y se han estado reuniendo con los hospitales, los crematorios, Ciencias Forenses, y ya han distribuido el protocolo”.
Pero la guía del CDC sugiere que cada certificado de defunción estándar esté acompañado por el formulario titulado Vigilancia Epidemiológica de la Mortalidad Relacionada con el Desastre. Este anejo se identifica como el formulario VI.I y el CDC instruye a que se llene para todas las muertes relacionadas con un desastre que incluye huracán, tornado, inundaciones, terremoto, ola de calor, desastre tecnológico, terrorismo y otros. En Puerto Rico, el gobierno no usó el formulario identificado por el CPI.
Este formulario permite incluir información sobre las circunstancias específicas del deceso, detallar quién recuperó el cuerpo, si la causa de la muerte está confirmada o no, y si el deceso tiene relación directa, indirecta, posible o indeterminada con el desastre. Incluye además derrumbe estructural, electrocución, ahogamiento, caída e intoxicación entre las causas específicas del deceso.
Aunque el gobierno ha insistido en que el protocolo que siguió durante y luego del huracán es el del CDC, el hecho de que no se haya utilizado este formulario V1.1 plantea la pregunta sobre si los funcionarios realmente conocían el proceso que debieron seguir y que hubiera permitido relacionar claramente qué fallecimientos fueron por causas relacionadas a la emergencia.
Hace una semana, el gobernador cambió su respuesta a la pregunta sobre la efectividad de los protocolos en entrevista con Latino Rebels en Aspen, Colorado. “Nosotros reconocemos que los protocolos que teníamos al principio no eran los mejores, o no eran buenos”, dijo.
Lo que dice el CDC
El CDC aseguró al CPI que compartió con el Departamento de Salud de Puerto Rico los documentos de orientación y recursos de mortalidad relacionados con desastres para ayudar a identificar las muertes vinculadas con los huracanes; esto fue confirmado por escrito por Salud.
Específicamente, el CDC compartió la ‘Caja de herramientas de investigación de la escena de la muerte’ y la ‘Guía de referencia para la certificación de muertes relacionadas con desastres’, dijo la agencia federal mediante declaraciones escritas. Ambos documentos solo están disponibles en inglés, confirmó.
“El CDC compartió los recursos de mortalidad relacionados con desastres, que incluyen el formulario activo de vigilancia de mortalidad relacionada con desastres con el Departamento de Salud de Puerto Rico en octubre de 2017, y con la Oficina del Registro Demográfico de Puerto Rico en diciembre de 2017”, dijo un portavoz de la agencia.
El formulario de Vigilancia Epidemiológica de la Mortalidad Relacionada con el Desastre V1.1 es parte del segundo documento enviado por el CDC, la ‘Guía de referencia para la certificación de muertes relacionadas con desastres’, aunque hay que navegar entre múltiples enlaces para encontrarlo. Por su parte, la “Caja de herramientas” también tiene formularios adicionales, entre ellos el de desastres por huracanes, en su página 25.
El CDC no quiso responder a qué funcionario específicamente enviaron estos documentos ni el día preciso. “Contacten a los funcionarios de Salud de Puerto Rico para saber si utilizaron estos recursos. El CDC desarrolla herramientas de vigilancia de desastres que los estados y territorios pueden encontrar útiles después de un desastre. Los estados o territorios pueden adaptar los recursos según sea necesario, o elegir no usarlos”, dijo el portavoz del CDC.
El gobierno envió un email
El CPI reveló hace unas semanas que el gobierno tampoco instruyó a médicos ni hospitales sobre la clasificación “víctima de una tormenta cataclísmica” o X37 que es parte de la Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y Problemas Relacionados de Salud, establecida por la Organización Mundial de la Salud.
A pesar de la existencia del formulario de Vigilancia Epidemiológica de la Mortalidad Relacionada con el Desastre y de la clasificación X37 para relacionar una muerte a un evento catastrófico como lo fue el huracán María y sus secuelas, desde el gobierno de Puerto Rico nunca se estableció un protocolo de emergencia que usara alguna de estas herramientas.
La doctora Eda Rodríguez, patóloga forense del Instituto de Ciencias Forenses (ICF) y exdirectora de dicha dependencia gubernamental, confirmó hace dos semanas al CPI que ni el ICF ni el Departamento de Salud instruyeron a los patólogos forenses sobre las circunstancias de las muertes relacionadas al desastre, y que no existe protocolo especial para vincular los fallecimientos al desastre.
Al cierre de esta edición, el Departamento de Salud no explicó por qué no se utilizó este formulario establecido hace más de diez años por el CDC. Al preguntársele si la agencia usó el formulario V1.1, su oficina de prensa envió declaraciones escritas de la Directora del Registro Demográfico, Wanda Llovet, quien dijo que “el 24 de octubre de 2018, el NCHS CDC envió un comunicado por correo electrónico a todas las jurisdicciones anunciando la publicación de la guía de referencia para las certificaciones de eventos de muerte en eventos naturales, provocado por el ser humano, químicos o radiológicos”. Estas declaraciones coinciden con las del CDC, aunque son más precisas acerca en del día en que se recibió la documentación. Pero no responden la pregunta del CPI: ¿por qué no se utilizó este formulario?
Esto, sumado a las declaraciones de los médicos y hospitales entrevistados, confirma que el gobierno de Puerto Rico nunca compartió la ‘Caja de herramientas de investigación de la escena de la muerte’ y la ‘Guía de referencia para la certificación de muertes relacionadas con desastres’ enviadas por el CDC el 24 de octubre.
Lo que el gobierno sí compartió por correo electrónico fue otro documento enviado temprano en octubre por el National National Center for Health Statistics (NCHS), adscrito al CDC, con instrucciones generales para documentar el certificado defunción para muertes relacionadas a un huracán.
El documento tiene apenas tres oraciones específicas sobre cómo llenar los certificados de defunción y ejemplos aislados de certificados. Estas instrucciones no tienen relación con el formulario de Vigilancia de Mortalidad V1.1 ni con la guía, constató el CPI.
Llovet había enviado al CPI copia de ese correo electrónico del 2 de octubre a la Asociación de Funerarios, Asociación de Hospitales e Instituto de Ciencias Forense con “información relacionado con la cumplimentación de las causas de muertes (CDC) asociadas al Huracán María”. Aunque Llovet proveyó copia de la comunicación electrónica, el presidente ejecutivo de la Asociación de Hospitales de Puerto Rico, Jaime Plá, dijo al CPI que nunca recibió el correo.
Debido a la falta de patólogos forenses en el ICF, los médicos en las clínicas y hospitales se vieron obligados durante la emergencia a completar certificados de defunción de cuerpos que de ordinario habrían sido atendidos en el ICF. El gobierno no les dio un protocolo ni instrucciones sobre cómo llenar los certificados de las causas de las muertes vinculadas a circunstancias relacionadas al huracán. Tampoco se les informó que tenían que anejar el formulario, confirmó al CPI el presidente del Colegio de Médicos Cirujanos, Víctor Ramos.
̶ ¿No se les dieron instrucciones adicionales sobre cómo llenar este formulario VI.I ?, preguntó el CPI
̶ “No”, respondió Ramos.
̶ ¿El gobierno incluyó este anejo que existe desde el 2007 en el protocolo del CDC para muertes por desastres?
̶ “Para nada”, aseguró el galeno.
̶ ¿Debió el gobierno instruir a los médicos sobre este documento para que fuese anejado a cada certificado de defunción como dicta el protocolo?
̶ “Sí, debieron haberlo dado, [ya] que sabían que nosotros no teníamos ese documento”, insistió Ramos.
El médico dijo que durante la emergencia desconocía de la existencia del formulario. No fue hasta principios de este año, a raíz de la controversia pública sobre este tema, que se enteró del protocolo del CDC que incluye el formulario, tras una conversación con la exdirectora del ICF María Conte.
Diez meses después, enmiendan el manual de Registro Demográfico
El pasado sábado, 23 de junio, Alba Calderón, directora de la División Legal del Registro Demográfico, ofreció una conferencia para orientar al comité directivo del Colegio de Médicos sobre los diferentes certificados de defunción y les entregó el manual enmendado para médicos y hospitales que establece un procedimiento para llenar los certificados de defunción. El manual enmendado tampoco hace referencia al formulario de V1.1 de Vigilancia Epidemiológica de la Mortalidad Relacionada con el Desastre.
“Nos repartieron este manual enmendado con las instrucciones. Honestamente nunca he visto el original”, aclaró Ramos.
De acuerdo con el presidente el Colegio de Médicos, el documento resulta muy general, y en el caso de las instrucciones para llenar certificados de defunción en caso de eventos atmosféricos es “poco informativo”. El CPI revisó el documento y el mismo menciona en apenas una frase el concepto ‘fenómeno atmosférico’. “Anote todas las condiciones básicas y/o externas que contribuyeron a la muerte pero que no fueron reportadas en la cadena de eventos de la Parte 1, que no resultaron en la causa básica de muerte. Incluya si se debió a un evento atmosférico y/o eventos ajenos a la causa básica de muerte”, dice.
La sección de la certificación de la causa de la muerte en el manual enmendado del RD contiene dos partes. La primera parte es para reportar las causas inmediatas y las condiciones que anteceden al deceso. La segunda parte es para informar todas las demás enfermedades, lesiones y condiciones físicas o externas que pudieron contribuir a que la persona falleciera. En esta se pide que se incluya si el fallecimiento se debió a un evento atmosférico.
Para Ramos, no es específico en las instrucciones por lo que no atiende la preocupación principal de cómo un médico vincularía la muerte a un evento atmosférico, que fue el problema luego del huracán María.
El documento es muy general según Ramos, ya que contrario a la guía para llenar certificados de defunción del CDC, este no entra en detalles y ejemplos de cómo se deben llenar los certificados de defunción. Ramos indicó que el documento del CDC dedica una treintena de páginas solo para explicar cómo llenar el inciso de la causa primaria del fallecimiento.
“Creo que hay que trabajar más el documento para hacerlo más claro y específico. Si nosotros vamos a seguir haciendo esto, algo que de ordinario no nos corresponde, hay que saber cómo hacerlo”, insistió Ramos.