La construcción de un paseo marítimo, un parque de aventuras ecológico, una playa urbana, artesanías, arte callejero, y una “oferta de comida auténticamente chinchorrera” (authentic chinchorro dining offering) son parte de lo que se propone construir en los muelles 6, 7 y 8 de la Bahía de San Juan, que están en zona inundable, según los mapas de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA).
El arrendamiento de los muelles 6, 7 y 8 — conocidos como Bahía Urbana — que el Gobierno de Puerto Rico otorgó a la compañía Funco LLC por al menos 20 años no solo dejará en manos privadas todos los muelles de la Bahía de San Juan, sino que también alterará el paisaje, la infraestructura y la narrativa cultural del área portuaria, según se evidencia en los documentos producidos por IDEAS, la firma de diseño estadounidense contratada para trabajar los cambios propuestos.
“Estamos seguros que este desarrollo establecerá un nuevo estándar dorado sobre lo que son las narrativas culturales, al tiempo que redefine lo que un destino portuario puede llegar a ser”, expresó la empresa a través de un comunicado redactado por Bob Allen, Chief Storytelling Officer de IDEAS, quien trabajó en Disneylandia y ahora se encarga de desarrollar narrativas que capten la atención y provoquen fascinación sobre los negocios de los clientes de esta compañía.
Además de los muelles 6, 7 y 8, hay otros dos proyectos que implican profundos cambios a la infraestructura del Viejo San Juan: la construcción de un hotel Hard Rock de cara a la bahía, detrás del Departamento de Hacienda; y la remodelación de los muelles 9 y 10 para yates de lujo.
Asimismo, el Gobierno anunció en agosto de 2022 una alianza público privada por 30 años con el fin de modernizar los muelles 1, 3, 4, 11 al 14 y Panamericanos I y II.
El propulsor del proyecto en los muelles 6, 7 y 8 y presidente de Funco LLC, Jacobo Ortiz Blanes, indicó que la atracción está dirigida principalmente a los turistas que llegan en cruceros y que no tienen mucho tiempo para conocer lugares icónicos de Puerto Rico como El Yunque, las playas y las plazas de mercado. La inversión privada para este proyecto será de $118 millones.
El gobernador Pedro Pierluisi aseguró en conferencia de prensa al presentar y avalar el proyecto que el Viejo San Juan recibe anualmente más de tres millones de visitantes residentes de Puerto Rico y más de cuatro millones de turistas.
Aunque el enfoque de este proyecto de Funco LLC es construir infraestructura que amplíe la oferta de entretenimiento, comercio y turismo en estos tres muelles, personas entrevistadas por el Centro de Periodismo Investigativo (CPI) que viven allí o que han estudiado la transformación histórica y la ecología de esta zona coinciden en que los cambios tendrán un impacto negativo en el Viejo San Juan, así como en Puerta de Tierra y partes de Santurce.
Cambios que conllevan impacto ambiental en la zona
A juicio de la geomorfóloga costera, Mayra Román Rivera, algunas de las estructuras propuestas por Funco, como las islas flotantes, un bosque y una “playa urbana” traerían cambios a las especies marinas y los ecosistemas de la bahía de San Juan. A la científica puertorriqueña, le preocupa la construcción de este tipo de estructuras en un área que ya es inundable y propensa a eventos de marejadas fuertes.
“Lo de las islas flotantes, a mí no me hace sentido. El concepto que yo conozco de geomorfología costera, de islas flotantes, son islas que tú haces con vegetación. Por ejemplo, pones bambú o algún tipo de vegetación y la idea es conservación. Pero eso también trae un montón de problemas porque traes especies que son invasivas, destruyes los ecosistemas cercanos”, explicó Román Rivera.
Por su parte, Ortiz Blanes aseguró que las islas flotantes serán seguras ya que estarán en barcazas no permanentes sobre el mar. Afirmó que la construcción de un bosque urbano simulando El Yunque que tendrá un “río” entre medio tampoco afectará adversamente el área.
No obstante, la compañía todavía no ha iniciado las declaraciones de impacto ambiental. El empresario dijo que esa gestión, así como otros permisos, se trabajarán a partir de marzo.
“Los muelles 6, 7 y 8 han sido altamente impactados a través de las décadas. Nosotros no estamos impactando el ecosistema allí porque aquello ya ha sido altamente impactado”, expresó Ortiz Blanes al CPI en referencia a la zona que se accede por la avenida Fernández Juncos en Puerta de Tierra.
Sin embargo, la geomorfóloga Román Rivera entiende que la construcción propuesta por Funco sí tendría impactos adversos sobre el ya afectado ecosistema de esta área.
La también profesora del Departamento de Geografía y Sustentabilidad de la Universidad de Tennessee en Knoxville tampoco se explica el interés de construir allí un área parecida a El Yunque, cuando el clima local y los ecosistemas costeros de la bahía de San Juan son completamente diferentes a los de ese bosque ubicado en la región este del país.
“El problema es que queremos hacer estructuras permanentes en las costas, cuando las costas no son permanentes. No es que no construyan nada, ni arreglen los muelles. Es que lo que construyan ahí tienen que hacerlo pensando en aspectos como el oleaje y las inundaciones. Si vas a hacer un bosque, ¿por qué no haces un bosque costero con mangles que eso te sirve de buffer [amortiguador]?”, agregó.
El CPI contactó al Programa del Estuario de la Bahía de San Juan para obtener su perspectiva sobre estos proyectos. No obstante, a través de su oficial de prensa, indicaron que se expresarían luego de que se presenten los documentos de declaración de impacto ambiental. Según su página web, la misión del Programa del Estuario es restaurar y conservar la calidad de las aguas del ecosistema del Estuario de la Bahía de San Juan como eje sostenible de desarrollo social y económico.
Anticipan cambios en la economía y movilidad al Viejo San Juan
Cambios como los propuestos para esta bahía sanjuanera podrían agudizar la alteración del perfil socioeconómico de la zona y cambiar las formas en que las personas se movilizan hacia la Isleta y otras partes de la capital, según expertos consultados.
Para la corredora de bienes raíces y residente del Viejo San Juan, Margarita Gandía, estas ideas de renovar el área de los muelles con nuevas visiones de uso han sido por años promovidas por diferentes administraciones del Municipio de San Juan y del Gobierno central. De acuerdo a la también portavoz de los residentes del casco antiguo de la capital, el aumento en la concentración de comercios alrededor de los muelles, según proponen estos nuevos proyectos en el área de Bahía Urbana, podría representar una merma en las visitas y el consumo dentro del Viejo San Juan.
“Estos proyectos [en Bahía Urbana] convierten al Viejo San Juan en una zona fantasma, lo vas a matar. Los comerciantes de Viejo San Juan se van a mover a los muelles. Si algo tiene que haberse restaurado era el Viejo San Juan para que la gente regresara y darle vida, y que hubiese esa mezcla entre residencia y comerciantes y no una ciudad museo”, expresó Gandía al CPI.
“Una especie de mini Disney, le llamo yo”, agregó Gandía, en referencia a cómo ve el concepto del proyecto promovido por Ortiz Blanes.
El arrendamiento a Funco es de $100,000 anuales por hasta 80 años. Esa cifra se elevará en un 5% cada cinco años y cederá el 3% de los ingresos brutos a la Autoridad del Distrito del Centro de Convenciones.
Ortiz Blanes también preside Las Brisas Property Management, que es la empresa que aparece en la página oficial de Bahía Urbana. La compañía canadiense CapRock Partners también forma parte del proyecto.
La preocupación sobre el impacto de estos proyectos es compartida por Sharon Miranda, propietaria del negocio Quimera, dedicado al bienestar físico y espiritual, en la calle San José del Viejo San Juan.
“Lo preocupante sería si es una ventana que se abre para perpetuar la gentrificación y que sean negocios extranjeros, y que no sea apoyo al comerciante boricua. Habrá un impacto, porque la gente se concentra en un área [los muelles] y no llegan a donde nosotros estamos [en el Viejo San Juan]”, dijo Miranda al CPI. “Es maravilloso cuando se fomentan nuevos negocios y nuevos proyectos, pero yo creo que la prioridad debe ser recuperar el patrimonio histórico, que es lo que hace al Viejo San Juan”, añadió.
Otros comerciantes del Viejo San Juan lo ven diferente. Creen que estos proyectos portuarios traerán nuevas oportunidades para sus negocios.
Para Pierre Dieufort, quien tiene un negocio de souvenirs al sur de la calle Tanca, los proyectos propuestos en los muelles le darán estabilidad económica a los comercios del área.
“Para mí es una gran idea porque el Gobierno está atrayendo negocios y eso nos beneficiará. Todo el mundo habla de lo que pueden representar estos desarrollos en los muelles”, expresó el propietario de la tienda Nan and Steph Souvenir Shop.
En el callejón, al norte de la calle Tanca, Isamar Rosado administra dos negocios que se especializan en frituras y bebidas alcohólicas. La empresaria está optimista de que las personas que visiten los nuevos proyectos al sur de la ciudad llegarán subiendo por las adoquinadas calles hasta la zona norte en busca de la experiencia local que brindan negocios como los de ella.
“Está comprobado que cuando llegan cruceros, aún los cruceros llegando al sur del Viejo San Juan, la gente sube hacia acá [el norte de la isleta] y la actividad comercial es súper notable” explicó Rosado, quien trabaja como gerente de Antojitos del Callejón y El Adoquín del Patio.
A juicio de la gerente, el uso de la tecnología por parte de los turistas los orienta sobre los lugares de compra y comida que hay en toda la isleta y eso ayuda a que no se queden únicamente en los comercios aledaños a la bahía.
Ortiz Blanes comparte esa apreciación y apuesta a que su proyecto en Bahía Urbana va a “aportar y no restarle a la experiencia de Viejo San Juan”.
Preocupación entre residentes del Viejo San Juan
Pero para el residente de Viejo San Juan y antropólogo, Jaime Pérez Rivera, este tipo de proyectos presentados desde el Estado ― o por la empresa privada ― muchas veces ignora las necesidades de las personas que llevan décadas viviendo en la zona que será impactada con nueva infraestructura.
“En la isleta de San Juan, vive gente. No es meramente gente que vive desde ayer, sino gente que lleva varias generaciones y han visto todos esos cambios y transformaciones en el área. Muchas veces en esas maquetas no ponen gente o ponen personas con un perfil que no corresponde a la gente que vive en esa área”, argumentó el también director del Departamento de Sociología y Antropología del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico (UPR). En los dibujos del proyecto de Funco, en efecto, no hay gente.
Pérez Rivera expresó que si el Viejo San Juan se está convirtiendo en una zona fantasma, no es necesariamente por los cambios que han ocurrido o que vendrán en los muelles, sino por la gentrificación y el acaparamiento de propiedades.
“Empiezan a desarrollar los muelles y eso va a subir el valor de las propiedades. No es lo mismo el que compra para vivir, que el que compra para invertir. También va a haber más movimiento de gente porque habrá una demanda del sector turístico. Hay un efecto dominó. Una cosa lleva a la otra”, argumentó el antropólogo.
La propuesta de desarrollo de la Bahía de San Juan le recuerda a Gandía el fallido intento de la construcción de un mega muelle de Royal Caribbean Cruise Lines en 1999, durante la administración del exgobernador Pedro Rosselló González. Al igual que ahora, en aquella ocasión, la oposición comunitaria también se centraba en el reclamo de preservación del Viejo San Juan, así como en la promoción de un tráfico ordenado hacia toda la isleta de San Juan.
Según Gandía, la justificación dada por el Gobierno hace 24 años para promover el proyecto de Royal Caribbean es similar a lo que se plantea en la promoción del proyecto actual: “‘Estamos sin dinero y damos el permiso para que hagan esos proyectos’”.
Se complica el acceso a la vieja ciudad
A Isis Rodríguez, residente del Viejo San Juan, le preocupa el acceso y el aumento en el tráfico vehicular a raíz de estos proyectos. Para la mujer de 22 años, la entrada al área residencial de la isleta es complicada cada vez que hay eventos masivos. Por esa razón, prevé más problemas una vez comiencen a surgir actividades grandes en los muelles donde se proponen los nuevos proyectos.
“Un sábado por la tarde, nosotros [los residentes] no podemos subir por El Capitolio porque simplemente hay mucho tapón para entrar. Ahora, cuando comiencen las construcciones y estos negocios empiecen a surgir [en los muelles], entonces el tapón va a estar por los dos lados [norte y sur de la isleta], y otra vez más el Municipio de San Juan se va a olvidar de los residentes de Viejo San Juan, Puerta de Tierra y La Perla”, indicó Rodríguez al CPI.
Ortiz Blanes dijo que entiende las preocupaciones de residentes, pero no cree que los proyectos aumenten el tráfico ya que la población a la cual se aspira a impactar principalmente es la de “turistas que llegan en cruceros” y no en vehículos al área.
“No obstante, cuando esto abra, el puertorriqueño curioso va a querer ver, y sí, vamos a tener que bregar con un pico inicial. Pero la realidad es que no prevemos que ese sea el caso”, explicó.
A unos pasos del proyecto planificado para el área de Bahía Urbana, se propone un complejo hotelero de mil habitaciones, casino y estacionamiento bajo la marca de Hard Rock Hotel & Casino, detrás del edificio del Departamento de Hacienda.
En 2016, último año de la administración de Alejandro García Padilla, la Administración de Terrenos de Puerto Rico firmó un contrato de arrendamiento a largo plazo con opción a compra de tres parcelas de terreno con Plaza La Marina LLC, presidida por el ingeniero Rubén Vélez Lebrón, y es en esa propiedad donde se construirá el complejo hotelero.
El proyecto, cuya inversión sobrepasa los $500 millones, está en proceso de gestión de permisos, según informó Vélez Lebrón al CPI. El ingeniero, además, aseguró que el área del hotel no es inundable, aunque el mapa de FEMA ubica una parte del proyecto en zona inundable. Los mapas de nivel de inundación recomendado muestran los niveles de inundación base recomendados, los más actualizados y desarrollados por FEMA en conjunto con la Junta de Planificación, ubican el terreno del estacionamiento de Hacienda, donde sería el hotel, en una área afectada por la marejada ciclónica.
“En el diseño se va a elevar el nivel que se conoce ahora. Se va a elevar al menos un pie adicional”, explicó Vélez sobre cuál es una de sus estrategias para enfrentar posibles eventos atmosféricos fuertes.
De muelles pesqueros a sedes de embarcaciones de lujo
Los muelles 9 y 10 en Puerta de Tierra, que desde antes de mediados del siglo pasado fueron sede de grupos de pescadores y asentamientos pesqueros, hoy día constituyen un área en donde llegan yates y mega yates privados. En enero de 2023, el director ejecutivo de la Autoridad de Puertos, Joel Pizá Batiz, anunció la selección de Safe Harbor Marinas LLC como la entidad privada que remodelará y administrará ambos muelles a partir del próximo año.
Actualmente, Puertos se encuentra negociando el contrato con Safe Harbor Marinas LLC, razón por la cual los términos no pueden ser divulgados, dijo la agencia en declaraciones escritas al CPI.
La visión de la agencia, que es titular de estos terrenos, promueve la transformación del área en una de lujo, que tendría un centro de comunicaciones, gimnasio y piscina para los miembros de las tripulaciones y socios de la marina.
Una de las personas que ha atestiguado los cambios en los muelles y el desplazamiento de pescadores es Eugenio Ríos, a quien apodan Cano. De 70 años de edad, Ríos actualmente trabaja en el Centro Pesquero de San Juan, en la calle Hoare, área a donde se establecieron en el pasado varios pescadores de La Coal.
Aunque Ríos no estuvo directamente en La Coal, sino en la zona del denominado “Puente de la 10” cerca de Condado, sus años de experiencia y vínculos con otros pescadores le brindan una perspectiva del desplazamiento al cual están expuestos quienes practican su profesión.
“Ahora todo alrededor [de los muelles] es de los que tienen chavos. Yo salgo por ahí en el bote y me paran para darme infracciones. Vienen los yates por ahí ‘zafaos’ [a alta velocidad] y ni los molestan”, dijo Ríos sobre lo que él entiende es una doble vara del Gobierno que favorece a las personas con yate por encima de quienes trabajan la pesca.
El CPI se comunicó por teléfono y correo electrónico con la empresa Safe Harbor Marinas LLC para solicitar información sobre los proyectos propuestos en los muelles 9 y 10 de Puerta de Tierra, pero no se obtuvo respuesta.También se solicitó una entrevista, pero la petición no fue atendida. Safe Harbor Marinas también administra la Marina Puerto del Rey, en Fajardo.
La periodista Vanessa Colón Almenas, integrante de Report for America, colaboró en esta historia.
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