Eran cerca de las ocho de la mañana y Damaris Echevarría se encontraba sola en su apartamento en el sector Goyito Muñiz de Aguada, cuando comenzó a escuchar gritos que provenían del exterior llamando al dueño de la residencia. Al asomarse por la ventana, vio a decenas de agentes de la Policía rodeando la propiedad. Con dificultad por las botas estabilizadoras que lleva en ambos tobillos debido a un accidente que sufrió a causa del impacto del huracán Irma, salió extrañada para ver qué sucedía. “Cuando yo salgo, eran como 60 agentes rodeando la casa, algunos de ellos en la propiedad privada. El capitán me muestra una orden judicial para remover un vehículo del camino para permitir que pasara la maquinaria de [la compañía] Innovattel para la construcción de la torre”, relató.
En ese momento, un vagón de uno de los vecinos estaba estacionado al lado del estrecho camino.