El banquete total del PNP en la Comisión Estatal de Elecciones controló todo el proceso electoral del 2020

Desde el momento en que con su firma la entonces gobernadora, Wanda Vázquez Garced convirtió en ley el nuevo Código Electoral, el Partido Nuevo Progresista (PNP) se aseguró inmediata e indefinidamente el control de la Comisión Estatal de Elecciones (CEE), reveló una investigación realizada por el Centro de Periodismo Investigativo (CPI). 

La Ley 58 del 20 de junio de 2020 le otorgó al presidente de la entidad, en aquel momento Juan Ernesto Dávila, nombrado por el pasado gobernador Ricardo Rosselló, el poder de escoger a todos los directores de las diferentes oficinas administrativas sin que tengan que ser confirmados por el voto mayoritario de los comisionados electorales, por ser ahora considerados “funcionarios de confianza” del presidente. Además, el estatuto perpetúa al PNP en la presidencia de la CEE ya que dispone que la nominación a ese cargo recae en el partido de mayoría, redefinido en la nueva ley como el partido que más votos íntegros saque en las elecciones generales. Hasta la aprobación del nuevo Código Electoral, se consideraba partido de mayoría aquel cuyo candidato a gobernador obtuviera el mayor número de votos. 

“Corresponderá al Comisionado Electoral del Partido Estatal de Mayoría, cuyo partido hubiere obtenido en la anterior Elección General la mayor cantidad de votos íntegros en la Papeleta Estatal del total de votos válidos emitidos en esa papeleta, proponer a los restantes Comisionados propietarios el o los nombres de los candidatos a los cargos de Presidente y de Alterno al Presidente”, lee el artículo 3.7 del nuevo Código Electoral. Desde su creación en 1967 y su primera participación en las elecciones generales de 1968, el PNP ha logrado obtener la mayor cantidad de votos íntegros en 10 de los 14 eventos electorales, constató el CPI. La última vez que el Partido Popular Democrático (PPD) obtuvo más votos íntegros que el PNP fue en las elecciones generales de 2000 en las que prevaleció Sila María Calderón.

Falta de controles para garantizar y proteger el voto a domicilio en las elecciones 2020

Juliana Ortiz, una funcionaria de colegio por el Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) que también trabajó haciendo una ruta de voto a domicilio en el municipio de San Germán, conoce de primera mano las múltiples irregularidades que se produjeron en el voto a domicilio durante el pasado proceso electoral del 2020. Si la persona que iba a visitar para voto adelantado ya había votado en una primera visita, su firma debía aparecer en la lista al lado de su nombre y no debían ser visitados por segunda vez. Pero durante su ruta, Ortiz encontró electores que le indicaron que ya habían votado y su firma no aparecía en la lista. Al cuestionar en su Junta de Inscripción Permanente (JIP) el por qué de la situación, le dijeron que había varias copias de la misma lista. “Si las personas que nos tocaron no hubiesen sido honestas, podrían haber votado dos veces”, sostuvo Ortiz.

Se pagó extra por el escrutinio electrónico, pero falló en casi todas partes el día de las elecciones

Máquinas que no reconocían la llave electrónica para iniciar el proceso en los colegios de votación, otras que no leían o en las que se atascaban las papeletas, algunas que se apagaban en medio del proceso de votación, muchas que no pudieron transmitir los resultados. En otros colegios, se dañaron las tarjetas de memoria durante el proceso de votación o simplemente nunca funcionaron. Este fue el tipo de falla que se repitió en casi todos los colegios durante el proceso eleccionario del 2020, según constató el Centro de Periodismo Investigativo (CPI) con más de 20 fuentes. Al solicitar a la Comisión Estatal de Elecciones (CEE) un registro de las fallas de los equipos reportadas en los colegios, la agencia no dio la información. El CPI supo que no hay, a esta fecha, un récord completo de cuántas máquinas tuvieron problemas ni se puede identificar en qué casos se debió a la falta de mantenimiento, porque la CEE no tiene un procedimiento formal, ágil y centralizado para recopilar esta información.

Voto adelantado 2020: un desastre que atenta contra la democracia

La desconexión entre las bases de datos usadas para las 231,167 solicitudes de voto especial registradas por la Junta Administrativa de Voto Ausente y Adelantado (JAVAA) y las Juntas de Inscripción Permanente (JIP) es una de las mayores deficiencias que ocasionó duplicidad en las solicitudes previo a las elecciones en Puerto Rico, encontró una investigación del Centro de Periodismo Investigativo (CPI) tras entrevistar a más de una decena de fuentes al interior de la Comisión Estatal de Elecciones (CEE). “Para un mismo elector, se pudo haber grabado [registrado] dos formas de voto distintas: adelantado y ausente”, explicó una persona que trabajó de cerca en el proceso de ingresar los datos de las solicitudes de estos votos en los sistemas electrónicos de la CEE. La JAVAA y las JIP, los dos entes que manejan estas solicitudes, trabajaron en dos tablas distintas dentro de una misma base de datos. Esto tuvo como consecuencia que el personal de JAVAA no veía las solicitudes que las JIP procesaban. A su vez, las JIP no tenían visibilidad de las solicitudes tramitadas por JAVAA.