Mientras las temperaturas e índices de calor en Puerto Rico siguen rompiendo récords, esta población lucha por sobrevivir en las calles y el Gobierno aún no tiene un plan de acción.
Adaptarse al cambio climático y combatir sus consecuencias es urgente, pero las comunidades afectadas por la erosión costera en Panamá, Colombia, Puerto Rico, Guatemala y México ven con angustia que eso no ocurre. Por el contrario, la falta de información, la inacción de las autoridades y las decisiones a corto plazo que podrían empeorar el panorama a futuro son la constante.
Aunque el Gobierno de Puerto Rico apuesta a la construcción de dos rompeolas para contener la entrada del mar en este municipio, residentes cuestionan los proyectos porque reproducen un sistema que provocó el desplazamiento de una comunidad entera.
La falta de implementación de planes, órdenes judiciales y leyes existentes en áreas costeras en Buyé, Joyuda y La Parguera deja ver cuán compleja sería la implementación del Plan de Adaptación ante el Cambio Climático.
La experiencia de comunidades en Isabela y en Vega Baja muestra que el Gobierno de Puerto Rico actúa en contra de las recomendaciones de expertos y de su propia política pública, que se supone proteja los recursos costeros.
Tres ingenieros expertos en políticas públicas energéticas señalaron, durante su participación en el Caribe Fest, organizado por el Centro de Periodismo Investigativo, que aún queda mucho trabajo por hacer para alcanzar un sistema eléctrico resistente a huracanes debido a la falta de fondos y organización, a pesar de la vulnerabilidad de Puerto Rico ante el cambio climático. Las plantas de generación eléctrica ni siquiera se encuentran en un estado óptimo para enfrentar la temporada de huracanes que comienza el próximo mes, según la subdirectora ejecutiva de Operaciones en la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), Mary C. Zapata Acosta.
La Isla se encuentra en un proceso de transformación energética que busca hacer frente a la vulnerabilidad de su red eléctrica ante los huracanes, promoviendo la utilización de energías renovables y reduciendo la dependencia de combustibles fósiles. Para lograrlo, organizaciones comunitarias como Cambio y Queremos Sol, así como un estudio auspiciado por el Departamento de Energía federal (DOE, en inglés), proponen la instalación de paneles solares en los techos de las casas y baterías que cubran las necesidades energéticas de los más desfavorecidos.
La ingeniera Zapata Acosta expresó que la red enfrenta desafíos para integrar la creciente cantidad de energía renovable disponible.
“Es necesario mejorar el equipo y los transformadores, y LUMA Energy debe implementar proyectos de reconstrucción financiados con fondos federales para mejorar las líneas y subestaciones existentes”, dijo Zapata Acosta. LUMA está a cargo del sistema de transmisión y distribución de la red eléctrica. La AEE opera la generación, una tarea que la nueva empresa privada Genera asumirá a partir de este verano.
Cuando se habla de resiliencia a huracanes, también es importante la preparación de la infraestructura de generación.
¿Hasta cuándo tendremos que esperar para atender este tema tan apremiante fuera de las conferencias de prensa donde solo permiten hacer una o dos preguntas a la carrera?