Pequeños agricultores enfrentan escollos para acceder a fondos de recuperación

Para acceder a fondos de recuperación, se espera que los pequeños agricultores dejen el pico y la azada para hacer planes de negocio y someter documentos como planillas, declaraciones juradas y hasta diplomas universitarios. Una coalición de organizaciones dedicadas a la agricultura solicitó al Departamento de la Vivienda (DV) que atienda sus reclamos para garantizar el acceso equitativo a los fondos de recuperación del Programa de Renacer Agrícola de Puerto Rico (Re-Grow), ya que las guías para solicitar los fondos no responden a las necesidades y realidades del pequeño agricultor puertorriqueño. El programa Re-Grow cuenta con $92.5 millones en fondos del programa de Subvención en Bloque para el Desarrollo Comunitario para Recuperación ante Desastres (CDBG-DR). De esa cifra, $30 millones fueron separados para el trabajo administrativo que realizará el Fideicomiso de Ciencias, Tecnología e Investigación de Puerto Rico, entidad contratada por el DV para implementar el programa. El Centro de Periodismo Investigativo (CPI) tuvo acceso a mensajes en los cuales desde septiembre del 2020 la coalición le solicitó al Fideicomiso que enmendara las guías del programa Re-Grow.

El dinero disponible para la recuperación en noviembre de 2020

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Los fondos de recuperación y las elecciones

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Cuerpo de Ingenieros y Departamento de la Vivienda impiden que los residentes del Caño Martín Peña logren su justicia ambiental

Cuando sus hijos estudiaban en la Escuela Elemental Santiago Iglesias Pantín de Barrio Obrero, Aileen Morales tenía que cargarlos a sus espaldas cada vez que se inundaban las calles contiguas al Caño Martín Peña. No quería que llegaran al salón de clase con sus piernas mojadas ni con el hedor causado por las aguas sucias que por décadas han afectado la paz de comunidades, cada vez que experimentan un evento de lluvia fuerte. Morales, quien es residente y líder comunitaria en el sector Parada 27, lleva más de una década viendo las noticias que reseñan los sucesos de inundación relacionados al Caño. También ha participado de reuniones anuales con integrantes del Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los Estados Unidos (USACE, en inglés). El problema de inundaciones y la necesidad de dragar este cuerpo de agua urbano son asuntos ampliamente conocidos tanto en Puerto Rico, como en algunos círculos políticos de Estados Unidos, como un asunto de justicia ambiental y de salud.

Agencias miran para el lado ante la población de jóvenes sin techo seguro en Puerto Rico

Nahir cursaba el décimo grado cuando los vientos del huracán María arrancaron las puertas de su casa. Un deslizamiento de terreno provocó, además, que la terraza de la parte de atrás de su hogar cayera risco abajo y debilitara la estructura a la que, tres años más tarde, no ha podido regresar. 

“Todas las cosas que teníamos se nos mojaron y estuvimos viviendo hasta diciembre de 2017 en casa de mi mamá” explicó Inés López Serrano, madre de Nahir y de otros dos niños de 12 y 14 años. Aunque hay diferencia en las cifras de menores sin hogar en los últimos tres años académicos que se informan por el DE y por la agencia homóloga federal, en lo que sí coinciden las cifras en general es en que hay más de 4,000. En el año 2019-2020, para el que no hay datos federales disponibles, el Programa Educativo para Niños y Jóvenes Sin Hogar Fijo del Departamento de Educación que dirige Norma Rivera, informó 4,333 menores sin hogar fijo. “Sin hogar”, según la definición del Departamento de Educación federal, incluye a los estudiantes cuyas familias se quedan en casas de parientes o amigos, en moteles, en refugios o residen en viviendas consideradas “vivienda deficiente” al carecer de algún servicio básico.