Hurricane Shelters Without Water and Electricity Don’t Comply With the Law

Hurricane Fiona’s first gusts were barely blowing when dozens of mayors had to improvise solutions. When they arrived at the locations that the government of Puerto Rico certified as shelters, they found they had no water tanks or power generators. At that time, a copy of Act 88 sat on a desk.

La ola del desplazamiento

En la costa de Luquillo, el fenómeno del acaparamiento de propiedades se siente cada vez más fuerte. Junto con una oleada de alquileres a corto plazo, genera el desplazamiento de la gente de allí. El periodista José Encarnación Martínez le pone rostro a este dilema.

Teachers Are Drowning in Bureaucracy and Bad Planning 

The teacher prep period time is up. The bell rang and the students started coming into the classroom. The 50 minutes of preparation were spent calling parents who had not followed up on their children’s performance in school and completing referrals to the social worker. Those 50 minutes are the time teachers have available each day, in theory, to organize their class material, upload information about their students to the Department of Education’s (DE) digital archives, or get other tasks done. But the educator — who prefers not to identify herself — teaches five groups; at least 125 students in total.

Entre la escuela y el trabajo: estudiantes de escuela superior enfrentan el miedo al fracaso

Ocho estudiantes de duodécimo grado forman un círculo con sus pupitres debajo de una carpa en el patio interior de una escuela del municipio de Guaynabo. Fuera de la carpa, salpica una llovizna; adentro, llueven realidades. 

Comenzaron el cuarto año de escuela superior dividiendo su tiempo entre estudios y trabajo. Hay tres chicas jóvenes en el grupo: una trabaja de mesera, otra de niñera, y la tercera es madre y técnica de uñas. Entre los chicos, uno trabaja en Subway, el otro es barbero, un tercero es empleado en El Mesón, el cuarto trabaja como electricista en la construcción “o en cualquier cosa que aparezca” y otro es empleado en una pizzería. Todos son menores de 18 años y dijeron que aspiran a continuar estudios técnicos o universitarios cuando se gradúen de la escuela superior. 

“Yo soy contratista”, aclara el que trabaja en construcción, a minutos de que suene el último timbre.